Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].

Capítulo 51: Inconsciente.

—¡Solo miren como lo dejo! ¡Voy a demandarlo! Es un jodido peligro para la sociedad. —Frank miró a Lucas quien se mantenía en silencio a un lado de la camilla en dónde estaba Royer.

—Anahí no es necesario que hagas un show de esto. —le dijo Royer.

—¿Por qué no? ¿Si te das cuenta de cómo estás?

—No exageres. —Royer suspiró. En el fondo sabía que era su culpa y también sabía que Lucas no se quedaría callado.

Y justo eso pasó.

Lucas respiró profundo con los nervios a flor de piel, si esa mujer llegaba a demandarlo podrían internar a Christian.

—Escuché señora, si me demanda nunca tendrá lo que quiere.

—¿Solo porque tienes dinero piensas que puedes hacer lo que quieras?

—Déjeme decirle que Royer sabía estrictamente en lo que se estaba metiendo al aceptar trabajar con Christian, dentro del contrato estaba establecido que la condición de Christian es lo suficientemente inestable como para hacer algo como esto.

—¡Eso no importa!

—Claro que si. —se acercó más a ella marcando dominancia—. Él sabía perfectamente el estado de Christian, le dije muchas veces que dejara a Christian pero él seguía provocándolo. Podría contra demandarlo por explotación laboral. Y en estado en el que está Christian tiene todas las de perder.

...

Lucas entró en la casa consiguiendo a Andy en la sala comiendo un trozo de pastel.

—¿Cómo está? —preguntó al llegar. Andy le hizo una seña con la cabeza sonriendo. Lucas se acercó y vió a Christian acostado en sus piernas todo embarrado de chocolate—. Hola, Chris.

—Hola. —venía con buen ánimo pero al escuchar esa tonta voz con la que le respondió se fastidió. Realmente el que más lo consentía de los tres era Andy.

No le molestaba el estado infantil y desastroso en el que se encontraba, más bien lo calmaba un poco saber que al menos siempre con Andy podría estar bien.

Fue a la cocina y de solo ver el desastre que había en el lavaplatos suspiró. Se preocuparía por eso más tarde. Quitó un plato que estaba encima de un recipiente viendo el pastel, no debería pero la tentación podía más.

...

—¿Cuánto más piensas durar ahí? —Christian no le respondió, sonrió y siguió con las burbujas que habían en la tina—. Eres un desastre, Christian. —acercó un pequeño banquito colocándolo cerca para poder sentarse. Echó shampoo en su cabello quitando los restos de pastel de chocolate que tenía, restregando después—. Ya deberías cortarte el cabello.

—No. —le respondió haciendo pucheros.

—Cierra los ojos, te va a entrar en los ojos.

...

Lucas dejó a Christian sentado en la cama con una toalla en su cabeza, se quitó la camisa mojada que tenía colocándose una seca, buscó en un cajón un peine y volvió con Christian.

—¿No tienes frío? —le secó el cabello con la toalla.

—La ventana está abierta. —fue lo que le contestó.

—¿Que?

— Está abierta... —dijo y señaló el suelo. Lucas sonrió al entender.

—¿No te gusta que esté abierta? —comenzó a peinarlo, el cabello de Christian siempre se veía suave pero no sabía cuánto tiempo exactamente llevaba sin cortárselo.