Capítulo 31: Solo.

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—¿Ya te vas? —le preguntó Félix en cuanto vió que Christian comenzaba a vestirse.

—Si, en comparación a ti yo si tengo trabajo que hacer. —agarró su camisa y se la puso. Félix se levantó de la cama envuelto en la cobija y se colocó delante de él.

—Yo si tengo trabajo. Solo que hoy estoy libre. ¿Cuando vas a volver?

—No lo sé... Pronto. Yo te escribiré.

—Debes pedir una cita, normalmente estoy ocupado. —dijo con gracia. Christian soltó una risita, empujó a Félix haciéndolo caer se nuevo en la cama, agarró su chaqueta y fue a la puerta—. ¿Ni siquiera un besito de despedida?

—Adiós, Félix. —dijo y salió del cuarto. Segundos después escucho la puerta del apartamento cerrarse.

—Joder. —susurró acostándose en la cama—. No podré caminar en una semana. Ese animal...

...

De camino a la empresa decidió encender su teléfono.

Si fuera otra situación, esperaría que comenzará a sonar como loco, pero...

Está vez no era así.

Varios mensajes de Royer y el habitual mensaje de Buenos días que Maddi le enviaba todos los días antes de ir al colegio. Ni un mensaje, ni una llamada, nada de Lucas. Genial. Pegó la cabeza en el volante suspirando. ¿Que más estaba esperando?

...

—¿Para que quieres un nuevo sistema de bloqueo de puertas? —le preguntó Nora, quien venía acompañada por Melanie, apenas llegó a la empresa.

—Para Andy.

—¿Piensas gastar material solo para mantener a ese tipo escondido?

—Si, claro. ¿Algún problema?

—No es que... —la mano en su hombro la hizo detenerse.

—No hay ningún problema.

—Vale. Estaré en mi oficina.

Se metió las manos en los bolsillos y camino al ascensor. Miró el cuadro rojo que cambiaba de número pensando en cómo haría las cosas de ahora en adelante. Solo era cuestión de darse cuenta que entre Lucas y él lentamente se distanciaban. Era como si tratarán de separarse de algún modo. Esas eran sus formas, dar celos él uno al otro, molestarse, ignorarse, desaparecer unos días, pelear, discutir...

Pero Lucas había llevado todo a otro extremo.

Bajó del ascensor y caminó hasta la puerta de la oficina. Entró en el lugar viendo que tenía acumulado varias solicitudes de empleo. No tenía ánimos de leer nada. Probablemente terminaría atrasandóse tanto que le diría a Nora y Melanie que las leyeran por él. Se sentó en la silla y trató de pensar en otra cosa.

Decidió concentrarse en la remodelación de la casa y la cueva de Andy. Agarró un cuaderno y un bolígrafo, empezando a hacer sus extraños cálculos. No era un lugar tan grande, ocupaba el mismo lugar de la casa seis metros bajo tierra. Debía hacerlo más habitable para que dejara de parecer un arrastrado. La puerta de la oficina se abrió y entró Royer. Se sentó en la silla frente a él y lo miró.

Se miraron por unos segundos hasta que Christian bajó la mirada hacia el cuaderno en dónde estaba haciendo los supuestos planos.

—¿Desde cuando Andy y tu son tan amigos?

—Hablé con él anoche y aún sigo sin poder creerlo.

—Según Jim, es mucho mejor para mí aceptar que las cosas pasaron y no estancarme en situaciones que se que me afectan a largo plazo así que... ¿Que te parece si me ayudas a planear como remodelar la casa? —le dijo. Royer pudo ver en sus ojos esa típica mirada de que solo le decía que lo ignorara.

Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora