UNDER CONTROL ━━ hermione granger

2.13

Xavier se despidió de Lea cuando llegaron al vestíbulo, y se entretuvo mirando a las parejas que rondaban por el lugar mientras esperaba a Hermione.

Vio a Cho junto a Cedric en un costado, hablando con la profesora Sprout. En otro extremo, logró ver a Ben ingresando al gran comedor con su pareja, y también a Lea junto al tal Jacob que había mencionado en el camino.

Notó que Potter llegaba junto a Weasley, encontrándose con unas chicas que parecían ser gemelas. El chico se rió para sus adentros al notar la incomodidad de los cuatro, pero su mirada viajó ahora a la entrada del vestíbulo, oyendo que los murmullos no tardaron en surgir.

—¡Es bellísima!

Xavier Black concordó con la chica desconocida que soltó aquella expresión, y se sintió bendecido al saber que aquella chica que entraba al lugar era su novia.

Hermione traía el cabello recogido y completamente liso, dejando atrás su melena frondosa. Llevaba un vestido de gala de color azul suave, con varias capas de tela vaporosa, como seda. Llevaba unos aretes de plata, y una leve capa de maquillaje que solo acentuaban su belleza, al punto de casi volverla irreal.

La sonrisa brotó en el rostro de Xavier, y avanzó un par de pasos para su encuentro, sintiendo que sus miradas se encontraban finalmente.

La sonrisa en el rostro de Hermione tembló un poco, pero se mantuvo, y la de Xavier lo hizo hasta que sus miradas se apartaron y el chico salió de su ensoñación.

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y un nudo en su garganta formarse, dejándole incapaz de soltar palabra alguna cuando la chica pasó junto a él como si fuera alguien invisible a sus ojos, tomando la mano de un chico de Durmstrang, Viktor Krum.

El ruido de los murmullos a su alrededor parecía haberse extinguido en ese momento, porque había tomado lugar el ruido sordo en sus oídos, haciéndole sentir algo mareado.

Sus pasos fueron algo erráticos cuando el profesor Snape le obligó a ingresar al gran comedor, abriéndose paso hacia una de las esquinas del lugar. Podría haberse asombrado por la decoración, pero su cabeza estaba en otro mundo, estando completamente desconectado de la realidad.

Vio como los campeones ingresaban finalmente al gran comedor en una fila, rodeados de aplausos de todos los presentes.

—¿Esa no es Hermione Granger con Viktor Krum?

—¿No que salía con Xavier Black?

—¡Es una zorra!

La mayoría se encontraba impresionado por ver a la Gryffindor con el campeón de Durmstrang, y no dejaron de murmurar por aquello durante todo el baile de apertura de los campeones, ni tampoco durante la cena, en la cual Xavier apenas pudo comer un bocado, mantenido un aspecto sombrío que evitó que le dirigieran la palabra.

La música sonó más fuerte cuando terminó la cena, y todos volvieron a la improvisada pista de baile. Xavier se quedó sentado porque no tenía energías de disfrutar sus canciones favoritas de Las Brujas de Macbeth, y logró ver a Potter y a Weasley en su misma situación.

—Hace calor, ¿No creen?—Xavier oyó a Hermione a lo lejos, notando que se sentó junto al par de Gryffindors—. Viktor acaba de ir por ponche antes de regresar a bailar. ¿Quieren ir con nosotros?

—¿Aún no te ha pedido que le llames "Vicky"?—Respondió Ron, mordaz—. Ni loco iré con ustedes. ¡Estás confraternizando con el enemigo!

—¡No seas idiota!—Exclamó Hermione, enfadada—. ¡El propósito del baile es formar lazos de amistad!

—Supongo que te pidió ser su pareja en la biblioteca—Continuó Ron, con el mismo tono de voz—. ¿Te diviertes prefiriendo al enemigo antes que a Xavier, tu propio novio? ¿Acaso compartes saliva con "Vicky" a espaldas de Xavier?

—Eso...—El rostro de Hermione se tornó rojo de golpe—. ¡Eso no es de tu incumbencia, Ronald!

El chico Black salió del gran comedor mientras abría unos cuantos botones de su camisa al sentirse asfixiado por lo que acababa de oír, dejando a la vista el guardapelo de su hermano, intentando respirar de manera correcta.

Dejó caer su cuerpo sentado en la escalera del vestíbulo, viendo como poco a poco, las parejas comenzaban a retirarse, con amplias sonrisas y un aura especial alrededor de ellas.

Se sintió celoso, con una punzada en su pecho que parecía no abandonarle.

Y, volvió a verla. A Hermione.

Vio como le entregó una radiante sonrisa a Viktor Krum cuando se detuvieron en medio del vestíbulo. Se miraron por lo que parecía ser una eternidad, compartiendo un abrazo, y lo que logró ver a la perfección: Un beso. Inocente a ojos de cualquiera, pero a ojos de Xavier, devastador.

Hermione quedó sola cuando Krum salió fuera del castillo, seguramente, en dirección al barco de Durmstrang. La chica comenzó a caminar hacia las escaleras, y se detuvo de golpe cuando vio a Xavier ahí.

—¿Has disfrutado el baile, Granger?—Soltó Xavier, levantándose y sacudiendo un poco sus pantalones, mirando fijamente a la chica.

—Xavier... Yo...—Hermione no parecía encontrar las palabras correctas, quedándose en silencio luego de titubear.

—Ni siquiera eres capaz de dar explicaciones—El chico tragó en seco, apartando su mirada por unos segundos—. ¿Te divierte verme la cara de estúpido?

—No digas esas cosas, Xavier—Se apresuró a decir la chica, negando con su cabeza—. Déjame explicarte...

La chica se aproximó a él y le tomó del brazo, mirando por un segundo el relicario que llevaba puesto el chico Black.

Las manos de Hermione sobre su brazo fue como si se hubiera quemado, apartándola de un empujón, haciendo que retrocediera unos pasos. Sintió que la punzada en su pecho terminaba transformándose en ira, en furia.

—¡No seas descarada, Hermione!—Exclamó, enfadado—. ¡No puedo esperar tus míseras explicaciones sin sentido! ¡Lo vi, Hermione! ¡Te vi con él!

Apretó sus puños cuando notó que los ojos de la Gryffindor se llenaban de lágrimas. Esa mañana, podría haber sentido preocupación de verla llorar, pero ahora, solo sentía asco.

—Creíste que sería genial estar con dos chicos, ¿Cierto?—Xavier rió sin ganas—. Pero preferiste ir con el campeón al baile. ¿Te divertirste mucho compartiendo besos con Krum a mis espaldas?

—¡No es cierto!—Negó Hermione, sin siquiera mirar al chico, porque todo lo que decía parecía ser cierto—. ¡Estás diciendo mentiras!

—¡Deja de mentir, maldita sangre sucia!—Gritó Xavier, sintiendo su respiración agitada—. Maldigo el día en que decidí perder mi tiempo con una asquerosa sangre sucia como tú.

El chico Black se percató que estaban rodeados de estudiantes cuando retomó su camino hacia las mazmorras, y no se arrepintió de ninguna palabra que había salido de su boca esa noche.