Capítulo 2: Debilidad.

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—Congelaron sus cuentas. —dijo Royer apenas colgó el teléfono.

—Lo que faltaba. —dijo Lucas soltando un largo suspiró y se dejó caer en el sofá.

—¿Que significa eso? —preguntó Noah mirándolo.

—Significa que no hay dinero. —le respondió Nate.

—¿Porque? —le preguntó Sam directamente a Royer.

—No lo sé... —dijo haciendo girar el teléfono en su mano—. Puede ser por diversas razones. Una deuda, o quizás por un problema con él o su familia...

—O sea que...

—No hay dinero hasta que eso se solucione... —dijo. Lucas se levantó del sofá y fue al cuarto de Christian. Se detuvo unos segundos acordándose de lo que había pasado y no habían hablado desde entonces. Tocó la puerta al fin.

—¿Christian? —lo llamó, nadie contestó, se preocupó a darse cuenta del completo silencio que había en la habitación. Abrió la puerta y todo estaba oscuro. Encendió la luz y no había nadie—. ¿Christian? —no estaba. ¡No estaba! Volvió a la sala—. No está.

—¿Ahora a dónde se metió? —susurró Royer sacando su teléfono para llamarlo pero se cortaba. No quería contestarle—. No contesta. ¿Quien sabe dónde está?

...

Al otro lado de la ciudad Christian estaba llegando al juzgado con Maddi. Puso el freno de mano y respiro profundo apretando el volante entre sus manos.

—Demonios. Mia es una maldita puta.

—Chris. —lo regañó. Christian sonrió y la miro.

—Lo siento —soltó en un susurro—, pero es la verdad. No sé cuál es el problema en que papá me haya dejado la empresa a mi.

—Tienes razón, ella es una... —se detuvo por unos segundos Christian giró su cabeza lentamente y levantó una ceja—. Envidiosa. —Christian botó aire junto con una risita, ambos rieron.

—Vamos.

Se bajaron del auto y Christian caminó hasta la entrada del lugar con Maddi agarrando su brazo y entraron en el lugar. Christian dejó a Maddi en la recepción y un hombre lo condujo por el lugar hasta un pequeño cuarto en dónde estaba Mia sentada en una silla y un hombre. Entró y cerró la puerta. Caminó hasta donde estaban y se sentó en una silla al frente de ella, teniendo en medio de ellos una mesa con unos papeles. La miro y se cruzó de brazos.

—Bien. Será un debate tranquilo, respetuoso y sin insultos, por favor. —avisó el hombre. Un largo silencio se instalo en ese pequeño cuarto mientras el hombre observaba a los dos hermanos matarse con la mirada. El silencio fue interrumpido por fin por Christian.

—¿Te diviertes armando todo este show? —dijo con una sonrisa.

—Cállate. —ordenó ella. Christian levantó las cejas y se echó hacia atrás apoyándose en el espaldas.

—Bien. Les haré unas preguntas y basándome en sus respuestas, tomaré una decisión. Primero... ¿Por qué les molesta tanto el testamento de su padre?

—A ella le molesta, a mi no.

—Claro que no te molesta. Si te lo dejo todo a ti.

—Hubiese preferido que no me dejara nada con tal de ahorrarme tu rabieta.

—Mia... ¿Porque piensas que el testamento debería alterarse?

—Porque el es un niño. No creo que pueda hacerse cargo de toda una empresa. Hay que remodelarla, mantenimiento, arreglar el personal y no se si él puede hacer eso...

Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora