capítulo 28

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Lo siento por las falsas expectativas de ayer...puse cap 28+nota importante olvidando que había pasado el 28 a una parte diferente... Ahora sí que es el capítulo, y ya he arreglado lo otro. Besos!!!

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De amor uno se muere tantas veces que hasta termina aprendiendo a resucitar y levantarse, y vuelve a decir"Te quiero" suicidamente.

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Nuestros besos se fueron calmando, pero nos seguimos besando un buen rato, hasta que Gideon se separó un poco, me besó la frente con los ojos, brillantes en la oscuridad de su habitación, cerrados. Me reclinó contra su pecho con delicadeza, y yo suspiré. Aunque esta vez no era un suspiro lánguido de los que Xemerius se hubiera reído, esta vez era un suspiro de agotamiento. Y he de admitir que también suspire por romper el silencio. Nunca me había sentido incómoda con él, pero no podíamos simplemente dejarlo así, como si no hubiera pasado nada.

-No sé por qué le hice caso a Falk cuando me lo dijo.

La voz de Gideon sonó aterciopelada en la oscuridad. Aterciopelada y triste.

Me incorporé sobre un brazo y le miré desde lo alto, tapándome un poco más con el edredón turquesa. Él me miraba, con aire de disculpa, pero no se movió.

-¿Fue idea suya?

-Probablemente-dijo, acomodándose mejor sobre el colchón y cerrando los ojos con un suspiro agotado. Alargué una mano para quitarle un mechón de pelo húmedo de la frente, y esbozo una sonrisa suave.-Desde luego, de Mr George no fue...

Se me escapó una risa, y él abrió los ojos y me miró de soslayo, mientras mis dedos seguíen perfilando sus facciones.

-Seguro que ahora Falk se vuelve a comportar como un cretino...otra vez-dijo entonces, serio de nuevo.-Lo odio, cada vez que le desobedezco, aunque sea en algo mínimo, empieza a actuar como si no me conociera.

Su expresión volvía a a ser seria, pero su mano salió de entre las sábanas y me rozó la clavícula con muchísima delicadeza. Me estremecí, y me cubrió un poco más con el edredón. Obviamente, no le dije que no era por el frío por lo que tenía la piel de gallina.

-Espero que al menos en este tiempo hayas averiguado algo útil...así al menos valdrá la pena.

-Créeme, no puede valer la pena. Ni aunque con ello hubiéramos capturado al conde-dijo, la mirada ardiente.-Bueno, tal ves entonces sí...-se desdijo enseguida.-Pero sólo en un caso extremo. Estar separado de ti es cada vez peor, y nunca valdrá la pena.

Le miré fijamente, sin contestar. Ya volvía a tener la piel de gallina. ¿Cómo demonios podía ser tan irresistible?

-Mierda, estoy empeorando-dijo con el ceño fruncido e incorporándose.-Cada vez soy más pasteloso...

Me reí. Con aspecto concentrado empezó a jugar con mi pelo, enroscando los mechones en los dedos y luego soltándolos. Se estaba tan a gusto, entre sus brazos y las suaves sábanas turquesas... La lluvia señora repiquetear contra el techo, pero los truenos, que antes iluminaban la habitación atravesando las finas cortinas blancas a cada poco rato habían cesado. Volví a apoyar la cabeza en la almohada y me quedé mirando al techo, con los dedos de Gideon acariciándome el pelo. Se estaba tan tranquilo...¿Por qué no podíamos simplemente estar así siempre?

-¿Sabes que eres la primera chica que entra en mi cama?-dijo de repente Gideon, sacándome de mi ensoñación. Me volví a incorporar, mirándole con una sola ceja alzada. Maldita sea, ese gesto era demasiado contagioso. Ya no podía evitar hacerlo en determinadas situaciones, y empezaba a perder su efecto.

-En sentido literal, al menos...

Por supuesto.

