Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].

Introducción.

Si tuviera que describir su vida en unas palabras...

Monótono.

Repetitivo.

Predecible.

Desesperante.

Todo siempre era el mismo desastre constante que él mismo creaba una y otra vez sin descanso. Pasaban cierta cantidad de días y de nuevo hacía algo que lo obligaba a volver al hueco claustrofobico del que por más que intentará salir nunca lo lograba.

A veces ni siquiera intentaba salir y se ahogaba voluntariamente en su miserable y estúpida existencia.

Escuchar su nombre en tono de preocupación era obstinante y en cierto punto frustrante. Siempre le parecía en cierto modo fastidioso.

No quería preocupar a nadie y era lo que más hacia en su vida.

No tenía control de su vida. Siempre estaba bajo las reglas, las normativas, las prohibiciones, el aislamiento... Cronogramas perfectamente especificados para que él cumpliera todo al pie de la letra. Siempre bajo su control, pero prefería mil veces estar bajo un reglamento afuera, que estar dormido en una cama dentro de las cuatro paredes del psiquiátrico.

No podía quejarse.

Internamente agradecía dónde estaba. Era caprichoso, y para su buena o mala suerte apareció en una familia con buena posición económica como para gastar todo lo que quisiera sin preocuparse. Estaba desquiciado, no era dueño de su propia vida, pero igualmente para su buena o mala suerte, hacían todo por él y solo debía recibir sin tener que esforzarse.

El capricho movía su dinero, el dinero movía su vida, y su vida... La manejaba él.

Haber comenzado a revelarse a esa edad fue lo que realmente lo hizo sentir libre. Experimentó un sentimiento de libertad al comenzar a hacer lo que él quería sin tener que preguntarle a nadie o siquiera pedir permiso para hacerlo.

Se había comenzado a destruir pero de alguna extraña manera se sentía libre.

Todo era como un espiral, iba hasta abajo pero al mismo tiempo giraba hacia arriba y hacia abajo de nuevo. Iba y volvía una y otra vez.

Siempre se debía dar algo a cambio de uno mismo para recibir una recompensa mejor de la vida.

Él también había dado algo de su vida para tener algo mejor.

Él había dado el control de su propia vida para tener la libertad que tenía ahora.

A veces pensaba en lo inútil que sería si tuviera el control de su vida, se imaginaba debajo de algún puente, en algún basurero, o quizás muerto.

Su vida era una repetición.

Una repetición de peligro, desesperación, desastre y problemas.

Amaba esos pequeños instantes de tranquilidad antes de cualquier desconocida pero próxima tragedia.

Siempre la tenía en mente. Sabía que llegaría. Sabía que en cualquier momento aparecería algún desastre.

Levantó su mano hacia el cielo y de alguna forma vió como llegaban unas siete manos diferentes que se entrelazaban con la suya.

A veces las historias se cuentan como las personas quieren que las cuenten, pero haberse convertido en una figura pública le dió el extraordinario privilegio de contar específicamente lo que él quisiera contar, teniendo a las personas complacidas con lo poco que sabían, dándoles esa estúpida tranquilidad mental de creer que conocían todo....