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Xavier se apareció dentro del andén 9 y 3/4 el primero de septiembre, haciendo levitar su baúl detrás de él mientras caminaba, llevándose todas las miradas sobre él por la elegancia que desbordaba en cada paso.

—Deberías despedirte de tu hermano mayor, Xavier—La voz de Sirius llamó su atención, y cuando se giró a verlo, se percató que metros más atrás de este se encontraban los Weasley, Granger y Potter—. Saliste muy temprano hoy de la Madriguera.

—No había ordenado mi baúl y tuve que pedirle a Kreacher que me ayudara—Respondió el chico, aunque fuera una total mentira.

La marca tenebrosa le había hecho despertarse en medio de la noche, sintiendo que podría perder el brazo ante el ardor que sentía, como ai estuvieran quemándole con algo, pero eso solo indicaba que el Señor Oscuro le necesitaba, y había sido la razón por la que huyó de la Madriguera durante la noche luego de que se hubiese quedado los últimos días allí.

Voldemort le había tenido el último tiempo participando en algunas misiones que involucraban extensos duelos que le dejaban desecho, teniendo que fingir que todo estaba bien, aunque esa madrugada había sido bastante complicada, teniendo que hacer jurar al elfo doméstico que nadie nunca sabría lo que él había hecho esa noche, menos sobre la marca en su antebrazo.

—Te veré para navidad—Fue lo único que dijo el chico cuando abrazó al mayor—. Cuídate, por favor. No cometas locuras, y si planeas hacerlo, piénsalo dos veces.

Se despidió a lo lejos de los señores Weasley, subiendo al tren en dirección al vagón de los prefectos, en donde dejó su baúl y se encerró en un compartimiento a solas.

El tren comenzó a moverse apenas su reloj marcó las 11 a.m, al mismo tiempo en que su momentánea paz se vio interrumpida cuando abrieron la puerta corrediza del compartimiento, dejando ver a Hermione, quien no tardó mucho en instalarse dentro de este.

—Creo que es la primera vez que encuentro una oportunidad para hablar a solas desde que terminó el curso pasado, sin otras actitudes de por medio—Comenzó Hermione, pero Xavier no le respondió—. El mundo está patas arriba, y parece que en cualquier minuto todo podría acabarse. El curso pasado también fue caótico, y puede que este igual lo sea, pero hay algo que nunca ha cambiado en mi a lo largo de este tiempo: Mis sentimientos por ti. Estoy enamorada de ti, Xavier Black. Podría decir que desde que llegué a Hogwarts, porque llamaste demasiado mi atención cuando apenas tenía 11 años, pero nunca te lo dije porque me sentía alguien insignificante a tu lado. Cometí errores cuando estuvimos juntos en una relación estable, y eso siempre me tortura, hasta hoy. Y yo... Siento que en cualquier momento podría morir solamente por ser nacida de Muggles... Y siento que mi vida sería vana si no estoy contigo hasta el último momento...

El chico Black se percató como la voz de Hermione había empezado a temblar en medio de sus palabras, y finalmente, le dirigió la mirada, notado las relucientes lágrimas caer de sus ojos.

Él sabía que en el pasado actuó de manera poco racional luego de su rompimiento, jugando con ella y con todo lo que habían tenido en el pasado, dañando inconsciente a Hermione y a si mismo en un tonto intento de olvidar lo que les había arruinado, haciendo todo peor que antes.

¿Acaso era tarde para recoger todos los pedazos de su corazón y volver a armarlo?

Xavier también sentía que en cualquier momento podría morir, porque le había vendido su alma al diablo, y la prueba reposaba en su brazo izquierdo, y aquello solo le hacía añorar todo lo que le hacía bien en el pasado.

Tomó el rostro de la chica entre sus manos y quitó las lágrimas de sus ojos con delicadeza, y todo se sintió diferente en el momento en que decidió unir sus labios con los ajenos.

Hermione había aparecido cuando creía que no tenía nadie a quien amar, y había vuelto a aparecer cuando caía poco a poco en un vacío que él mismo había creado.

Y quería ser feliz con ella hasta que la cruda realidad los separe.

—Lo siento, Hermione—Murmuró el chico—, por todo el daño que alguna vez te provoqué luego de haber prometido que siempre te protegería, cuando siquiera pude protegerte de mi mismo. Estoy enamorado de ti, Hermione Granger. Siempre fuiste tu la dueña de mi corazón y mis pensamientos. Y no me importaría morir hoy mismo si sé que lo hice amándote hasta el último momento.

Un nuevo año en Hogwarts iniciaba, el último año de Xavier, al mismo tiempo en que su corazón parecía ser sanado tan solo al saber que el amor que sentía era correspondido y sin tener nada que ocultar.

O bueno, casi nada.

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora