Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].

Capítulo 10: No me decepciones.

—¿Que te parece si salimos a dar una vuelta?

Esa mañana estaba en su apartamento junto con Harri. Sin saberlo había pasado otro mes, un mes medianamente tranquilo, con algunos días pesados de trabajo pero nada fuera de lo común.

—No tengo ganas de salir.

—Chris, vamos. —dijo tirándose en el sofá enterrando su cabeza en un cojín. Dijo algo que Christian no entendió, frunció el seño y se obligo a levantar los ojos de su teléfono para mirarlo.

—¿Que dijiste? —Harri respiró profundo y levantó la cabeza.

—Dije, que llevas mucho tiempo sin salir.

—¿Y?

Harri suspiro.

...

Su vida había cambiado, las visitas de Harri a la casa de Christian se habían convertido en idas casi diarias. Los primeros días le fastidiaba hacerlo, aunque al pasar los días en compañía de Christian comenzó a ver otra faceta de él, una visión diferente del mundo, con un nuevo color.

Christian la mayoría del tiempo se la pasaba pegado al teléfono o a la computadora con lo que parecía estar trabajando, otras veces veía televisión o dormía.

Su amistad con Christian había estado marchando por un buen camino, se veía como él le había empezado a tener más confianza.

Las visitas de Royer eran diarias, una o dos horas, que era cuando venía a traerle comida o a darle encargos de trabajo que él hacía desde la computadora. Un hombre llamado Jim venía todas las tardes a visitar a Christian y se quedaba a cenar y después se iba. Recibía visitas de un hombre extraño que no sabía quién era, y Christian tampoco le iba a dar esa información y él no tenía ganas de pedirla, prefirió no darle importancia, solo venía una o dos veces por semana y Christian le daba unas cosas y se iba, así que dejó de tomarle atención.

...

—Vamos... —dijo jalandoló del brazo, pero Christian que lo superaba en fuerza lo único que logró fue pasar unos segundos de vergüenza, ni logró moverlo. Christian volteó los ojos dejando que jugará con su brazo sin despegar la vista de su teléfono.

—No sigas Harri... Royer hizo un buen trabajo entrenandome. Tengo bastante fuerza, tu eres una hojita. —giró su brazo haciendo caer a Harri al suelo.

—Idiota. —se quejó, se levantó del suelo y fue hacia él—. ¿Que estás haciendo? —dijo curioso acercándose por detrás apoyando su cabeza en el hombro de Christian y comenzó a leer la conversación.

—Que chismoso. —dijo Christian sonriendo.

—¿Que es eso?

—Es una conferencia con los directores del control de exportaciones de mi empresa.

—¿Conferencia de que...? —no había entendido ni una palabra. Christian echó la cabeza hacia atrás y resopló.

—Son las personas que se encargan de traer los materiales para los productos de mi empresa. —explicó. Harri asintió.

—¿Y eso es importante?

—No tanto. Si ellos no aceptan mi oferta iré a otro control y habrá personas que si lo querrán. En estos momentos la empresa está casi vacía, no tenemos material, y no hay productos, y yo tampoco tengo mucho dinero, así que... No puedo ofrecer demasiado.

—¿Y de que es tu empresa?

—Productos de seguridad, autos y taller. —le dijo. Frunció el seño, "y lo que le estaba dando más dinero era el jodido taller", pensó.