3.4

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Xavier caminó malhumorado por la gigantesca estación de trenes King's Cross, oyendo los rápidos pasos de un perro a sus espaldas, fingiendo que ese animal no existía, porque le había parecido la idea más estúpida por parte de Sirius acompañarle a él y a Potter en su forma animaga, sabiendo los riesgos que conllevaba aquello.

El chico fue el primero en entrar al andén 9 y 3/4, porque no estaba de humor como para mantenerse cerca de los Weasleys, de Potter, de Granger y del grupo de aurores que les habían acompañado desde que salieron de su casa en Grimmauld Place. Cuando estuvo a punto de subir al tren, tirando de su baúl, sintió como algo, o alguien, le tiraba de su pantalón, seguido de oír un gruñido.

—Sigo pensando que deberías haberte quedado en casa—Xavier murmuró en voz baja hacia el perro negro, quien movía su cola con gracia—. Aún así, te extrañaré aunque hayan sido unas vacaciones medianamente ingratas. Espero que nos veamos en Navidad, procura no volver a hacer esta clase de locuras.

Xavier sonrió con sinceridad cuando el perro lamió una de sus manos, limitándose a acariciar la cabeza de este antes de subir al tren, caminando hacia el vagón de prefectos mientras miraba en cada compartimiento si lograba ver a sus amigos, aunque, desafortunadamente, no logró encontrarlos, sabiendo que tendría que esperar más para reencontrarse con ellos.

Dejó su baúl en uno de los compartimientos del vagón de prefectos, dejándose caer con un suspiro en uno de los asientos. Sintió como el tren comenzó a moverse minutos después, fijando su mirada en la ventana por unos segundos antes de sacar un libro de su baúl para distraerse.

Su mirada se alzó de las páginas amarillentas de su libro cuando oyó que se abría la puerta del compartimiento, sonriendo de manera inevitable cuando se dio cuenta que no era nadie más ni nadie menos que Lea Rosier, jalando su baúl con una mano y trayendo una bolsa de dulces en la otra.

—Apuesto un sickle que no adivinas quién será prefecta contigo—Fue lo primero que dijo la chica, dejando sus cosas a un lado antes de darle un abrazo al chico Black como saludo.

—Creí que seguiría siéndolo Matilda Blishwick—Respondió el chico, robándole un dulce a Lea.

—También lo creí, hasta que recibí la insignia en mi carta hace dos semanas—Lea se encogió de hombros—, y ahora, me enteré por los de séptimo año que sus T.I.M.O.S han estado desastrosos, y quizás por eso, el profesor Snape ha decidido revocarle ese derecho. ¿Qué tal tus T.I.M.O.S?

—¿Crees que me hubiera atrevido a regresar a Hogwarts si no hubiese sacado Extraordinario en todos?—Xavier presumió sus calificaciones, recibiendo el golpe de un trozo de varita de regaliz en el rostro—. ¿Cómo han estado los tuyos?

—¡Eres un presumido! Aunque me lo esperaba de ti—Lea rezongó, cruzándose de brazos—. He sacado Extraordinario en todos, menos en Historia de la Magia, donde he sacado un Supera las Expectativas. Podría haber sido mejor si tan solo no me hubiese dormido durante el T.I.M.O.

—Y eso que pateé tu silla para que te despertaras cada vez que te veía a punto de dormir—Xavier se burló de la chica, aunque decidió cambiar el tema de conversación para no molestar más a su amiga—. ¿Qué tal las vacaciones en París?

—Aburridas, ya conozco todos los lugares allí y mi abuela no me dejó viajar a Alemania o España sabiendo que son países vecinos a Francia—Lea hizo una mueca—. Deberías haber ido conmigo, quizás me hubiese dejado ir a otro lados. Creo que mi abuela está enamorada de ti desde que me ayudaste en el mundial de Quidditch, y más ahora que pasaste unas semanas en casa. ¿Cómo estuvieron las cosas con Hocicos?

—Mis vacaciones fueron parecidas a las tuyas—Comenzó Xavier, relamiendo sus labios al recordar todo lo que sucedió desde que dejó la casa de Lea—. Pasé unos días con los Malfoy, y el resto en la mansión Black con Hocicos y muchos invitados indeseados pelirrojos y con anteojos que estuve obligado a ver a diario y a escuchar como insultaban a mi madre y al elfo doméstico que casi me crió frente a mis narices.

Lea alzó sus cejas con sorpresa al oír las palabras de su amigo, levantándose y sentándose junto a él para hablar en voz baja, como si alguien pudiese escucharlos.

—¿También estaba... Granger?—Lea murmuró en voz baja y contra una de las orejas de Xavier, provocándole escalofríos al chico.

—Claro que sí—Respondió el chico, alejándose tan solo unos centímetros, para poder mirar a los ojos a Lea—. Nunca se aparta del otro par, aunque lo hizo para meterse a mi habitación en las noches.

Los ojos de Lea podrían haber saltado de su posición del asombro, tomando del rostro a Xavier para acercarlo al suyo.

—¿Quieres volver con ella?—Cuestionó la chica, con absoluta curiosidad—. Ya sabes... para que nada vuelva a pasar entre nosotros.

—No lo sé—Respondió sincero el chico Black—. No puedo detenerme a pensar en cosas ínfimas como mis enredados y confusos sentimientos, y tratar de comprenderlos, sabiendo que en cualquier momento podría entrar Lord Voldemort y asesinarnos a todos. Solo quiero disfrutar al máximo mis días, cometer errores de adolescente ignorante y cumplir con mis deberes escolares. ¿No crees tú que debemos vivir, aunque sea fingido, en la ignorancia hasta que llegue el momento de enfrentar todo?

—Estás pensando demasiado—Respondió Lea, apretando suavemente sus labios—. Pero me gusta. Seamos ignorantes por un tiempo, aunque signifique que te vuelvas un rompe-corazones. Quizás yo también pueda serlo.

Rosier terminó sus palabras estampando sus labios contra los del chico, quien correspondió ese espontáneo beso algo desconcertado, el cual podría haber pasado a algo más si tan solo no hubiesen abierto la puerta del compartimiento de golpe, provocando que ambos miraran en esa dirección.

—Los Premios Anuales ya han convocado a la reunión de prefectos al final del vagón—Habló Hermione, quien, desafortunadamente, había sido quien les interrumpió, luciendo un sonrojo en sus mejillas y su ceño levemente fruncido—. Apresúrense.

La puerta del compartimiento fue cerrada de golpe, dejando al par en silencio.

—Apuesto un galeón que no vuelves a tener algo con ella durante esta primera semana de clases—Murmuró Lea, soltando una carcajada luego de un tiempo.

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora