A Xavier no le había agradado para nada saber que Draco había sido lastimado por un hipógrifo en su clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Y, sabiendo que, seguramente, el menor había sido quien cavó su propia tumba, su instinto de hermano sobreprotector no le detuvo a escribirle una carta a Lucius para que tomara cartas en el asunto, aprovechando el viaje de su lechuza Philip para resumirle sus primeras semanas en Hogwarts a su prima Narcissa.
Los primeros días de Octubre ya eran bastante fríos, y eso significaba tener que resguardarse en la biblioteca, el cual parecía ser el único lugar cálido en donde podía tener tranquilidad, porque su sala común era casi como estar en la Antártida.
Había sido abandonado por sus amigos cuando estos tuvieron que ir a sus clases, mientras que él tenía un periodo libre antes de la cena. A esa hora, la biblioteca estaba casi desierta, y lograba ver a algunos estudiantes cabeceando en un intento de no dormirse haciendo sus deberes, y aquel silencio en el lugar le hizo percatarse de un sorbeteo a su alrededor, como si alguien estuviera llorando. La curiosidad fue mayor en ese momento, cerrando su libro de Runas Antiguas para levantarse del lugar que ocupaba luego de recoger sus cosas, comenzando a caminar por la biblioteca en búsqueda de la fuente de aquel ruido.
Encontró la fuente en las mesas más lejanas de la entrada, en una chica que no dudó en reconocer por su cabello castaño y algo enmarañado, provocándole un pequeño suspiro.
—Granger—Vio a la chica sobresaltarse un poco antes de mirarle—, ¿Estás bien?
—Black—Le oyó decir, con cierta confusión en su rostro, para luego fruncir su ceño—, no es de tu incumbencia.
—Claramente, no lo es—Añadió el chico, porque era claro que Hermione estaba a la defensiva—. Pero ninguna persona, con buenas intenciones, dejaría pasar el hecho de oírte llorar.
Cuando no le oyó responder por unos segundos, arrastró la silla junto a ella para sentarse a su lado, y realmente, no esperó sentir los brazos de la chica rodearle cuando su llanto se intensificó.
Aquello le había tomado desprevenido, tardando un tiempo en corresponder aquel gesto con unas palmadas en su hombro, que luego se transformaron en caricias en su espalda, porque parecía ser algo que necesitaba.
Xavier se sentía extraño, y era porque no acostumbraba a esa cercanía femenina, porque se sentía completamente diferente a cuando estaba con Cho, porque con la Ravenclaw era más fraternal, y con la Gryffindor solo era... Distinto.
Perdió la noción del tiempo, metido en sus pensamientos que solo rondaban en el mismo tema, y todo relacionado con la chica que seguía abrazando, hasta que sintió que se alejó, dejándole algo descolocado.
—Lo siento mucho—Habló Hermione. Cuando le miró el rostro, notó sus ojos irritados, y un sonrojo en sus mejillas—. Han sido días algo... Complicados. Lamento si te he incomodado.
—No lo lamentes, no me ha incomodado—Respondió el chico Black, aclarando su garganta—. Pero, de todas formas, quiero oír qué es lo que te tiene así.
—¿Puedo confiar en ti?—Cuestionó Granger, dudando.
—Siempre—Murmuró Xavier, con sinceridad.
[...]
Aquel extraño encuentro que había tenido con Hermione Granger había derivado en muchos encuentros más, y cuando menos lo había esperado, ya se había acostumbrado a encontrarse diariamente con la chica Gryffindor en la biblioteca, en donde pasaban desapercibidos.
Todo fluía con naturalidad entre ellos, las conversaciones no se sentían forzadas y parecían tener muchas cosas en común, lo que provocaba que desconocidos sentimientos brotaran sin permiso en él.
La primera salida a Hogsmeade sería ese día, 31 de Octubre, el día de Halloween.
Y quizás, solo quizás, podría ser la primera vez que había invitado a una chica a ir juntos a una salida de Hogsmeade, porque Cho no contaba.
—¿En qué piensas tanto, Xavier Eridanus?—La voz de Ben caló en sus oídos.
—Hay algo que nos ocultas—Habló Cho esta vez—. Y desde hace tiempo lo ocultas. Escúpelo, Black. O tendré que usar otros métodos para saberlo.
—Hm... Quizás yo tengo noción de lo que sucede con Xavier—Siguió Ben, riendo con malicia—. Se debe a alguien con una H, en su nombre, y que termina con Ermione Granger.
Xavier miró con molestia a su amigo, aunque pasó a sentirse avergonzado de golpe. Le había comentado a Ben sobre sus tardes con Granger en busca de apoyo moral, porque era la primera vez que no sabía cómo actuar en una situación.
—Ya no te confiaré nada más, Collins—Exclamó, mirando ahora a Cho, quien parecía haberse quedado congelada ante lo que había dicho su amigo—. He estado hablando con Hermione desde hace un tiempo...
—No puedo creerlo...—Susurró Cho—. ¿Le has pedido consejos a Benjamin, quien ni siquiera puede hablarle a una chica, antes que a mi, considerando que soy una chica? Ahora no puedo creer que eres el mejor de nuestra generación, Xavier Black. Bueno... Quizás ahora entiendo porqué siempre te miraba durante la cena, y porqué la encontré en el campo de Quidditch hace unos días, cuando entrenaba Slytherin.
Xavier soltó una risita al oír las palabras de su mejor amiga, distrayéndose un poco al mirar sus zapatos, adelantándose a sus amigos.
—Por Merlín—Oyó a sus espaldas a Ben—. ¡Está enamorado! ¡Cho, Xavier está enamorado!
Ni siquiera sabía qué era lo que él mismo sentía, pero si sentirse de esa forma indescifrable, y de buena manera, significaba estar enamorado, entonces sí; quizás, solo quizás, estaba enamorado.
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UNDER CONTROL ━━ hermione granger
FanficEn donde el último hijo de Orión y Walburga Black, Xavier Black, tiene que soportar ser apuntado por los delitos de su hermano mayor, a quien apenas conoció. O en donde Xavier tiene que acostumbrarse a lidiar con personas curiosas acerca de su extr...