Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].

Capítulo 24: Familia.

Un mes después...

Christian abrió los ojos la mañana siguiente, parpadeó un par de veces antes de despertarse, sintió un peso en su pecho y vió ese cabello castaño, se levantó de la cama y lo miro, acurrucado debajo de la cobija.

—Si tanto te gusta dormir conmigo, porque me rechazas. —susurró con fastidio. Fue al baño y se duchó.

Salió del baño con la toalla amarrada en su cintura. Se colocó un boxer rojo y fue a buscar que ponerse. Completamente ausente de esa persona que lo vigilaba, con esa mirada oscura y perversa encima de él. Christian terminó colocándose un pantalón negro y una camisa azul oscuro, se colocó un abrigo negro encima. Lucas al ver que se estaba arreglando mucho decidió interrogarlo.

—¿Vas a salir? —le preguntó en tono adormilado. Christian se volteo y lo miró.

—Si. —se sentó en el borde de la cama y lo miro—. Debo hacer unas cosas.

—¿Quieres que te acompañe?

—No hace falta. Solo voy a buscar algo y regreso.

—Vale. Me avisas.

—Claro. —dijo, agarró su teléfono y lo guardó en su bolsillo—. Adiós.

Salió del cuarto. Lucas frunció el seño y volvió a acostarse en la cama restregando sus ojos. ¿A dónde va a ir? Busco su teléfono y llamo a Andy.

...

Christian bajó hasta el estacionamiento, se montó en su camioneta y condujo por las calles hasta esa parte extraña cuidad. Puso el freno de mano y suspiró. Había dejado pasar ese tema por mucho tiempo pero no podía ignorarlo. Se bajó y camino hasta la puerta, tocó el timbre. Segundos después abrieron la puerta.

—¿Christian? ¿Que haces aquí?

—Quiero una prueba de paternidad. —dijo serio.

—¿Piensas que miento?

—No. No te estoy diciendo mentirosa, ni nada de eso. Solo quiero estar completamente seguro. Vamos. —no le estaba preguntando...

—Claro. —dijo bajando la mirada.

De camino al hospital se sentía nervioso y cada segundo no hacía más que aumentar. De solo pensar que esos dos niños fueran de él, lo aterrorizaba.

Al llegar, le hicieron unos exámenes y les dijeron que debían esperar algunas horas para poder tener los resultados. Se quedaron sentados en la sala de espera, miró a esos dos niños.

Era imposible que fueran de él. Pero... A la vez si era posible. Eran idénticos a él, ambos tenían esos ojos azules brillantes, ese oscuro cabello y tenían demasiados lunares regados por todo el cuerpo. ¿Será posible?

—Esto me está estresando. Voy a caminar. —dijo levantándose de la silla. Fue al baño y se lavó la cara. Todo esto era demasiado para él, no quería ser padre, no estaba ni preparado para eso. Su teléfono comenzó a sonar. Contestó sin mirar—. Hola.

«Hola Chris.»

—Hola Lucas.

«¿Como estás?»

—Bien.

«¿Seguro?»

—Solo estoy un poco estresado. No te preocupes.

«¿Dónde estás?»

—Debo irme Lucas.

«Avísame cuando termines. Y también cuando vuelvas. Por favor, avísame.»