Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].

Capítulo 41: Desolado.

-Christian... -ya iba tarde, bastante tarde, ya no había manera de que llegara a tiempo, por alguna razón Christian se había despertado justo en el segundo en el que iba a salir.

-No te vayas... -Félix agarró su rostro dejando un beso en sus labios, limpió su rostro, viendo esas tristes perlitas azules, de nuevo iba a llorar.

-Volveré en la tarde. -Christian comenzó a negar desesperadamente.

-No quiero... quédate aquí conmigo...

-Chris -mordió el interior de su mejilla-, escucha, iré al hospital...

-¡No! ¡No quiero que vayas al hospital!

-¡Christian! -le gritó.

-¿Por qué me gritas?

-Escúchame, iré al hospital a pedir días libres para quedarme aquí contigo.

-¿Por qué no dices que no irás y ya?

-Debo ir para que me den días libres, debo ir a hablar con mi jefe. -los labios de Christian temblaron ligeramente vió como sus ojos se llenaban de lágrimas, suspiró-. Ve a dormir, cuando despiertes yo ya estaré aquí preparando el desayuno para ti. -Christian bajó la mirada y asintió-. Vale, recuéstate. Me iré cuando te duermas.

Félix lo cubrió con la cobija y le acarició el cabello, Christian se acurrucó junto a Félix y bajo las caricias que este le daba a su cabello rápidamente se quedó dormido por el cansancio que tenía.

Félix besó su frente, apagó la luz y se fue de la casa prácticamente corriendo, si no llegaba antes de que se despertara Christian probablemente lo iba a odiar toda la vida.

...

-Llegas tarde, Félix. -le dijo Phillip, se detuvo al ver su rostro, era una expresión de cansancio, como si no hubiera dormido en toda la noche. Félix llegó hasta la oficina de Frank, este lo miró con el seño fruncido.

-¿Que quieres? Estás llegando bastante tarde.

-Necesito que me des días libres.

-¿Que?

-Es por una buena causa.

-¿Cuál?

-No puedo decirte justo ahora.

-Me pides días libres, ¿Pero no me puedes decir para que los quieres? Genial.

-Frank realmente necesito estar libre.

-¿Cuánto tiempo?

-Un mes. -Frank lo miró.

-Son demasiados. Trabajas en un hospital no en un bar donde te puedes desaparecer. -dijo organizando unas carpetas que tenía encima de su escritorio-. No creo que sea algo que se deba discutir.

-Papá... -Frank lo miró-. Realmente necesito estar libre. Sabes que siempre te cuento todo pero justo ahora no puedo. Prometo que te explicaré todo... después...

Frank bajó la mirada, ¿Por qué tenía tanto desespero? ¿Que se supone que iba a hacer?

-Dime una cosa. -Félix resopló con fastidio.

-Es por un chico que me gusta, no te diré nada más. -Frank no pudo evitar sonreír al escuchar eso, lo pensó un poco y asintió.

-¿Un mes necesitas para conquistar a alguien? -Frank vió como el rostro Félix se tornaba de un color rojo lleno de vergüenza por lo que acababa de decir.

-No digas esas estupideces. -dijo rascando su cabeza nervioso.

-Vale... el once de Abril te quiero aquí de vuelta.