El primer partido de Quidditch de la temporada estaba a solo unos días de ocurrir, y no era novedad que, al ser el partido inaugural, fuera disputado entre Gryffindor y Slytherin, porque la eterna rivalidad entre esas casas hacía el ambiente mucho más encendido y eufórico para cualquier estudiante de Hogwarts, sin olvidar a los profesores y a los fantasmas que rondaban por el castillo.
Slytherin, gracias al profesor Snape, había ocupado la mayor parte de la semana anterior al partido practicando en el campo de quidditch, y Xavier podría jurar que parecía pasar más tiempo allí que estudiando para las asignaturas que tenía ese curso, y de la misma manera, el tiempo que compartía con sus amigos se había reducido bastante, porque aún no entendía por qué Ben y Cho parecía evadirle a él y a Lea durante las clases y fuera de ellas.
Noviembre finalmente había llegado, y a su vez, el frío del otoño que parecía más de invierno, y no fue de esperarse que, el sábado del partido de quidditch, estuviera nevando y el castillo se sintiera como estar dentro de un témpano de hielo.
—¿Crees que hemos hecho algo mal?—Xavier miró con confusión a Lea cuando le escuchó hablar, pero se percató que su amiga miraba la mesa de Ravenclaw, específicamente, a sus amigos—. Creo, mejor dicho, Ben y Cho nos han estado ignorando todo este tiempo. Hace unos días, saludé a Ben en el pasillo del séptimo piso, y solo me miró y casi corrió para alejarse...
—Debe ser por el ambiente—Respondió el chico, terminando su desayuno con una taza de chocolate caliente—, digo, el próximo partido, luego de este, Slytherin se enfrentará con Ravenclaw. Debe ser una clase de estrategia de quidditch...
Eso era lo que quería creer Xavier Black, pero, muy dentro de sí mismo, podía afirmar con seguridad que era algo más que eso.
Xavier se despidió de Lea cuando tuvo que ir con el resto del equipo de Slytherin, viendo que su amiga había vuelto a acoplarse con el grupo de amigos de Draco. Luego de haber pasado tiempo con ellos en Hogsmeade, el par de amigos de sexto año habían formado una agradable amistad con los chicos de quinto año, por lo que, a veces, paseaban juntos por los pasillos del castillo, y se había hecho más común desde que perdieron poco a poco el contacto con sus amigos de Ravenclaw.
Cuando llegó al campo de quidditch junto al equipo, Xavier no tardó en cambiarse a su túnica para el juego dentro de los vestuarios, colocándose sus guantes de piel de dragón especiales para la temperatura que había ese día. Luego de escuchar el vago discurso de Montague, el capitán del equipo, el chico Black no tardó en colocar su escoba en su hombro para salir del en dirección al campo, en donde ya se encontraba todo el equipo de Gryffindor junto a Madame Hooch, escuchando únicamente las ovaciones de los estudiantes pertenecientes a Slytherin para ellos.
—Xavier—El mencionado miró a su primo, Draco, cuando este le habló. Notó que le estiraba una insignia plateada de corona, y no tardó al recordar de qué se trataba—. Póntela, todos la traemos puesta.
El chico no objetó nada, y terminó colocando la insignia en su túnica, subiendo a su escoba cuando oyó a Madame Hooch ordenarlo. Segundos después, se oyó el silbato, y vio volar por los cielos a las pelotas de quidditch, sin tardar en ir detrás de una quaffle.
Cuando logró interceptar una en manos de Angelina Johnson, una cazadora de Gryffindor, no tardó en volar lo más rápido que fuera hacia los aros que eran resguardados por Ron Weasley, pero no tardó en sentir un golpe bastante doloroso en su cabeza, dejando de sostener la pelota.
—¡Uh! una bonita bludger lanzada por George Weasley impacta en la cabeza de Xavier Black ¡Eso debió doler!—Los comentarios de Lee Jordan se oyeron por todo el campo—. Katie Bell atrapa la quaffle, le da un pase a Alicia Spinnet y no anota... ¡La multitud está encendida! ¿Qué están cantando?
Xavier dejó de sentirse mareado luego de un rato, y pudo lograr escuchar con atención la canción que entonaba el público de Slytherin, silenciando todo cántico que no se acoplara al de ellos.
"Weasley no atrapa las pelotas y por el aro se le cuelan todas. Por eso los de Slytherin debemos cantar: ¡A Weasley vamos a coronar!"
El cántico había funcionado como una perfecta distracción para los Gryffindor, porque, cuando Xavier logró interceptar una nueva quaffle, no tardó en anotar los primeros diez puntos para Slytherin.
El partido fue una total locura, y a pesar de haber anotado otra vez más, junto a Pucey, Draco no logró atrapar la snitch antes que Harry Potter, por lo que había sido una nueva derrota contra Gryffindor.
Xavier bajó de su escoba cuando tocó finalmente el cesped escarchado del campo de quidditch, acercándose al resto del equipo.
—Salvaste el trasero de Weasley, ¿Cierto, Potter?—Draco fue el primero en hablar, con el rostro enrojecido de furia—. Nunca había visto un guardián tan malo... ¿Te gustó la letra de la canción, Potter? No pudimos encontrar una rima para gorda y fea... Queríamos cantar sobre su madre, ya sabes..
Las palabras ácidas, cargadas de burla y desgrado de Draco no tardaron en hacer efecto en los Weasley, específicamente, en los gemelos, quienes no tardaron en acercarse a Malfoy para darle su merecido, a pesar de que el resto del equipo de Gryffindor intentara detenerlos, menos Potter, quien se había juntado con los gemelos para golpear a Draco luego de mencionar a la madre del chico.
Xavier hizo el ademán de entrometerse para salvar a su primo de ganarse más golpes como si estuviera en una pelea muggle, pero la voz de Madame Hooch se hizo presente en el ambiente con un gran "¡Impedimenta!", que dejó a los gemelos a unos metros de Draco.
—¡Ustedes tres, vayan al despacho de su jefe de casa!—Exclamó Madame Hooch, levantando del suelo a Draco—. ¡Nunca había visto tal comportamiento!
Xavier finalmente pudo acercarse a su primo, ayudándole a mantearse de pie, mientras veía como los tres Gryffindors caminaban de vuelta al castillo, siendo seguidos por la profesora McGonagall, y esta, siendo seguida por la profesora Umbridge.
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UNDER CONTROL ━━ hermione granger
FanfictionEn donde el último hijo de Orión y Walburga Black, Xavier Black, tiene que soportar ser apuntado por los delitos de su hermano mayor, a quien apenas conoció. O en donde Xavier tiene que acostumbrarse a lidiar con personas curiosas acerca de su extr...