-Me...¿alegro?-respondí, dubitativa. Sentí su cuerpo temblar a mi lado por la risa. Le pegué un tortazo amistoso, pero yo tampoco pude evitar reírme.

-¡Eh!¿No crees que ya me has pegado suficiente por hoy?

-Créeme, debía haberte dado al menos un par de bofetones más.

Ya estaba serio otra vez. Bipolar...

-Pero esto es mucho mejor que pegarte de tortas...-cambié rápidamente de tema. Funcionó, porquenpuso los ojos en blanco y metió un brazo bajo la cabeza, quedando recostado desinteresadamente entre la ropa de cama revuelta.

-Por supuesto. ¿Acaso lo dudabas?

Xemerius habría tenido mil respuestas inteligentes e irónicas a eso. Yo sólo tenía una, y no era ni irónica ni demasiado inteligente, pero al menos no me sonrojé.

-Bueno... Se dicen tantas cosas...y al principio no sabía si tú querías...

-Por Dios, Gwenny, ¿qué parte de"volcado una lata de gasolina en mi interior y haberle prendido fuego" no entendiste?

A eso sí que podía responder como es debido. No de una forma muy inteligente, pero al menos saldría del momento embarazoso.

-¿Una lata? ¿Qué es eso de una lata?¿Te importaría recordármelo?

Gideon puso los ojos en blanco, se apoyó con los codos a ambos lados de mi rostro y susurró, a apenas dos centímetros de mí:

-Creo recordar que fue algo así como... Estoy tan terriblemente enamorado de ti que es como si hubieran volcado una lata de gasolina en mi interior y le hubieran prendido fuego. Y una maldición, creo... Aunque ya lo de la lata no vale, ya es más bien un bidón-añadió, antes de rozar sus labios con los míos con infinita suavidad.

La claridad de la mañana me despertó. Hacía frío, así que me acurruqué entre las mantas y me hice un ovillo. Entonces estornudé.

-Eso te pasa por acostarte chorreando y con poca ropa. Y tu amigito ha dejado la ventana abierta después de irse, lo que demuestra que, o no presta mucha atención a sus clases de medicina o tiene la secreta intención de acabar contigo...

-Claro, Xemerius, claro...-dije, con la voz ronca por el sueño, desperezándome. Un momento. ¿Después de irse?

-¿Después de irse?-pregunté, quedando me inmóvil con los brazos en una posición extraña. Mi espalda crujíó. Auch. Miré a mi lado.

Efectivamente, Gideon había desaparecido. De su presencia sólo quedaban las sábanas arrugadas en su lado de cama.

-Oh, no, otra vez no-gemí tapándome la cara con las manos.

-Psst, esta vez te ha dejado correspondencia...-dijo Xemerius con aire conspirativo. Eché un vistazo entre mis dedos. Efectivamente, sobre la otra almohada había un papel doblado.

La gárgola revoloteo sobre mi cabeza para colocarse en un sitio desde el que lo pudiera leer y yo cogí el papel, con algo de miedo.

-¡Ábrelo! No va a cambiar lo que haya escrito por mucho que tardes...

Y tenía razón.

Cogiendo aire desdoblé el folio. Había un par de línea garrapateadas con mucha peor letra que la última carta que me había mandado.

Lo siento. Volveré lo antes posible. Es una promesa.
Te quiero,
Gideon
No, no te he engañado. Sigo estando de acuerdo con lo que te dije ayer.

¿Qué demonios significaba eso?

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Decir que no, no caerse en la usadísima técnica de mantener la tensión al final de los capítulo entre pelea y pelea, que esto no es una pelea, sino algo más...grande.

Y la frase"qué parte de volcado una lata de gasolina en mi interior no entendiste" es de @Annie_Reader , de su fantástico one-shot"la primera vez de Gwen y Gideon". No es tan bestia como puede parecer, y está súper bien escrito... Si no lo habéis leídol, os lo recomiendo.

Y ya está. Votad, comentad y eso!! Os quiero, viajeras!!!!

DIAMANTE -borradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora