¡Extra 30k lecturas!

87 9 3
                                    

Quiero comenzar expresando mi profundo agradecimiento por su apoyo. Transmitir emociones a través de las palabras y captar la atención de las personas con una historia es un desafío que no todos pueden lograr, y haberlo conseguido me llena de satisfacción. Cada día me esfuerzo por ofrecerles una lectura más envolvente y una trama más emocionante. Por eso, he decidido compartir un capítulo extra como muestra de mi gratitud.

Cabe destacar que este capítulo no influye en el desarrollo de la trama principal; es un contenido adicional creado simplemente para agradecerles. ¡Muchas gracias y espero que lo disfruten! 🫶🏼


                                        ♡︎ ♔︎ ♡︎

Ayla.

No puedo ser hermosa, poderosa, líder mundial y guerrera sin tener dolor de cabeza.

Por supuesto, todo el mundo habla constantemente de mí, ¿como no puedo tener dolor de cabeza? Nadie me saca de su cabeza.

Ahora me estoy aplicando crema en mi rostro. Cuando no tengo ni una gota de maquillaje, es en el reflejo dónde más me gusta mirar mi rostro. Mi belleza natural es tan extraordinaria que no necesito que nadie más me lo diga. Yo lo sé.

Y eso es lo que amo de mí. Tengo dinero, tengo poder, soy hermosa y deseada. No tengo porqué ser mantenida por un hombre, ni adquirir poder de ninguno. Soy perfecta.

Muy perfecta.

Entonces...

¿Por qué me molesta que un plebeyo no me de lo que quiero?

Zac es el hombre que quiero y se hace el difícil. Claro, ya hubo cercanía, pero no de la cercanía que necesito.

Chasqueo la lengua y observo detrás de mí, pensando. Analizo cada movimiento que puedo hacer en este momento y cuando lo tengo claro, me pongo de pie. Me coloco unas sandalias con pelusa morada y camino hasta la puerta con una bata negra y mi cabello suelto. Nada más una tela es la que cubre mi cuerpo desnudo. Y esa es la idea perfecta para seducir a Zac como quiero.

Abro la puerta con una sonrisa, sin embargo, se me cae cuando no lo encuentro. Salgo de la habitación y lo busco, mas él brilla por su ausencia.

¿Qué...?

—Bajó a desayunar, majestad —responde Beatriz.

Ahora todo tiene sentido.

Me aclaro la garganta y me acomodo el cabello un poco antes de mirar a mi guardiana.

—No lo estaba buscando.

Mi alta guardiana asiente con la cabeza, fingiendo que me cree y Sofía oculta una sonrisa.  Volteo los ojos y bajo por las escaleras. Acomodo mejor mi bata para no dejar nada en descubierto, pero sí que se note que es lo único que visto.

El comedor no está tan lejos, por ello consigo llegar en cortos minutos. Abro las puertas, lista para saludarlo, pero nuevamente mi emoción es quitada. ¿Por qué? Porque mi sala de comer está completamente vacía.

¿Dónde se metió?

Volteo hacia mis guardianas y ellas simplemente encogen los hombros. Bufo y emprendo camino hacia la cocina. No entiendo porque no está desayunando en mi comedor, cuando tiene permiso de hacerlo.

Sigo el camino intrigada por su ausencia. Módulo mis pasos para que no se me note tan desesperada. Quiero pasar tiempo con él, mas no mostrar ese tipo de interés que podría ser una desventaja para mí si Zac lo considera necesario.

Estoy cerca de llegar a la cocina cuando unas doncellas salen de ellas hablando entre sí. Sueltan cortas risas y miran hacia atrás. Las observo y ellas al verme dejan sus risas y se reverencia.

QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora