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El trayecto hacia Hogwarts había sido particularmente cómodo para Xavier al estar compartiendo con Hermione luego de haberse reconciliado oficialmente, entre bromas y extrañas anécdotas que parecían surgir de los recuerdos de cada uno.

—¡Sí me llamaste chismosa!—Exclamó la chica, soltando una carcajada—. Lo recuerdos perfectamente porque estuve varios días pensando que eras un idiota egocéntrico.

—¡Nos soy egocéntrico, menos idiota!—Xavier se quejó, algo indignado—. Ya me insultaste, estamos a mano.

Estuvieron a punto de seguir besándose, pero tocaron la puerta del compartimiento, la que se abrió segundos después, dejando ver a una chica de Gryffindor que desconocía, pero que ya llevaba en su uniforme la insignia de Premio Anual puesta.

—Granger, te toca hacer rondas junto a Weasley en el tren—La chica habló, leyendo un pergamino en sus manos y sin siquiera saludarles—Black, tienes rondas con Rosier esta noche junto a Goldstein y Patil de Ravenclaw en el sector norte del castillo.

La chica los dejó solos luego de haber dicho eso, provocando la risa de la pareja ante la incómoda, pero breve, situación.

—El deber llama—Murmuró la chica, levándose del asiento—, iré a colocarme el uniforme, y tu también deberías hacerlo.

Xavier se limitó a asentir con su cabeza, sacando de su baúl su uniforme al igual que Hermione, saliendo juntos del compartimiento y dividiéndose cuando cada uno fue al baño correspondiente para cambiarse.

El chico miró su antebrazo con atención en el espejo de aquel baño, notando que la marca tenebrosa en la zona parecía tener su piel algo enrojecida e irritada, provocándole una mueca de dolor cuando pasó sus dedos por la zona. Apuntó su varita contra la marca y lanzó un hechizo cosmético, y tan solo en unos segundos, la marca desapareció de la zona, dejando nuevamente su pálida piel libre de cualquier cosa, aunque tan solo fuera por unas horas.

El resto del viaje se la pasó encerrado en el compartimiento a solas luego de que Hermione tuviese que hacer rondas con Weasley, leyendo de manera desinteresada un libro de encantamientos que, por fuera, parecía ser de defensa contra las artes oscuras, mientras que por dentro, era todo lo contrario.

Sus piernas ya comenzaban a hormiguear, y cuando ya estaba atardeciendo, significando que estaban por llegar a Hogsmeade, el chico se levantó de su lugar y decidió buscar a Lea, y no tardó en encontrar a la chica en un compartimiento en el vagón contiguo, junto a Draco, Blaise, Theodore y Pansy.

—¿Slughorn también te invitó a su patética comida?—Exclamó Draco apenas le vio, provocando una sonrisa burlona en el rostro del mayor.

—No nos vemos desde hace un mes y lo primero que haces es gritarme—Habló Xavier, haciéndose espacio junto a Lea—. No sé quién es Slughorn, ni tampoco fui a su comida.

—Es el nuevo profesor de Pociones—Añadió Pansy—, parece querer rodearse de gente que le pueda favorecer en el futuro. Invitó a Blaise por la influencia de su madre, y a Lea por la de su abuela en el ministerio. Draco está celoso por eso.

—Parece que ha escuchado los rumores—Murmuró Theodore—, o bien, alguien le habrá hablado del interrogatorio a Peter Pettigrew antes de que volviera a desaparecer. A Slughorn no le interesan los mortífagos, y esa rata apuntó al señor Malfoy como uno, además de a Regulus Black.

—Mi hermano estaba muerto—Recalcó Xavier, desinteresado—. Y solo son rumores de los que se deja llevar.

—Exacto, son solo "rumores"—Draco hizo comillas con sus dedos, sonriendo con gracia—. No me interesa lo que él cree, es solo un estúpido profesor. Además, ni siquiera sé si el año que viene iré a Hogwarts, puede que haya cosas más divertidas por hacer.

—¿Estás hablando de... Él?—Cuestionó Blaise, formando un silencio luego de su pregunta.

Xavier ladeó su cabeza para mirar a Draco, porque el menor estaba tomando una actitud bastante infantil en ese momento. Aquel grupo de Slytherins eran conocedores de la posición de ambos primos, y no era necesario sacar ese tema en ese lugar tan equivocado, porque cualquier persona podría oírlos.

—Mis padres quieren que acabe mi educación en Hogwarts —Comenzó Draco, encogiéndose de hombros como si fuera todo un juego—, pero no le veo importancia alguna. Cuando el Señor Tenebroso se haga con el poder no tendrá en consideración las calificaciones, lo que importará será la clase de servicio que se le haya prestado o el grado de devoción demostrado. Después de todo, no le ha importado encomendarme un trabajo antes de terminar mi educación.

—No digas tonterías, Draco—Xavier negó con su cabeza, sintiendo su mandíbula algo tensa—. Y no vuelvas a tocar ese tema, porque no es el tiempo ni el lugar para vomitar estupideces sobre el Señor Tenebroso.

—No es culpa mía que no te haya encomendado nada a ti, primo—Añadió Draco, con malicia en su voz.

Xavier se levantó de golpe y se limitó a fulminar con su mirada al chico para hacer que se quedara en silencio, pero su ceño se frunció al oír dentro de su cabeza unos fuertes pensamientos cerca suyo cuando utilizó Legeremancia para asegurarse de que nadie hubiese escuchado esa conversación. Sabía que sus amigos ya estaban adiestrados en la Oclumancia, por lo que no podría ser ninguno de ellos. Su mirada se alzó por unos segundos a la rejilla del equipaje, donde solo había una maleta y demasiado espacio.

Su mirada nuevamente fue hacia Draco, y bastaron unos segundos para que el contrario entendiera qué trataba de decirle el chico Black.

—Ya estamos llegando a Hogwarts—Murmuró Xavier—, iré por mis cosas, y espero que tú te ocupes de las tuyas, Draco—Remarcó las últimas palabras, antes de salir de allí.





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Maratón random:p

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora