DIAMANTE -borrador

especial halloween parte 2

P.O.V:Charlotte -woooo, es halloween, un poco de la bruja por favorrrr-
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La voz y las risas desaforadas de mi prima atravesaban la pared, el suelo, la escalera y la puerta, y entraban en mi habitación escandalosas. Estaría hablando con Leslie. Solté un gemido y volví a intentar concentrarme en el libro. Hiperión era precioso, aunque complicado. Y me lo estaba arruinando entero.

Seguí leyendo un par de páginas más, hasta que otra carcajada de mi prima me sacó de quicio. Cerré el libro con fuerza. Era imposible leer así.

En lugar de eso, me dejé caer sobre la cama. No tenía nada que hacer. Era extremadamente aburrido.

P.O.V: Gwen
La llamada de Leslie se vio interrumpida, para variar, por la muerte de la batería de mi móvil. Con una maldición lancé el móvil a la cama, y me dieron ganas, como decía Gideon siempre, de comprarme uno nuevo gracias a los Vigilantes. Y, de nuevo, el instinto rebelde de no dejarme controlar ni demostrar en ningún sentido que me hacían falta esos idiotas pudo con la tentación de un iPhone 6. De todos modos, fue cosa de dos minutos que mr Bernhard llamará a mi puerta con el teléfono fijo, y Leslie hablando en la otra línea.

-Bueeeeno...¿de qjé crees que se vestirán los chicos?

-Giiiideon será Draaaaaaaaacula-murmuró Xemerius junto a mi oreja. Le solté un manotazo que le atravesó de lado a lado, entre risas.

-Ni idea... ¿Crees que se van a vestir?

-Oh, por favor, Gwenny, claro que sí. Con Raphael en casa, ¿crees que va a dejar que Gid se pierda una fiesta? Incluso si tiene que atarle a una silla para pintarme la cara, van a venir.

Suspiré sonoramente, y mamá entró en la habitación llamando suavemente.

-Gwen, acaba de llegar un coche de los Vigilantes...trajeron esto-dije y me pasó una enorme y pesada funda de traje. Lo miré con cara rara, para luego abrirlo con cuidado, bajo la mirada curiosa de mamá y Xemerius. Un traje de...¿novia? apareció ante mis ojos, el cancán plegado bajo él. Lo toqué con cuidado, casi con miedo de que la tela estuviera impregnada en veneno, como la túnica de Hércules en el mito griego. No parecía que fuera tóxico, sólo de una suavidad apabullante.

-Wow...-susurró mamá. Luego me miró, entre acusadora y curiosa. Claro, era un maldito traje de novia. Seamos francos, ¿a qué madre le hace ilusión que su hija-menor de edad,claro- reciba un traje de novia de parte de la familia de su novio? Ehm, sí, era sacar un poco las cosas de quicio, pero por la expresión de mamá, ella estaba pensando exactamente lo mismo.

Una enorme bolsa de maquillaje cayó de dentro de la bolsa de ropa, junto con un dossier plastificado. Curioso, muy curioso. Mamá se agachó a coger los folios.

-"Para mi petite cuellecito de cisne, para evitar esos trajes contra dos en cualquier sitio".

Contuve una sonrisa. Me podía imaginar perfectamente a madame Rossini con ese ceño fruncido tan gracioso que ponía a veces, cuando miraba mi uniforme del Saint Lennox o llevaba algo de ropa que no combinaba, mirando el disfraz de fantasma cutre que me había hecho con una sábana al descubrir que evitar la fiesta de Halloween iba a ser imposible. Así que me había hecho un vestido. De...¿novia?

Mamá me miró extrañada.

-¿M. R?

-Madame Rossini-me apresuré a aclarar. Grace pasó las páginas del dossier, descubriendo pasos para el maquillaje. Por supuesto, la encantadora modista nunca dejaría nada al azar. O en manos de la petite pecosa, ¿quien sabe qué estropicio podría hacer?

-Que amable...-dije, y mamá me sonrió.
...
P.O.V CHARLOTTE
El timbre sonó varias veces seguidas, como si quien estaba llamando necesitará urgentemente ir al baño. Leslie había llegado. A vestirse con Gwendolyn. ¿Por qué diablos tenían que quedar para cambiarse de ropa? No tenía mucho sentido.