finale

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Xavier miró con atención los vestigios de lo que fue la marca tenebrosa en su antebrazo izquierdo. Una calavera con una serpiente eran cada vez más difíciles de ver, borrándose poco a poco, y dejando en claro que los oscuros tiempos de Lord Voldemort ya habían terminado hace mucho.

Terminó de abotonarse la camisa y salió de su habitación dirigiéndose a la cocina, donde Hermione ya desayunaba junto a Regulus y Jean.

—Creí que nunca bajarías a desayunar—Hermione dejó el periódico El Profeta a un lado cuando le vio entrar, regalándole una sonrisa—. Los mellizos ya iban a ir a molestarte si seguías durmiendo.

—Ya no estoy en edad para quedarme hasta la madrugada viendo películas—Se excusó el patriarca Black, comenzando a desayunar.

—¡No llegas ni a los cuarenta, papá!—Jean se burló—. Hasta tío Sirius permanece más tiempo despierto en las noches de películas, y eso que ya tiene casi sesenta.

—Tu tío Sirius descansó mucho tiempo en su juventud, por eso tiene mucha energía ahora—Respondió Xavier, ganándose un golpe en el brazo de Hermione mientras sus dos hijos se burlaban de él—. ¡Solo bromeaba! ¡Y no se rían de mi, mocosos!

—¡No le digas mocosos a tus hijos, Xavier Black!—Hermione le regañó, aunque terminó soltando una risa también—. Son iguales a ti cuando tenías 15 años, así que, prácticamente, tú también eras un mocoso.

—Ya, ya. Día de odiarme—Xavier soltó un suspiro fingido—. Terminen de desayunar para irnos a King's Cross, ¿O quieren llegar tarde otro año más?

En una hora exacta, la familia Black-Granger ya se encontraba en el andén 9 y 3/4, tomándose el tiempo de despedirse antes de que los mellizos Black iniciaran su quinto año de escuela en Hogwarts. Lograron ver a algunos de sus amigos allí: A Harry y Ginny Potter, de soltera Weasley; a Theodore y Lea Nott, de soltera Rosier; y a Ron Weasley acompañando a la familia Potter.

Y, cuando quedaban unos minutos antes de que el tren partiera, Xavier le dedicó las últimas palabras a sus hijos antes de verlos partir a un nuevo curso.

—Regulus, no te exijas demasiado estudiando, trata de balancear tus tiempos y aprovecha descansar también y pasar tiempo con tus amigos—Desordenó el cabello de su hijo, sonriendo con sinceridad antes de acomodar la bufanda, con los colores de Slytherin, que llevaba en el cuello.

—Será un año excelente para ti, Reggie—Continuó Hermione—. No dudes en enviarnos cartas a la hora que sea, siempre responderemos y acudiremos ante cualquier emergencia.

El chico asintió y subió al tren luego de abrazar a sus progenitores.

La pareja ahora miró a Jean, quien trataba de acomodar su cabello negro y rizado, sin éxito. A Xavier le recordó inconscientemente las veces que Hermione trató se hacer lo mismo cuando tenía su edad.

—Jean, prométeme que no intentarás lanzar a nadie de su escoba en los partidos de quidditch... A nadie si es que no estoy yo viendo para que nos burlemos juntos—La niña soltó una risa por las palabras de su padre—. De la misma forma que tu hermano, no te exijas mucho y disfruta del curso, menos con el idiota de Jaemin Park, ese chico no me agrada para nada.

—¡Papá! ¡Solo es mi mejor amigo!—Se quejó la adolescente.

—No lo escuches, linda—Hermione negó, empujando sin fuerza a Xavier—. Jaemin es un chico encantador, tienen mi bendición si es que finalmente te pide que seas su novia, porque ese niño no te ve solo como una amiga. 

—Nada de chicos hasta salir de la escuela, creí que había quedado claro—Xavier mantuvo una mueca seria, aunque terminó soltando una risa, abrazando a su hija—. Disfruta tu quinto año, linda, pero no demasiado. 

La niña se despidió de sus progenitores por última vez, agitando una de sus manos cubierta por un guante con los colores de Ravenclaw, e ingresó al tren, siguiendo los pasos de su hermano mellizo. 

La pareja Black-Granger se alejó del tren cuando fue hora de que partiera, manteniéndose juntos cuando Xavier pasó uno de sus brazos por los hombros de Hermione, dejando un beso en la cabeza de la mujer.

—Los criamos bien, son buenos niños—Murmuró Xavier, sonriendo—. Deberíamos tener más. 

Hermione soltó una carcajada, girándose y dejando un rápido beso en los labios de su esposo.

—Estás loco, pero, aún así, te amo. 

—Y yo te amo ti, Herms—Xavier besó nuevamente los labios de su esposa—. Me tienes completamente bajo tu control. 

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora