UNDER CONTROL ━━ hermione granger

4.7

Las dos primeras semanas de clases pasaron rápidas y agotadoras, y cuando menos se lo esperaba, Hermione le estaba pidiendo ayuda en Pociones, porque era un secreto a voces que Harry Potter se había vuelto el estudiante estrella de Slughorn al mostrar extrañas e impecables habilidades en la asignatura, y era claro que la chica sabía de dónde provenían esas habilidades.

La mañana de ese sábado la había aprovechado para ver la selección del equipo de Quidditch de Slytherin, y al igual que Draco, lamentablemente, había tenido que dejar aquel hobbie para tener más tiempo para otras cosas.

Para la tarde, el profesor Slughorn le había facilitado el salón de Pociones a Hermione para poder estudiar junto a Xavier.

—El libro "Elaboración de Pociones Avanzadas" de Libatius Borage tiene instrucciones bastante incorrectas—Comenzó Xavier, dejando un libro frente a la chica—. Supongo que por problemas de derechos en la creación de pociones o simplemente, porque quería hacer trabajar más al lector. Pero aquí está mi libro, hice algunas anotaciones según otras instrucciones para las mismas pociones que encontré en otros libros que tenía en casa. Hay algunas cosas que el profesor Snape me comentó para mejorar el curso pasado.

—No me impresiona que Snape haya querido ayudarte—Habló Hermione, tomando el libro que le extendió el chico, comenzando a hojearlo—, después de todo, eres Slytherin.

—Si fuera por él, no me hablaría nunca—Xavier soltó una carcajada—, supongo que es por culpa de Sirius. No se llevaban muy bien cuando ellos estaban en Hogwarts según lo que me comentó mi hermano. Puedo creer que me ayudó porque me parezco más a Regulus, mi otro hermano. Ellos sí eran amigos...

—Háblame más de tu hermano, Regulus—Murmuró la chica, algo curiosa—. Sirius no habla mucho de él, solo que le habían dejado toda la herencia Black cuando lo borraron de su árbol genealógico.

—Tampoco sé mucho de Regulus, solo lo que mi madre me dijo cuando seguía viva y algunas otras cosas que me ha dicho su cuadro y otras que Sirius me ha comentado—Xavier sonrió un poco, con la mirada algo perdida al recordar—. Hm... Él también era Slytherin, obviamente, era buscador del equipo de Quidditch en sus años escolares y era bastante bueno en Pociones y Defensa contra las Artes Oscuras. Precisamente, de sus libros saqué algunas anotaciones. Slughorn también le hizo clases a él. Me hubiera gustado conocerlo...

Xavier pensó en su hermano. Él también había sido mortífago, y había muerto por culpa de Voldemort con tan solo 18 años. ¿También tendría ese fatídico final?

Caída la noche, el chico Black se despidió de Hermione, para luego emprender un corto camino a su sala común, sin tardar mucho en estar encerrado en su habitación. Allí, se arrodilló frente a su baúl, apuntando con su varita y murmurando "Accio guardapelo". En un segundo, un guardapelo con una "S" grabada apareció en sus manos, sonriendo un poco a pesar de la sensación de pesadez que le transmitía el objeto. No tardó en guardarlo en su bolsillo, lo traería siempre consigo.

Era el único recuerdo que tenía de Regulus, y estaría eternamente agradecido a Kreacher por entregarle este hace un par de años. 

[...]

La primera salida a Hogsmeade llegó cuando inició octubre, y Xavier se había despertado bastante temprano ese sábado para ayudar a Draco con el armario evanescente antes del desayuno, ya que el rubio no iría a Hogsmeade por tener castigo con McGonagall. Xavier no tardó en regañarlo instintivamente al enterarse de ello, porque levantaría sospechas si cambiaba su comportamiento de esa forma: A él nunca le habían castigado por no entregar deberes.

Xavier entró al comedor soltando un bostezo mientras Lea caminaba junto a él. Había vuelto a la sala común para cambiarse su ropa a una más abrigada para salir, aprovechando de esperar a su mejor amiga e ir a desayunar antes de salir al pueblo mágico. 

Cuando estuvieron en Hogsmeade, el chico deseó estar nuevamente en su cama en la sala común de Slytherin, porque el frío calaba sus huesos a pesar de estar con un grueso abrigo negro y la bufanda de su casa alrededor de su cuello, sintiendo los copos de nieve caer sobre su rostro descubierto. Hizo una parada en Honeydukes junto a Lea, quien no tardaba en hablar sobre Theodore Nott, con quien parecía tener una cierta atracción que era mutua, y con quien tendría una primera cita ese mismo día.

Se separó de la chica cuando se detuvieron fuera del salón del té de Madame Pudipié, donde ella tendría su cita, siguiendo su camino hacia Las Tres Escobas, donde él se reuniría con Hermione para tener su primera cita oficial desde que volvieron a ser novios.

Cuando llegó, apenas, a la entrada de Las Tres Escobas, logró ver a Hermione caminando junto a Harry y Ron por la calle principal, en dirección al camino que daba al castillo. Xavier supuso que la chica olvidó su cita, y prefirió ir detrás de ella, alcanzándola luego de unos minutos de caminata.

—¿Acaso te olvidaste de mi?—Cuestionó el Slytherin, sonriendo un poco.

—Claro que no, pero muero de frío—Hermione también sonrió, envolviendo sus brazos en el torso del chico—. El clima parece no mejorar, y parece una mejor idea tener una cita en la biblioteca, como antes, ¿Lo recuerdas?

—Las mejores citas fueron el la biblioteca sin que Madame Pince se diera cuenta que prácticamente comíamos un banquete ahí—Xavier soltó una risita, aunque rápidamente se detuvo al oír un estruendoso grito.

Metros más adelante de su posición, Harry y Ron se habían detenido al ver que una chica se alzaba en el aire con los brazos extendidos y el rostro inexpresivo, como si fuera un títere y alguien estuviera controlándola. La chica cayó al piso luego de unos segundos, comenzando a moverse con agresividad sobre la nieve, retorciéndose con violencia y chillando sin parar. 

—¡No se acerquen!—La conocida voz de Hagrid resonó luego de que los chillidos de la chica cesaran—. Y no toquen ese collar...

Xavier se percató del collar cuando el hombre lo mencionó, sin tardar mucho en reconocerlo, pero su rostro no expresó ninguna emoción al sentir una mirada que no pertenecía a Hermione sobre él.

—¡Ella volvió del baño de Las Tres Escobas con ese paquete!—Exclamó la amiga de la chica que ahora estaba en brazos de Hagrid, entre lágrimas—.  ¡Dijo que era para alguien de Hogwarts y que tenía que entregárselo! ¡Actuó muy extraño! Oh, por Merlín. ¡Le han echado una maldición Imperius y no me di cuenta!

Ese collar lo había visto junto a Draco en Borgin y Burkes, y ahora entendía el porqué el rubio se había visto muy interesado en aquella joya maldita.