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La noticia de que Harry Potter y los gemelos Weasley habían sido castigados con la prohibición de jugar quidditch hasta que terminaran su educación en Hogwarts había recorrido hasta el último centímetro del castillo, y los Slytherin no habían tardado en utilizar ello para sus burlas, por lo que la canción "A Weasley Vamos a Coronar" no dejaba de escucharse en cada rincón.

Y, aunque Xavier quisiera mantenerse al margen y no corear aquella canción, se había encontrado a sí mismo pensando en los pegadizos versos y cantándolos de un momento a otro. 

El mes de noviembre pasó verdaderamente rápido envuelto en los deberes de prefecto, las prácticas de quidditch y sus deberes escolares; y, cuando menos se lo esperó, Xavier ya se encontraba supervisando las decoraciones del castillo para la época navideña cuando los primeros días de diciembre llegaron.

Las cosas con Ben y Cho habían vuelto brevemente a la normalidad luego de que el grupo, junto a Lea, fueran juntos a Hogsmeade en la salida el sábado anterior a halloween; y habían esperado que aquella paz volviera, pero el par de Ravenclaws habían vuelto a desaparecer de manera espontánea cada vez que lograban verse por algunos segundos. 

—¡Oye, Xavier!—La voz de Lea fue lo primero que escuchó el chico al llegar al gran comedor para el desayuno, percatándose que la chica se encontraba junto a Pansy Parkinson y Theodore Nott, terminando por unirse a ellos—. ¿Quieres unirte a la Brigada Inquisitorial conmigo? Pansy y Theo también lo harán, al igual que Draco y Blaise.

—¿No es lo mismo que ser prefecto?—Cuestionó el chico, colocando unas tostadas en su plato para poder comer.

—Es mejor que eso—Pansy habló ahora, dejando caer una de sus manos en el brazo de Xavier cuando este estuvo sentado junto a ella—. La profesora Umbridge nos dará libertad de restar puntos al resto de las casas, además de ganar unos créditos extra, y claramente, el respeto de todos...

—Supongo que me uniré con ustedes—Xavier se encogió de hombros, sin vacilar demasiado con su respuesta. 

Terminó desayunando solo cuando Lea y sus nuevos amigos se dirigieron al despacho de Umbridge apenas terminaron de comer, y los siguió cuando terminó luego de unos veinte minutos más.

Los pasillos no estaban tan concurridos, porque era domingo y la mayoría aprovechaba de dormir unas horas más en la comodidad de sus camas y no enfrentar el frío de diciembre, y quizás lo silencioso que estaba el castillo fue lo que provocó que se sobresaltara cuando sintió que tomaban su mano para sacarlo de sus pensamientos. 

Los ojos del chico se abrieron con leve sorpresa al ver a esa chica frente a él, aclarando su garganta antes de hablar.

—Hermione—Fue lo único que salió de su boca, para luego continuar luego de unos segundos—. No hablamos hace mucho... ¿Cómo has estado?

Y, efectivamente, Xavier no había hablado hace bastante con Hermione, y había dejado de tener aquellos casuales encuentros con ella desde que Umbridge había sido ascendida a Suma Inquisidora; y el chico no había pensado en lo estresante que había sido dejar de ver a Granger de golpe hasta ese momento. 

—¿Te unirás a la Brigada Inquisitorial?—Fue lo único que soltó Hermione, dejándole algo desconcertado.

—Yo he estado bien, gracias por preguntar—Xavier exclamó con sarcásticas palabras, siguiendo su camino, ahora, con la chica a su lado—. ¿De dónde escuchaste que me uniría a la brigada?

—Lea Rosier no es para nada disimulada al hablar por los pasillos—Respondió la chica—, solo quiero saber si es cierto lo que escuché.

—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos—Black siguió, evadiendo el tema—, ¿Y eso es lo primero que me preguntas?

—Solo... No quiero que hagas cosas de las que puedes arrepentirte en un futuro. 

La forma en que Hermione había soltado esas palabras provocaron que la molestia surgiera de un segundo a otro, dejando ese sentimiento en evidencia cuando su ceño se frunció. El revoltijo de emociones que podría sentir por Hermione quedaron en segundo plano cuando la ira comenzó a predominar, y Xavier no tardó en apartar la delicada mano de la chica de su brazo en un gesto algo agresivo. 

—¿Te he dado el derecho de inmiscuirte en mis decisiones? Claro que no, ni tampoco eres alguien que signifique mucho en mi vida como para tomar consejo de ti considerando las cosas que hiciste en el pasado—Las palabras salieron en un tono duro y monótono—. Piérdete, Hermione. Y aprende a no ser tan chismosa, es detestable. 

Xavier dio media vuelta y continuó con su camino hacia el despacho de Umbridge. Si antes solo había pensado en unirse a la Brigada Inquisitorial para estar junto a sus amigos, y para mirar el panorama desde aquel lado, ahora realmente lo hacía para sacar de sus casillas a la chica que le había roto el corazón, y que, lamentablemente, parecía haberle hechizado, porque siempre terminaba teniéndole a sus pies.  

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora