Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].

Capítulo 49: Hueso.

«"Algunos meses después de su desaparición, Christian Adish se presentó a la fiesta anual del director Duarte junto con su representante Royer Park. Solo es cuestión de tiempo para la aceptación de algún contrato fijo... Cualquier información la daremos a conocer."»

...

—Arriba. —Christian jadeó cuando escuchó eso, apretó sus dedos en la barra y con la poca energía que le quedaba, subió, esperando a que Royer le dijera que bajara—. Saliste en televisión está mañana... He estado pensando... Las cosas han ido bien, solo te falta bajar unos kilos más para estar en la línea. Baja de ahí Christian.

Christian tuvo que tener demasiada determinación para no soltar la barra y dejarse caer al suelo.

—¿Bajar de peso?— dijo cuando terminó de analizar sus palabras—. Creí que estaba bien...

—Si. —suspiró—. No estás mal, solo quiero que te perfecciones.

—Ni siquiera estoy subido de peso.

—Pesas noventa kilos, necesito que bajes a ochenta y cinco, o quizás hasta ochenta.

—¿Es enserio?

—Si.

—Genial.

—Ve a casa, te escribiré más tarde.

—Vale, adiós.

Sin siquiera darle tiempo a que contestará Christian se dió la vuelta y se fue rn dirección al edificio llegando al ascensor, oprimiendo el botón repetidas veces, como si hacerlo hiciera que llegará más rápido.

Al llegar a casa, dejó la llaves encima de la mesa de la cocina, se limitó a beber un vaso de agua y fue al cuarto, ni siquiera tenía ganas de comer y lo que hervía en la estufa de la cocina ni le llamaba la más mínima atención.

Pasó por al lado de Lucas, dirigiéndose sin escalas hacia la cama, se descalzó, y se metió entre las sábanas acurrucándose con frío. Lucas lo miró un poco extrañado pero la sonrisa no se borraba de sus labios. Se acercó a la cama y le acarició el cabello.

—¿Dormirás? —Christian asintió—. ¿No vas a comer? —negó levemente sin abrir los ojos. Lucas lo aceptó suponiendo que estaba cansado y lo dejó dormir. Apagó la luz y salió del cuarto.

...

Christian caminaba lentamente por el mismo lago, se sentó cerca de la orilla y tocó el agua roja, esta vez estaba más líquida que otra veces, no era espesa y turbia, esta vez se veía más ligera.

Era tan tranquilo.

Pero...

¿Por que parecía estresarle tanto?

Era como si... Le dijera algo...

Quería pensar que simplemente estaba siendo muy paranoico pero presentía que algo no debería estar donde estaba.

Su ansiedad estaba aumentando, seguía y seguía pensando, algo dentro de su mente lo obligaba a seguirse torturando, debía hacerlo, la presión en su cabeza se hizo presente en pocos segundos, todo el lugar se ladeó ligeramente hacia la derecha y volvió a su posición inicial para hacer lo mismo pero en dirección contraría.

Estaba divirtiéndose con él, le encantaba molestarlo, lograba percibir desde la lejanía entre los árboles, la mirada fija en él, esos ojos mieles esperando.

En cualquier momento lo haría.

Lo estaba esperando...

Lo esperaba...