La Mansión Malfoy lucía mucho más tétrica ese día, aunque parecía mantenerse de esa forma desde que dejó de vivir con los Malfoy allí, y parecía que los cambios realizados por Voldemort le hacían lucir mucho peor.
Xavier Black chasqueó su lengua y trató de detener el movimiento de una de sus piernas al oír los gritos de dolor provenientes de aquella gran sala de estar, en donde Voldemort se había tomado las atribuciones de convertirla en una pseudo-sala de torturas para obtener información de los prisioneros que tenía en las mazmorras de la mansión, la cual, actualmente, era ocupada por Bellatrix debido a al ausencia de su amo.
—¿Puedes dejar de hacer eso?—La voz de Draco le sacó de sus pensamientos. Xavier se giró a verle, notando que su primo seguía recostado en su cama, mirando el techo de la habitación—. Me desesperas.
—Creo que esa desesperación es provocada por otra cosa que por mi inquietud—Respondió el mayor—. Deberías distraerte haciendo tus deberes.
Los últimos días, había permanecido en aquella mansión para acompañar a Draco, quien había sido obligado a volver desde Hogwarts por las vacaciones de Semana Santa, y claramente, no lo dejaría solo en ese ambiente, porque Narcissa no parecía tener voz propia allí y Lucius estaba en una constante búsqueda de aprobación por parte de Voldemort, siendo prácticamente un perro faldero.
—No creo que hacer los deberes sea de suma importancia—Añadió el rubio.
Los toques en la puerta de la habitación provocaron la muerte de aquella conversación, y Xavier se encontró con el rostro pálido y serio de su prima apenas abrió la puerta.
—Síganme—Habló Narcissa—, los dos. Han traído a tres prisioneros. Creen que se trata de Potter y sus amigos.
El chico Black mantuvo su semblante relajado, a pesar de que en su cabeza estuviera rogando a cualquier fuerza sobrenatural para que todo eso solo fuese una equivocación.
Mientras se dirigían a la sala, Xavier cruzó por un mar de emociones, teniendo que esconder sus manos en los bolsillos de su pantalón para ocultar el temblor de estas. Se sentía furioso porque, si se trataba de ellos, fueran tan despistados y descuidados para ser atrapados; se sentía desolado, porque realmente podría ser el fin de todo si no lograban huir; y se sentía perdido si algo llegase a pasarle a los tres, sintiendo su corazón acelerado ante la idea de perder a Hermione frente a sus ojos.
Sus ojos se encontraron de golpe con los ojos castaño de Hermione apenas llegaron al lugar, viendo que era retenida por un par de carroñeros. Weasley se encontraba en la misma posición, pero Potter, quien parecía tener el rostro totalmente deformado, era sostenido por Bellatrix.
—¡Acérquense!—Bellatrix utilizó un tono dulzón fingido cuando les vió—. Draco, Xavier, ¿Lo reconocen?
—No creo haberlo visto antes en mi vida—Murmuró Xavier, mirando con cierto asco el rostro de Potter.
—Yo...—La atención de todos fue a Draco, quien dudaba y parecía agobiado por la situación—. No creo puedo estar seguro sobre si es o no Potter...
—Draco, míralo detenidamente...—Lucius sonaba ansioso, acercando al chico más a Potter—. Si somos quienes le entregamos a Potter al Señor Tenebroso, nos perdonará de todo... Y todo volverá a ser como antes.
—No... Su rostro está deforme—Continuó Draco, mirando detenidamente a Harry.
—Debe haber sido algún embrujo—Respondió Lucius, tomando por los hombros a Draco—. Pero debe ser él... Hay que llamar al Señor Tenebroso.
—¿Y qué pasa con estos dos?—Habló uno de los carroñeros que sostenía a Hermione y a Ron, provocando que la mirada de todos fuera hacia ellos.
—¡Oh!—Exclamó Narcissa—. ¡Vi la fotografía de ella en el Profeta! Mira, Xavier, ¿No es la chica Granger?
Xavier sintió como los ojos de sus dos primas llegaron a él, sabiendo que había sido una emboscada el cuestionamiento de Narcissa. Se sintió traicionado, y no supo de qué otra forma podría reaccionar en ese momento más que asintiendo con su cabeza.
—Así parece ser, Cissy—Sus palabras salieron arrastradas, pero dándole la razón a su prima, provocando una risa estruendosa de parte de Bellatrix.
—¡Entonces el otro es Weasley!—Lucius parecía estar a punto de saltar en un pie por la alegría—. ¡Potter y sus amigos, por fin capturados!
La alegría extraña de Lucius se vio desplazada cuando Bellatrix no dudó dos veces en atacar a los carroñeros sin razón aparente, pero terminó por esclarecer todo cuando Xavier entendió que lo hacía por la espada de Gryffindor, la cual, supuestamente, debía estar en su bóveda de Gringotts.
—Llévense a los chicos—Murmuró Bellatrix luego de un rato, sonriendo como desquiciada—. Yo y la sangre sucia tendremos una charla de chica a chica.
Peter Pettigrew se llevó a Potter y a Weasley al calabozo que había en la mansión, donde también, permanecía el viejo Ollivander, Luna Lovegood, Dean Thomas y Griphook como prisioneros. Y Xavier deseó ser uno de ellos para no tener que soportar aquella escena, de Bellatrix torturando a Hermione para obtener información acerca de esa espada. El duende Griphook no tardó en ser traído ante Bellatrix para analizar la espada y verificar su autenticidad, y las palabras del duende podrían haber seguido siendo cuestionadas, si tan solo Harry y Ron no hubiesen aparecido frente a ellos, comenzando un duelo al instante contra Bellatrix hasta desarmarla.
Narcissa corrió hacia Lucius cuando el hombre salió disparado por un hechizo de la varita de Bellatrix que Potter había tomado, y Xavier se mantuvo desviando los hechizos de Weasley junto a Draco, hasta que Bellatrix llamó la atención de todos.
—¡Deténganse o ella muere!—Gritó Bellatrix, sosteniendo a Hermione con una daga contra su cuello—. ¡Suelten las varitas o veremos exactamente como sucia es su sangre!
Las varitas rodaron por el piso, y Draco se acercó a recoger las varitas por órdenes de Bellatrix, volviendo a colocarse junto a Xavier a los segundos, entregándole las varitas al mayor.
—¡El Señor Oscuro ya está camino hacia acá, Potter!—Bellatrix soltó una carcajada—. ¡Tu muerte se aproxima!
Un chirrido proveniente del techo hizo que Xavier mirara hacia arriba, alcanzando a lanzar a Draco hacia otro lado cuando la gran araña de cristal del techo cayó de golpe, viendo como Bellatrix dejaba en medio a Hermione luego de alejarse en un grito para salvarse.
Xavier no tardó en proteger de los cristales a la chica, empujándole hacia Potter, a su vez que realizaba un escudo protector para desviar un hechizo de Lucius, colocándose frente a la chica para protegerla. En ese momento, solo pensaba en proteger a Hermione, a pesar de que eso significara que se volviese en contra de Voldemort.
—¡Maldito elfo!—Chilló Bellatrix—. ¿Cómo te atreves a desafiar a tus amos? ¡Y tú, maldito Black! ¡Eres una deshonra para la familia al igual que el estúpido de Sirius!
—¡Dobby no tiene amo!—Chilló el elfo doméstico—. ¡Dobby es un elfo libre, y Dobby salvará a Harry Potter y a sus amigos!
Potter soltó un grito, tocándose la cicatriz en su frente. Xavier supo que era porque Voldemort estaba por llegar. Todos se tomaron de las manos cuando Dobby lo mencionó, y todo se volvió borroso por un segundo cuando desaparecieron de allí, siendo lo último que vio el chico la daga de plata de Bellatrix dirigirse a ellos, seguido de un dolor punzante en su costado.
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UNDER CONTROL ━━ hermione granger
FanficEn donde el último hijo de Orión y Walburga Black, Xavier Black, tiene que soportar ser apuntado por los delitos de su hermano mayor, a quien apenas conoció. O en donde Xavier tiene que acostumbrarse a lidiar con personas curiosas acerca de su extr...