—¡Bienvenidos!—dijo Dumbledore, con la luz de la vela reflejándose en su barba—. ¡Bienvenidos a un nuevo curso en Hogwarts! Tengo algunas cosas que decirles a todos, y como una es muy seria, la explicaré antes de que nuestro excelente banquete les deje aturdidos. —Dumbledore se aclaró la garganta y continuó—: Como todos saben, después del registro que ha tenido lugar en el expreso de Hogwarts, tenemos actualmente en nuestro colegio a algunos dementores de Azkaban, que están aquí por asuntos relacionados con el Ministerio de Magia.
La noticia de que los Dementores habían rondado en el Expreso de Hogwarts se había extendido casi como fuego y pólvora, y más al saber que el callado y reservado Xavier Black los había ahuyentado con un Patronus corpóreo, como si fuera la cosa más simple qué podría haber hecho un estudiante común y corriente.
—Están apostados en las entradas a los terrenos del colegio —continuó Dumbledore—, y tengo que dejar muy claro que mientras estén aquí, nadie saldrá del colegio sin permiso. A los dementores no se les puede engañar con trucos o disfraces, ni siquiera con capas invisibles. No está en la naturaleza de un dementor comprender ruegos o excusas. Por lo tanto, les advierto a todos y cada uno de vosotros que no deben darles ningún motivo para que les hagan daño. Confío en los prefectos y en los últimos ganadores de los Premios Anuales para que se aseguren de que ningún alumno intenta burlarse de los dementores.
Dumbledore siguió con el discurso de bienvenida, presentando a los nuevos profesores: Remus Lupin como profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, y a Rubeus Hagrid como profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, algo que respondió muchas interrogantes sobre a quién se le había ocurrido pedir un libro vivo para una clase.
Xavier no pudo convivir mucho con sus amigos, ya que ambos pertenecían a Ravenclaw, por lo que cenó en silencio, mientras oía los comentarios a su alrededor en la mesa de Slytherin. No se llevaba mucho con sus compañeros de año, porque, precisamente, sus amigos eran de otras casas, pero afortunadamente, no parecían decir ningún comentario sobre ello al saber quién era él. De todas formas, solía pasar tiempo con Draco y sus amigos, y también con los chicos del equipo de Quidditch. No podía quejarse mucho acerca de su vida social.
La hora de volver a las salas comunes llegó cuando los platos de oro con restos de comida desaparecieron de las largas mesas en el gran comedor, quedando completamente limpio, como si nunca hubiesen comido allí.
—¡Hey, Xavier!—La voz de Ben le hizo detener el paso, sintiendo el brazo de su mejor amigo rodear sus hombros—. ¡Eres una sensación luego de lo que pasó en el tren!
—Las chicas en Ravenclaw no dejan de preguntar por ti—Habló Cho a su lado, alzando y bajando sus cejas repetidas veces en un sugestivo movimiento—. También deberías buscar novia este año.
—El furor desaparecerá cuando salga una nueva noticia de Sirius Black—Respondió el chico—, y recordarán que es mi hermano.
—No seas llorón, Eridanus—Volvió a hablar la chica Ravenclaw—. De todas formas, sigues siendo catalogado como uno de los chicos más guapos de Hogwarts. Y el cliché siempre es que a algunas chicas le atrae lo prohibido, sin olvidar chicos.
—Ya están delirando ustedes dos, los detesto—Xavier se soltó del agarre de Ben, mirándoles con cierta molestia que desapareció cuando soltó una risita—. Los veo en el desayuno, espero que este curso compartamos más clases.
Se despidió de ambos, caminando ahora hacia su sala común en las mazmorras. Ese día había sido absolutamente agotador, y no esperaba para estar en su cama y dormir sus merecidas horas.
[...]
A la mañana siguiente, cuando recibió su horario de clases por parte del profesor Severus Snape, supo que no vería mucho a sus amigos al percatarse de que apenas compartían 3 clases, siendo Pociones, Encantamientos y Herbología, mientras que Transformaciones y Defensa Contra las Artes Oscuras las compartía con Gryffindor, y Astronomía e Historia de la Magia las compartía con Hufflepuff. Dentro de las asignaturas optativas que había elegido, terminó quedándose con Aritmancia, Estudio de Runas Antiguas y Cuidado de Criaturas Mágicas, las más llamativas a su parecer.
Era claro que su horario estaba algo ajustado, pero parecía ser la única forma en la que podía mantener su mente ocupada.
Por fortuna, la primera clase que tenía ese día, la compartía con sus amigos, yendo junto a ellos al salón de Defensa Contra las Artes Oscuras.
—¡Buenos días a todos!—Se oyó la voz del profesor Lupin, cuando el salón ya estuvo abarrotado de estudiantes—. No se preocupen en sacar sus libros, tendremos una clase práctica, y en otro lado.
Tuvieron que recorrer nuevamente los pasillos del castillo hasta el salón de profesores, en donde todos se ubicaron alrededor de un armario cuando el profesor detuvo su paso. Aquel armario tembló en su lugar, como si hubiera algo dentro de él.
—Hoy volveremos a lo básico—Comenzó a hablar el profesor—. Lo que está dentro de este armario es un Boggart, ¿Quién sabe qué es?
—Es un ser cambiante—Habló Ben a su lado, luego de que el profesor le diera la palabra—. Toman la forma de aquello que más miedo nos causa.
—5 puntos para Ravenclaw, señor Collins—Respondió el profesor Lupin, luego de haber oído el nombre de Ben segundos después—. El Boggart aquí dentro no ha adoptado una forma aún, ¿Alguien sabe la razón?
—Porque somos muchos—Habló Xavier, sintiendo las miradas sobre él—. No es capaz de diferenciar, por lo que existe probabilidad de transformarse en una mezcla de nuestros miedos, terminando en algo ridículo más que asustadizo.
—Excelente, señor Black—El profesor sonrió complacido—. El hechizo para vencer a un boggart es sencillo, pero requiere fuerza mental. Lo que sirve para vencer a un boggart es la risa. Creo saber que la conocen el hechizo Riddikulo, así que, colóquense en fila.
Xavier terminó al final de la fila, porque no sería participe de aquella humillación que significaba mostrar a lo que más temía.
Porque ni él mismo lo tenía claro, y no deseaba descubrirlo.
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UNDER CONTROL ━━ hermione granger
FanfictionEn donde el último hijo de Orión y Walburga Black, Xavier Black, tiene que soportar ser apuntado por los delitos de su hermano mayor, a quien apenas conoció. O en donde Xavier tiene que acostumbrarse a lidiar con personas curiosas acerca de su extr...