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Afortunadamente, ni a Xavier ni a Lea les tocó hacer rondas en el tren, pero sí fue el turno del par de guiar a los de primer año hacia el castillo en los botes, escuchando sus vocecillas chillonas durante casi media hora, y provocándole un dolor de cabeza temporal por ello.

Cuando ya estuvieron en el castillo, saludó desde la mesa de Slytherin a Ben y a Cho, quienes sonrieron con efusividad antes de corresponder el saludo de este, además del de Lea, el cual fue más llamativo cuando soltó un grito de alegría.

Xavier se detuvo un momento cuando vio la cabellera rubia de Draco, tomando al menor por los hombros para hablarle.

—Vi que eres prefecto, felicidades, primito—Exclamó con cierta burla hacia le rubio, quien le miró con desagrado por unos segundos al oír que sus amigos también se reían de él—. Felicidades a ti también, Pansy. Espero que castiguen a muchos idiotas y quiten puntos.

Notó el sonrojo en las mejillas de Pansy Parkinson luego de dirigirle la palabra, soltando una risita por ello. Parecía ser que el "Encanto Black" era bastante real.

Luego de eso, terminó sentándose junto a Lea en uno de los extremos de la mesa de Slytherin, donde pudo sentir una mirada penetrante desde la mesa de Gryffindor, sin siquiera hacer el esfuerzo de saber de quién era cuando su amiga ya lo había dejado al descubierto.

—Granger te está mirando—Habló la chica, comenzando a llenar su plato cuando apareció la comida en la mesa—. Es claro que aún tiene sentimientos por ti. Quiere besarte como yo lo hice.

Xavier soltó una carcajada por la naturalidad con la que habló su mejor amiga, negando con su cabeza, sin decir nada y decidiéndose por comer el banquete de bienvenida luego de haber servido porciones de distintos platos en el suyo. 

Aquella cena de bienvenida al nuevo curso había sido bastante distinta, porque había intercambiado conversaciones con algunos de sus compañeros de casa que iban en su mismo curso, y algunos de séptimo, además de oír varios coqueteos de chicas en su dirección, sin olvidar considerar a algunos chicos. 

Los restos de comida desaparecieron de las mesas cuando todos terminaron sus platos, dejando el espacio para que el bullicio se incrementara en las conversaciones dentro del gran comedor, porque todos los estudiantes parecían ansiosos por ese nuevo curso, sin poder evitar comentar también los sucesos ocurridos durante las vacaciones. 

El silencio se hizo cuando Dumbledore se puso de pie frente a las mesas de cada casa, comenzando con el clásico discurso de bienvenida, donde aclaraba lo prohibido que estaba introducirse al bosque prohibido, los vagos intentos de Filch de evitar la magia en los pasillos del castillo, y los nuevos profesores que se unían al cuerpo docente de Hogwarts, donde más destacó la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras: Dolores Umbridge. 

La mayoría se descolocó cuando la nueva profesora Umbridge tuvo la audacia de interrumpir las palabras de Dumbledore para recitar su propio discurso, con palabras algo confusas, que solo las personas más cuerdas podrían entender. 

—... Movámonos hacia adelante entonces, hacia una nueva era de franqueza, eficacia y responsabilidad, intentando conservar lo que debe ser conservado, y perfeccionar lo que necesita ser perfeccionado, y eliminemos prácticas que deberían de estar prohibidas. 

Una sonrisa bañada en cinismo se instaló en el rostro de Xavier cuando Umbridge volvió a su asiento luego de su discurso, compartiendo una breve mirada con Lea. 

—No creí que Fudge sería capaz de enviar a su mano derecha a Hogwarts—Murmuró Lea, en voz baja, mientras se escuchaba la continuación del discurso de Dumbledore—. Mi abuela mencionó que el ministerio intervendría en Hogwarts, pero parece ser mucho más grave considerando que Fudge no es creyente del regreso de Voldemort.

El par de amigos se levantó de la mesa de Slytherin cuando el profesor Dumbledore dio por finalizado el banquete, viendo que Draco y Pansy se encargarían de los niños de primer año, por lo que Xavier y Lea tendrían que patrullar esa noche por los pasillos del castillo hasta media noche.

Poco a poco, la masa de estudiantes se dispersó, hasta que Xavier solo pudo escuchar sus propios pasos y los de Lea mientras caminaban por los pasillos hacia las mazmorras, en donde se detuvieron por un momento. 

—Yo patrullaré por el sector norte—Habló Lea, soltando un bostezo—, ve por el sur para terminar rápido esto e ir a dormir. Estoy exhausta. 

Xavier vio como su mejor amiga caminó por el pasillo hacia el norte de las mazmorras, comenzando a caminar hacia el sur cuando le perdió de vista, pero sintió que su corazón podría haber saltado de su posición cuando vio una cabellera castaña a unos metros de él. 

—Deberías estar por el séptimo piso, cerca de tu sala común—Habló el chico Black, fingiendo que no se había sobresaltado ante la repentina presencia de la chica. 

—Tengo eso cubierto—Respondió Hermione, sin darle mucha importancia, mientras guardaba un pergamino algo viejo dentro de su túnica—. ¿Estás saliendo con Lea Rosier?

Xavier alzó una ceja con incredulidad por la pregunta de Granger, soltando de manera involuntaria una risita, provocando que el ceño de la chica se frunciera. 

—¿Estás celosa?—Cuestionó el chico, pero no dejó que respondiera—. No estoy saliendo con Lea, es mi mejor amiga. 

—Parecen ser más cercanos que solo amigos—Añadió la chica, cruzándose de brazos—. Pero me alegra saber que no están saliendo. Lea es, en cierta parte, agradable. 

—¿Cómo supiste que estaba aquí, y sin Lea?—Preguntó Black, sin poder quitar la sonrisa de su rostro, porque era obvio que Hermione estaba celosa—. Habría oído tus pasos si hubieses estado siguiéndonos. 

—Hm... Intución—La chica sonrió con cierta burla, quitando algunos cabellos que entorpecían su vista—. Ya no te retengo más. Nos vemos mañana, Xavier. 

Hermione estaba dispuesta a dar media vuelta e irse, pero el chico Black fue más rápido, tomando su mano para jalarle de ella, terminando pegados en medio del pasillo.

—Potter debe ser bastante distraído si no se percató que le quitaste el Mapa del Merodeador para observarme, Herms—Xavier sonrió cuando Hermione se delató con su expresión de sorpresa—. ¿Creíste que no conocía del mapa? Canuto me dijo todo de ese pergamino. Eso me deja bastante claro que eres una celosa de primera, Hermione Granger.

—Solo cuido lo que aprecio, Xavier Black—La chica mantuvo su compostura, tomando unos centímetros de distancia—. Por cierto, linda insignia. 

Hermione terminó por dejar un beso en la mejilla del chico antes de dejarle solo en medio de ese pasillo. Xavier miró de reojo la insignia de P.E.D.D.O. que seguía en su túnica, apretando suavemente sus labios antes de seguir patrullando los pasillos. 


UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora