capítulo 31

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Dos meses más tarde (que nadie me mate!!! Ya os iréis enterando de lo que ha pasado en este tiempo...)

Cuando Caroline se me tiró encima en plan kamikaze total, decidí que ya era hora de salir de la cama, vestirme y desayunar. Antes de que subiera Nick o mi madre en vez de mi hermana pequeña, por mi propio bien. Así que tras darme una ducha rápida y recogerme el pelo en un moño cutre, baje las escaleras corriendo.

-¡Hoy no desayuno, mami!-grite al pasar por delante de la puerta del comedor, y salí a la cale directamente, sin ponerme ni un fino chubasquero. Estábamos en junio, casi en vacaciones, y el tiempo era cálido y despejado. Perfecto para que te entraran ganas de saltar por la ventana al estar encerrado en el colegio haciendo un horrendo examen tras otro.

Xemerius, a cuya presencia ya estaba perfectamente habituada y de quien se me habían pegado muchos hábitos y formas de hablar (algunas buenas y otras...no tanto) , me siguió revoloteando sobre mi cabeza.

-El desayuno es la comida más importante del día, Gwendolyn-dijo!, imitando a Lady Arista o tía Glenda. De todos modos, aunque iba en broma, paré en Starbucks, donde, como casi todas las mañanas, encontré a Raphael.

-Hey-dijo desde su sitio en la fila, kilómetros más alante.-¿Lo de siempre?-preguntó, a lo que asentí, y me salí de la fila para ir con él, pese a las miradas asesinas que me dirigía la gente.

-¿Qué tal todo?-pregunté. Él puso expresión desesperada y me pasó mi café, que esperaba que estuviera muy cargado.

-No sé como hay gente a la que le guste estudiar. Como esto dure un poco más me suicidaré.

Sonreí. Salimos de la cafetería, enfilando hacia el colegio.

-Pero admite que tus notas hen mejorado mucho.

-No, si eso lo sé. Solo digo que gracias al cielo que el de hoy es el último maldito examen.

-Y a Leslie por haberte ayudado.

-Eso también-contestó, y puso su expresión de oveja enamorada. La expresión"Les", como había llegado al extremo de llamarla Xemeiurs. Era cierto que cada vez que alguien mencionaba a su novia, Raphael sólo tenía dos reacciones: o la buena, que era la expresión de ovejita degollada, o la asesina cuando estaba celoso o alguien se metía con ella.

-Xemerius ha dicho que pareces una oveja degollada, que o pones expresión de persona normal o se pone a vomitarven las papeleras.

Raphael se río y su expresión volvió a ser la perfecta expresión simétrica de los deVilliers. Con los ojos brillantes. De ese verde...

La profesora Williams, la treintañera que había sustituido a Mr Whitam, entró en clase con un terrorífico montón de rollos en las manos. Nuestros exámenes de historia. Glups. Por mucho que yo pudiera viajar ven el tiempo, desde hacía un par de meses la cosa estaba bastante tranquila y, aunque era como estar en el ojo del huracán, sabiendo que antes o después esa calma se acabaría, los Vigilantes aún se las arreglaban para que perdiera un montón de tiempo con sus estúpidas clases de misterios: lo peor eran los bailes, pero al menos me las había arreglado para quitarme de encima las de piano. Estando a punto de matar de disgusto a Giordano, quien, para mi desgracia, se ocupaba casi en exclusiva de mi "educación", pero ya no intentaban siquiera que me acercara al instrumento.

Suponía que los planes iniciales de que entre Gideon Lucy y Paul me enseñarán a tocar el piano se reanudarían cuando las cosas volvieran a ser normales. Bueno, realmente eso de normal no tenía mucho sentido, porque apenas habíamos tenido uno o dos días normales. Antes de que Selina tuviera ese accidente de tráfico hacía dos meses, hubiera entrado en coma, Gideon y Raphael hubieran salido a Burdeos a toda pastilla y los Vigilantes se hubieran puesto como locos a buscar pistas del conde por todo el mundo.

DIAMANTE -borradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora