Capítulo 1: El Origen.

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Todo tiene una explicación... supuestamente. Todo tiene una razón de ser... normalmente. Todo tiene una lógica... es lo que todos dicen.

Nunca entendería la explicación, ni la razón, ni la lógica de porque estaba en ese lugar. Jamás olvidaría ese día cuando apenas tenía siete años:

...

El origen. La llegada de Christian al instituto:

10 de Noviembre del 2007.

09:57 am.

Un día tranquilo salieron de casa con sus padres y su hermana. Le dijeron que iban a salir a pasear como cualquier familia normal. Que mentira. Que iban a ir a comer helado y a ver una película. Que jugada sucia hicieron con su frágil mente, y su pura inocencia.

Lentamente todo se fue desviando, poco a poco se fueron alejando de la concurrida ciudad, cuidadosamente todo se iba consumiendo, y de manera abrupta le quitaron lo que más quería. Su libertad.

Jugaron con su mente, se aprovecharon de que apenas era un niño que se confiaba de todo. Su madre se bajó del auto y le dijo que bajara con ella, él sólo obedeció. Caminaron hasta un gran portón gris metálico, que se abrió lentamente. Siguieron un ancho sendero de piedras muy bien estilizadas hasta llegar a una puerta grande. La cual se abrió al pasar unos cuantos segundos.

Entraron en un gran lugar lleno de puertas, lleno de muchos niños, se veía bien. Pero ese lugar ocultaba algo, la realidad era que se trataba de un frío lugar, lleno de desesperación y frustración, repleto de miedos.

Llegaron una puerta que decía en la parte superior "oficina principal". Alguien abrió la puerta desde adentro. Entraron en la oficina y se sentaron al frente de un escritorio.

Buenos días. ¿Que se les ofrece el día de hoy?

Soy María Rossit. El es Christian. —dijo y lo miro—. Él es el niño del que le hablamos.

Ah, claro, recuerdo que llamo. Los análisis mostraron que su hijo padece de esquizofrenia. Con lo que hizo queda más que comprobado. ¿Piensa dejarlo?

Si, voy a dejarlo.

Bien. Será el ingresado 210. Todo ya está arreglado.

Vale.

Los tres salieron de la oficina. Ese doctor miró a su madre con seriedad antes de hablar.

—Si piensa volver a visitarlo, despídase. Si no volverá solo váyase.

Él se frenó en seco al escuchar esas abruptas palabras que fueron dichas con tanta frialdad. Unos enfermeros aparecieron y uno le agarró la mano con delicadeza. Su madre sin decir más nada se dió la vuelta y comenzó a caminar en dirección a la salida del lugar.

Su respiración se descontroló. Comenzó a hiperventilar, todo su cuerpo de repente tembló. Un tic se hizo presente en su cabeza al ver a su madre cruzar la puerta y desaparecer.

N-no... Yo no... -se sentía nervioso, se desesperó.

Vamos, te llevaré a tu habitación. —le dijo en un tono suave el enfermero.

¡No! ¡Yo no quiero! —tiro fuerte de su brazo soltándose del débil agarre del hombre.

Comenzó a correr y salió del lugar. Corrió lo más que pudo hasta llegar al portón, sentía a varias personas detrás de él, cada vez más cerca, lo que lo obligaba a correr más rápido con más desesperación. Llegó al portón y salió. Su madre se subió en el auto ignorando sus múltiples llamados. En el momento en el que el auto se encendió el se frenó en seco.

¡Mamá! ¡Papá! —gritó—. ¿¡A dónde van!? ¡¡Papá!! —su hermana dentro del auto se dió la vuelta y lo miro—. ¡¡Mia!! —ella lo miro con odio, le saco la lengua y se volteó. El auto dió marcha y comenzó a avanzar—. ¡¡Papá!! —se desesperó. Sintió unas manos fuertes agarrándolo de los brazos, lo cargo apretando su cuerpo para no dejarlo ir. Se removió inquieto—. ¡No! ¡Suéltame! ¡¡Papá no le dejes aquí!!

Estarás mejor aquí. —le dijo.

¡No! —gritó con su último esfuerzo—. ¡Papá! —un sollozo se escapó de sus labios.

Sus ojos se aguaron al ver ese auto plateado alejarse cada segundo desapareciendo en una curva. Toda su fuerza se desvaneció en ese momento. Ya no.... ya no había nada...

Papá —lloriqueo—, vuelve... papá. —el hombre que lo tenía ahora cargado le acarició el cabello.

Tranquilo. —le dijo. Christian apoyo su cabeza en el hombro del sujeto llorando con fuerza.

¿Por qué me dejan aquí?

Es por tu bien, tranquilo. Todo estará bien. Yo te voy a cuidar, ¿vale? Todo va a estar bien.

Lo llevo de regreso al hospital, el portón se cerró, marcando un punto en su vida. Entraron en el lugar y la puerta principal se cerró, marcando así su final.

Cuando ya estaban dentro el sujeto lo bajo de su hombro y le agarró la mano. Caminaron por los pasillos y fueron hasta las escaleras. Mientras subían alguien más bajaba. Christian levantó la mirada y otro niño que bajaba lo miró. Clavando sus pequeñas perlas azules en esos intensos ojos marrones.

Siguieron subiendo y ante de perderse de vista volvió a mirar escaleras abajo y su mirada su cruzó con la de él.

El hombre lo hizo entrar en un cuarto pequeño, con una cama. Más nada. Él entró lentamente mirando todo a su alrededor. Se volteó y miro al hombre.

Aquí te quedarás, ¿Vale? Este será tu hogar por ahora.

¿Y mis padres?

Ellos... están trabajando. Tú estarás aquí mientras. —le dijo eso último y se fue.

La puerta se cerró y se escuchó un pitido. Caminó por el cuarto y se sentó en el borde de la cama. Bajo la mirada y movió sus pies.

Lágrimas salían de sus ojos.

¿Por qué me dejaron aquí? —susurró débilmente dejándose caer en la cama—. ¿Por qué te fuiste papá....? No quiero estar aquí... Papá.... vuelve....

YohaLR♡︎

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YohaLR♡︎

Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora