2.4

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Xavier pasó el resto del viaje a Hogwarts junto a Hermione, y se separó de ella cuando, al llegar al castillo, cada uno tuvo que ir a la mesa correspondiente a su casa en el gran comedor. Había sido bastante incómodo sentir las miradas prejuiciosas de sus propios compañeros de casa, porque, en tan solo la hora que llevaba en el castillo en su quinto año, ya había rompido varias reglas silenciosa de los Slytherins, aunque no era algo que le complicara demasiado, solo debía aprender a lidiar con ello.

La ceremonia de selección fue algo lenta, y el estómago de Xavier ya rugía en búsqueda de comida. Desde su lugar, podía ver como Cho y Ben hablaban en voz baja, y se sintió levemente desafortunado al no estar con ellos.

Su mirada volvió hacia el frente cuando una chica, notablemente más grande que los niños de primer año, se sentó en el taburete y la profesora McGonagall le colocó el sombrero seleccionador en su cabeza, si tardar en reconocer a la chica como Lea Rosier. El sombrero parlante gritó "¡Slytherin!" luego de un minuto, y no tardó en oír los aplausos provenientes de su mesa, y, con eso, terminó la selección.

—¡Hey, Xavier!—Saludó la chica cuando caminó a la mesa, sentándose junto a él—. Es genial saber que estamos en la misma casa. Ya temía no conocer a nadie.

—En Hogwarts, todos son bastante amigables—Dijo el chico, sonriendo levemente—. No creo que hubieses tenido mucha dificultad para hacer amigos.

De un momento a otro, la comida apareció rebosante en los platos de oro que anteriormente estaban vacíos, y el chico no tardó en comenzar a comer para saciar su apetito voraz. Pudo haberse sentido avergonzado ante Lea al haber olvidado todos sus modales, y podría jurar que su madre lo hubiese castigado al enterarse de ello si no estuviese muerta, pero le tranquilizó al ver que la chica parecía comer con bastante deseo, casi como él.

Aquello le hizo reír un poco, ganándose su atención. La chica también sonrió con gracia al percatarse de lo que sucedía.

—No te burles, tu también estás tragando como si nunca lo hubieras hecho—Soltó la castaña.

Xavier negó con su cabeza, y siguió con lo suyo. Le agradaba la chica.

Los restos de comida fueron reemplazados por postre luego de unos minutos, y, una vez terminados los postres y cuando los últimos restos desaparecieron de los platos, dejándolos completamente limpios, Dumbledore volvió a levantarse para dar un último discurso antes de dejar ir a todos a sus salas comunes.

—Como cada año, quiero recordarles que el bosque que está dentro de los terrenos del castillo es una zona prohibida a los estudiantes. Otro tanto ocurre con el pueblo de Hogsmeade para todos los alumnos de primero y de segundo—Hizo una breve oausa—. Es también mi doloroso deber informaros de que la Copa de quidditch no se celebrará este curso.

Los murmullos molestos no tardaron en oírse en el gran comedor, y Xavier solo le quedó quejarse en su interior por ello. Un año completo sin Quidditch lo volvería loco.

—Esto se debe a un acontecimiento que dará comienzo en octubre y continuará a lo largo de todo el curso—Continuó Dumbledore, callando a todos—, y estoy seguro de que lo disfrutarán enormemente. Tengo el gran placer de anunciar que este año en Hogwarts...

Podría haber continuado con lo que tenía que decir, pero fue interrumpido por el estruendo proveniente de las puertas del gran comedor, las cuales se habían abierto en un ruido irritante. De ellas, apareció la figura de un hombre con un bastón, quien caminó de manera errática a través del lugar, directo a la mesa de los profesores.

El cabello del hombre era raído, llevando puesta una capa negra de lluvia, la cual dejó ver gruesas ropas bajo ella. Su rostro parecía estar cubierto de cicatrices, pero lo que más llamaba la atención era el ojo falso que nunca dejaba de moverse, girando de un lado a otro, mirando a todos y observando todo.

—Les presento a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras—Dijo animadamente Dumbledore, ante el silencio de la sala—. el profesor Moody.

Xavier nunca había visto al Ex-Auror, Alastor Moody en persona, sino que solo en El Profeta. Y si una imagen causaba cierto temor, en persona era mayor. Sabía que él había sido el encargado de llenar más de la mitad de las celdas de Azkaban con mortífagos, por lo que también inspiraba respeto, aunque la aparente locura que tenía el hombre lograba que a algunos se le olvidaran sus hazañas.

—Como iba diciendo—Siguió Dumbledore—, tenemos el honor de ser la sede de un emocionante evento que tendrá lugar durante los próximos meses, un evento que no se celebraba desde hacía más de un siglo. Es un gran placer para mí informaros de que este curso tendrá lugar en Hogwarts el Torneo de los Tres Magos—Las reacciones se oyeron más fuertes ahora, pero Dumbledore aclaró su garganta para seguir hablando—. EI Torneo de los Tres Magos tuvo su origen hace unos setecientos años, y fue creado como una competición amistosa entre las tres escuelas de magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang. Para representar a cada una de estas escuelas se elegía un campeón, y los tres campeones participaban en tres pruebas mágicas. Las escuelas se turnaban para ser la sede del Torneo, que tenía lugar cada cinco años, y se consideraba un medio excelente de establecer lazos entre jóvenes magos y brujas de diferentes nacionalidades... hasta que el número de muertes creció tanto que decidieron interrumpir la celebración del Torneo.

—Que motivador—Murmuró Lea por lo bajo con un toque de sarcasmo, provocando una risa de Xavier.

—En octubre llegarán los directores de Beauxbatons y de Durmstrang con su lista de candidatos, y la selección de los tres campeones tendrá lugar en Halloween. Un juez imparcial decidirá qué estudiantes reúnen más méritos para competir por la Copa de los tres magos, la gloria de su colegio y el premio en metálico de mil galeones. Los directores de los tres colegios participantes, de común acuerdo con el Ministerio de Magia, hemos decidido establecer una restricción de edad para los contendientes de este año. Sólo los estudiantes que tengan la edad requerida, es decir, diecisiete años o más, podrán proponerse a consideración. Bien. ¡Hora de dormir!

Todos comenzaron a levantarse para ir a sus salas comunes, entre quejas y cotilleos sobre lo que se venía al castillo.

UNDER CONTROL  ━━ hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora