UNDER CONTROL ━━ hermione granger

4.9

Xavier se miró al espejo mientras acomodaba la túnica de gala negra que se había puesto esa noche, suspirando un poco antes de lanzarse un hechizo cosmético para tapar sus ojeras.

La navidad estaba bastante cerca, y esa misma noche, sería la cotizada fiesta de navidad del profesor Slughorn, a la cual iría junto a Hermione, quien formaba parte del dichoso grupo del profesor de Pociones.

El chico Black miró a su primo a través del espejo frente a él, viendo que el rubio se encontraba ojeando sus libros con total tranquilidad.

—Si irás a ver lo del armario, procura que no te encuentren—Xavier vio a Draco pegar un pequeño sobresalto en su lugar—. Los Prefectos han aumentado los patrullajes hoy por la fiesta de Slughorn, y si tan solo no hubieras rechazado el puesto este año, no levantarías sospechas si te encontraran rondando por el séptimo piso.

—Deja de actuar como si fueras mi padre—Malfoy escupió con cierta molestia, pero Black le oyó suspirar luego de unos minutos—. Bien, tendré cuidado.

Xavier de su habitación detrás de Draco, y ambos chicos se separaron cuando estuvieron fuera de la sala común de Slytherin. El chico Black siguió su camino hacia el vestíbulo del castillo, donde se encontraría con Hermione, para dirigirse luego al despacho de Slughorn.

Y, efectivamente, cuando llegó al punto de encuentro, vio  Hermione esperando por él, llevando puesto un vestido de color rosa palo que le hacían lucir espectacular, resaltando de manera esplendorosa la belleza natural de la chica, lo suficiente para que Xavier perdiera la noción del tiempo al quedarse quieto mirándole.

—Me siento afortunado de tener una novia tan hermosa—Fue lo primero que salió de la boca de Xavier cuando extendió una mano hacia la chica, dejando un beso en dorso de la delicada mano de Hermione.

—Y yo me siento afortunada de tener un novio tan guapo y caballeroso—La chica le siguió el juego, soltando una risa y entrelazando uno de sus brazos con uno del chico, comenzando a caminar juntos por los pasillos del castillo en dirección al despacho de Slughorn.

Cuando entraron al lugar, Xavier supuso que el anciano había lanzado algún hechizo de ampliación del espacio, porque el lugar parecía ser casi del mismo tamaño que el Gran Comedor, con largas mesas repletas de comida, algunos magos y brujas de fama paseando de un lado a otro, estudiantes pertenecientes al grupo selecto de Slughorn, logrando ver a Lea junto a Theodore dando vueltas por el lugar; y estudiantes vestidos de mayordomos repartiendo copas de hidromiel y jarras de cerveza de mantequilla, junto algunas cosas de comer en tamaño cocktail.

Música resonaba en el lugar a un volumen moderado y quizás algo bajo, ya que las charlas entre los invitados eran los suficientemente ruidosas para acallar la voz de la mujer que cantaba en la canción que se reproducía. Xavier no tardó en tomar la cintura de Hermione para comenzar a bailar junto a algunas parejas que también lo hacían, sin evitar sonreír cuando Hermione soltaba risas melodiosas.

—Creí que nunca encontraría las reuniones de Slughorn divertidas—Habló la chica—, pero me doy cuenta que solo me divierto porque estás tu.

—Hoy estás romántica, Herms—Xavier rió un poco—. Me alegra saber que te sientes bien junto a mi, porque, estando a tu lado, me siento mejor que nunca.

El chico alzó su mirada, viendo que, por arte de magia, un muérdago apareció sobre sus cabezas. La chica no tardó en percatarse también de ello, dejando una sonrisa adornar su rostro, comenzando a reducir la distancia entre ellos.

No lograron besarse, porque Xavier terminó empujando a Hermione unos cuantos centímetros cuando alguien le empujó por la espalda, girándose y encontrándose con la desagradable presencia de Cormac McLaggen, un Gryffindor de séptimo año bastante odioso.

—¿Hay algún problema, McLaggen?—Cuestionó el chico Black, mirándole con molestia, sentimiento que no disminuyó cuando el Gryffindor solo se dedicó a mirar a la chica.

—Hermione, ¿Quieres bailar conmigo?—McLaggen tomó la mano de la chica, y Xavier colocó una mano en el hombro del chico.

—McLaggen, McLaggen, McLaggen—Xavier empujó al chico, negando con su cabeza—. La inteligencia te persigue, pero tu eres más rápido. Hermione no quiere estar contigo, y creo que ninguna chica en su sano juicio lo haría. Así que, ea mejor que dejes tranquila a mi novia.

Xavier tomó la mano de Hermione y se alejaron de allí, deteniéndose junto a los bebestibles, en donde el chico le alcanzó una copa de hidromiel a la chica.

—Es un idiota—Murmuró Hermione—. Cree que estoy a sus pies desde que asistí a las pruebas de quidditch cuando solo fui a apoyar a Ron.

—Me recuerda a Lockhart—Añadió el pelinegro—. Es igual de narcisista y descerebrado que Lockhart.

La atención de todos los presentes recayó en Filch, quien traía arrastrando a Draco Malfoy, con una sonrisa maniática, soltándolo frente a Slughorn.

—Profesor Slughorn—Habló Filch—. He encontrado a este chico merodeando por los pasillos de los pisos superiores. Dice que venía a su fiesta pero que se ha extraviado. ¿Es cierto?

—¡Está bien, no me han invitado!—Malfoy se soltó del agarre de Filch— ¿Satisfecho?

—Está bien, Argus—Slughorn calmó a Filch—. Es una fiesta, no es un crimen.

Xavier vio como Snape se acercaba a Draco luego de que Slughorn se alejara, siguiéndoles con su mirada hasta que los perdió cuando salieron del lugar, aunque le llamó más la atención al ver que Harry Potter salía detrás de ellos.

—Herms, iré al baño—El chico llamó la atención de su novia—. Volveré en unos minutos.

Evitó alguna palabra de la chica dejando un beso en sus labios, alejándose a paso tranquilo fuera de aquel despacho, acelerando estos cuando estuvo afuera, sin ver a Potter, suponiendo que traía la capa de invisibilidad.

Escuchó la voz de Snape y Draco en un salón del mismo pasillo, entrando luego de dos toques en la puerta, lanzando al instante un Muffliato para insonorizar el salón.

—Lo que sea que quieran discutir, tendrán que hacerlo en otro lado y en otra ocasión—La voz de Xavier fue demandante—. Harry Potter les siguió, y seguramente, escuchó todo lo que dijeron hasta antes de que llegara.