Capítulo 64: ¿Cuando dejamos de serlo?

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Jim logró destruir la fina capa de resistencia de Melanie y ella al final le confesó todo lo que había hecho Christian. Jim salió de la empresa bastante estresado, que fastidio... Siempre debía perderse de alguna manera.

Al llegar de nuevo al apartamento de Christian y no encontrar a nadie soltó un suspiro. Sacó su teléfono y lo llamó escuchándolo sonar dentro de una habitación. No se había llevado su teléfono, que conveniente.

Se quedó bastante tiempo pensando en cuál podría ser la contraseña, solo eran seis dígitos y creía estarse muriendo por dentro. Volvió a sacar su teléfono y llamó a Andy, quien contestó unos pocos segundos después.

«Dime, Jim.»

-Desbloquea el teléfono de Christian.

«Eso será complicado, el sistema que le puse es muy difícil de derribar. ¿Estás en su casa?»

-Si.

«En su cuarto está su computadora» Jim suspiró y abrió la puerta de la habitación viendo la laptop encima de la cama. «Quitaré la seguridad inicial, la contraseña de acceso es tu fecha de cumpleaños.» Jim frunció el seño.

-¿Mi fecha... de cumpleaños?

«Si, hay una carpeta donde están todas sus contraseñas.»

-Vale, ya la encontré.

«Vale.»

Colgó la llamada y desbloqueó el teléfono, no reconocía nada conocido en ese patrón de números, ninguna fecha, ningún acontecimiento importante, quizás estaba pensando mucho y solo eran números al azar.

Al estar en su teléfono miró las conversaciones y habían varios chats en los que había borrado todo. Entró en sus contactos y fue de uno en uno, descartando las posibilidades, frunció el seño cuando vió uno con un nombre bastante peculiar.

-¿Conejito caliente? Esto es una estupidez. -a pesar de decir eso en sus labios se formó una sonrisa incrédula, a pesar de todo Christian seguía siendo alguien libre. Trató de no prestarle mucha atención y anotó el número en su teléfono y llamó. Nadie contestó las primeras veces, hasta que alguien contestó con una voz adormilada.

...

Félix levantó la cabeza de la camilla viendo cómo había amanecido, se enderezó, abrió bien los ojos y se levantó histérico de la silla, ¡¿Había amanecido?! El sonido de su teléfono sonando lo hizo saltar en su lugar. Número desconocido.

-¿Hola? -dijo restregandose los ojos.

«Hola, la verdad no se cómo te llamas pero fue el contacto con el nombre más confiable.»

-¿Disculpe? -preguntó algo confundido, miró la pantalla del teléfono, no conocía ese número- ¿Quien es?

«Soy Jim. Solo necesito saber si tienes alguna idea de dónde está Christian.»

Debido al sueño que aún seguía en él tardó demasiado tiempo en reaccionar, recordaba a Christian mencionar a Jim como su supuesto padre, regresó en las palabras de ese hombre en su cabeza y su respiración se cortó al recordar algo importante.

-Nombre confiable... -soltó en un murmullo. Conejito caliente... Que jodida vergüenza. Cortó la llamada y no volvió a contestar las otras dos veces que Jim lo llamó. Volvió a sentarse sintiendo su corazón latiendo muy rápido.

...

«Christian está en el hospital. Tuvo una reacción alérgica a algo que comió.»

No hizo más preguntas, Jim salió de la casa yendo al hospital desesperado. Realmente no le importaba que le hubiese cortado la llamada, al menos le había dicho algo. Se detuvo en un semáforo en rojo, dió varios toques en el volante frunciendo el seño.

Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora