Capítulo 35: Obsesión.

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Lucas le apartó el cabello de la cara a Christian viéndolo dormir. Sentado en el borde de la cama, se quedó estático pensando en todo.

Había recordado demasiadas cosas acerca de esa noche y aún no pudo creer lo que había hecho, de solo pensar en eso lograba excitarse de una manera inimaginable teniendo largos momentos en el baño para poder calmarse.

Era cierto que se había sentido desplazado y quizás celoso de haber visto a Christian con Harri, no quería parecer obsesivo pero no le gustaría verlo con alguien más.

Pensamiento sumamente egoísta a su parecer pero quería tener el control sobre Christian.

Su padre le había sugerido iniciar un tratamiento intensivo pero intentar hacer eso justo ahora sería difícil. No podía bajar la guardia otra vez, Christian era como la arena, se le escapaba rápidamente de las manos, no sabía cómo retenerlo y guardarlo para él solo, todo era demasiado para un mismo momento, no era capaz de resistir esa presión, le encantaría deshacerse de toda esa responsabilidad.

Muchas veces se le había pasado por la mente matar a Christian de una sobredosis, dejar de preocuparse, de igual manera nadie podía preguntar nada, con el alto historial de suicidio que Christian tenía era muy fácil hacerlo pasar como una simple crisis.

Sacudió la cabeza borrando ese desagradable pensamiento que había llegado a su mente, se levantó de la cama y fue a buscar el maletín para llenar una jeringa con el contenido de un frasco, volvió a dónde estaba Christian y respiró profundamente antes de despertarlo.

—Christian... —lo movió un poco y se espantó al ver que Christian simplemente abría los ojos—. ¿No estabas dormido?

—No. —respondió seriamente— No tengo sueño, no pude dormir. —su voz se fue apagando y sus ojos fueron bajando hasta la mano de Lucas—. ¿Que haces?

—Quédate quieto. —dijo Lucas con miedo y para su sorpresa se la inyectó en el brazo sin mucho problema. La mirada de Christian era neutra. Este suspiró y se volteo dándole la espalda.

—No tengo ganas de forcejear contigo ahora. Supongo que ya le dijiste a Jim como estoy.

—Pues si... lo hice. Pero fue porque estoy preocupado por ti, debes llevar las cosas con calma.

—¿Le dijiste que estoy así porque tú llegaste en la noche borracho pidiéndome que te follara? —lo interrumpió. Lucas sintió sus mejillas calientes de la vergüenza al escuchar eso.

—Chris perdóname.

—No pidas disculpas vacías, Lucas, de hecho ni siquiera quería disculpas, esperaba algo más... Ya no me importa. Déjame dormir. —se cubrió con la cobija y no pasó mucho tiempo para que cayera inconsciente en un profundo sueño.

Lucas se quedó sin poder moverse durante unos minutos, lo había dormido sin peleas, sin llanto, sin golpes...

Christian realmente estaba mal, debía hacerlo volver de una manera u otra. "¿Le dijiste que estoy así porque tú llegaste en la noche borracho pidiéndome que te follara?". Joder. Suspiró. ¿Que se supone que debía hacer? Acarició suavemente su cabello, se acercó a él y besó su frente.

—Te quiero, Christian. Recuérdalo siempre. —Lucas se levantó y se fue de la habitación, Christian apretó sus labios y frunció el seño.

...

Dos días después...

—La última revisión de todos los documentos dió como resultado el avance del treinta y siete porciento en la estructura de toda la inversión del mes pasado. —Christian dejo de escribir en su libreta y frunció el seño.

Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora