UNDER CONTROL ━━ hermione granger

1.1

—El ministro de magia cree que Sirius Black irá detrás de ti, Xavier—Habló el hombre, sosteniendo una copa de alguna clase de alcohol en su mano—. Eres su pariente directo, aunque también cree que irá detrás de Potter por la relación que tenía con el padre de este.

Xavier se mantuvo sereno, aunque terminó soltando un suspiro, bebiendo de su copa, la  cual solo contenía cerveza de mantequilla, pero pasando completamente desapercibida por la elegancia con la que bebía el chico de 14 años recién cumplidos.

—Sirius Black no vendrá por su patético hermano menor, Lucius—Murmuró finalmente—. Porque mi madre, en sus últimos días, siempre me recalcó que era lo suficientemente estúpido como para creerse un héroe, por lo que irá detrás de Potter para hacer lo que sea que hará con él.

Xavier era un chico bastante inteligente, con una mente única, por lo que no le era difícil recordar las palabras de su madre desde que tenía cuatro años hasta que fue su turno para irse del mundo terrenal, cuando él tenía seis años.

—De todas maneras, debes ser precavido, Xavier—El chico giró su cabeza en dirección a la puerta de aquella oficina, encontrándose a Narcissa, su prima—. Black ha pasado 12 años en Azkaban, los suficientes para perder la cabeza y dejar de ser quien fue alguna vez.

—Tendré cuidado, Cissy—Respondió el chico, levantándose de la silla en donde estaba, dejando la copa en el escritorio antes de acercarse a la mujer. Se detuvo frente a ella y le dio una sonrisa—. Y si Sirius ha perdido la cabeza, quizás ni siquiera recuerde mi existencia. Así que, les agradezco la preocupación por mi, pero no deben tenerla.

El chico realizó un pequeño asentimiento con su cabeza antes de salir de la oficina, dirigiéndose a su habitación en Malfoy Manor.

Habían pasado 8 años desde que había comenzado a vivir con la familia Malfoy luego de la muerte de su madre. El Ministerio de Magia había terminado dándole la tutela suya a la familia Malfoy luego de debatir entre considerar a Narcissa Malfoy como su tutora, o considerar a Andromeda Tonks, ambas Black's en su soltería, y hermanas; las únicas familiares que poseía con vida o sin estar en Azkaban, como era el caso de Sirius y Bellatrix Lestrange.

Aquel cambio de aires le había hecho crecer de golpe y madurar de la noche a la mañana, pero podría decir que su vida seguía tranquila, sin poder quejarse. Su prima se había convertido en una madre para él, aunque pocas veces le llamaba de esa manera, como también, rara vez llamaba padre a Lucius. Con Draco, su relación era diferente, porque habían crecido como hermanos, y sabía que nunca dejaría de ver al rubio como su hermano menor, prometiéndose, a sí mismo, darle todo el amor de hermano que pudiera recibir, no como él.

Cuando llegó a su habitación, notó que su lechuza, Philip, se encontraba con una carta en su pico. Sonrió al saber que se trataba de la respuesta de Cho a la carta que había enviado la noche anterior. Sin tardar mucho, le dio comida a Philip antes de sentarse en su cama para leer el contenido del sobre.

❝Querido Xavier,
También casi fui devorada por el libro de Cuidado de Criaturas Mágicas, ¡Te agradezco por enseñarme a abrir el libro-perro! No podría haber pensado en acariciarlo, eso que soy Ravenclaw.
Cedric ha venido ayer a cenar con su familia, y ha sido lo más incómodo cuando mi padre lo atacó con preguntas, casi me lanzo por la ventana con mi escoba (Espero no te rías de mi, Ben se tomó el tiempo de enviarme un vociferador solo para reírse), pero todo terminó bien, ¡Por suerte!
Bien, dejaré de aburrirte con mi vida amorosa, Eridanus.

Nos vemos en el tren, cabeza de puerco.
Cho xoxo

Xavier rodó los ojos por las últimas líneas, riendo un poco antes de guarda la carta en una caja que tenía reservado para ello.

Terminó de ordenar su baúl guardando las nuevas túnicas que había comprado hace unos días, al igual que algunos pergaminos, plumas y tintas. Añadió algo de ropa que no fuera el uniforme de la escuela y unos pijamas.

Terminó tomando el periódico El Profeta que tenía en su mesita de noche cuando terminó, leyendo una y otra vez el titular.

BLACK SIGUE SUELTO

El Ministerio de Magia confirmó ayer que Sirius Black, tal vez el más malvado recluso que haya albergado la fortaleza de Azkaban, aún no ha sido capturado.

«Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para volver a apresarlo, y rogamos a la comunidad mágica que mantenga la calma», ha declarado esta misma mañana el ministro de Magia Cornelius Fudge.

Fudge ha sido criticado por miembros de la Federación Internacional de Brujos por haber informado del problema al Primer Ministro muggle. «No he tenido más remedio que hacerlo», ha replicado Fudge, visiblemente enojado. «Black está loco, y supone un serio peligro para cualquiera que se tropiece con él, ya sea mago o muggle. He obtenido del Primer Ministro la promesa de que no revelará a nadie la verdadera identidad de Black. Y seamos realistas, ¿quién lo creería si lo hiciera?»

Mientras que a los muggles se les ha dicho que Black va armado con un revólver (una especie de varita de metal que los muggles utilizan para matarse entre ellos), la comunidad mágica vive con miedo de que se repita la matanza que se produjo hace doce años, cuando Black mató a trece personas con un solo hechizo.

Xavier sintió algo de resentimiento cuando dejó de leer, porque recordaba ver a su madre, Walburga Black, deteriorarse poco a poco a raíz de las acciones de sus hermanos mayores. No podía culpar a Regulus cuando el ya había muerto, pero Sirius había sido el primero en destrozar a su progenitora cuando huyó de casa.

Había sido quien cavó la tumba de su madre, sin olvidar la de su padre, y por eso le odiaba.