capítulo 53-parte 1

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Vale, si, lo siento. Volví de tres días de convivencia el viernes y estoy hecha polvitos, vale? Y ya estoy escribiendo.

Por cierto, 40 K, VIAJERAS!!!!!! VOY A MORIR DE AMOR POR VOSOTRAS!!!!!!!
decidme lo que queréis que haga. Lo haré. Cualquier cosa.
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Dedicado a mis bebés, Tania y Cit, porque bueno...tienen que recomponer sus corazones de mazapán. Pero ahí estamos las ST para ayudaros a que queden aún mejor que antes!(y para castrar a quien haga falta-.-). Y a Ana, que está en...tachán! Francia! Gracias por llevarnos-.-
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Por cierto. Recomendaciones. Nirvana, de @ARIALLHORAN. Nirvana es una chica incomprendida, a la que nadie escucha. Nadie, hasta que llega él.

Ok, no más spam. Peeeero ya he obtenido lo que quería. Presionar a Aroa para que suba pronto...-.-
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No quería enamorarme de alguien. No quería estar con alguien toda la vida, no quiero sentirme mal si una relación termina mal. No quiero ser lastimado.
El amor está en mi contra. @SarcasticWriters
LEEDLO ESTOY VICIADA.
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Desperté de golpe al notar el colchón hundirse. Alargué el brazo para palpar el colchón a mi lado, y vi que aún estaba caliente, por lo que Gideon debía de acabar de levantarse. Sin embargo, aún era de noche.

Abrí los ojos, con curiosidad, para encontrarlo en pie, con expresión preocupada, cubriéndome un poco más con la manta.

-¿Mm?¿Que pasa?-pregunté medio dormida.

Él me miró, dándose cuenta de que me había despertado.

-Shh. Sigue durmiendo.

Me incorporé. Yo y mi tendencia a hacer siempre lo contrario de lo que me dicen. Especialmente si el que lo dice es Gideon.

-¿Qué pasa?

Ya estaba completamente despierta. Miré a mi alrededor en busca de Xemerius, a ver si él me aclaraba algo, pero no estaba por ningún sitio. Probablemente estaría roncando sobre la cama de Gideon. Para ser un daimon que no necesitaba dormir, pasaba más horas roncando que cualquier persona normal.

-Nada, no es nada. Sigue durmiendo.

-¿Por qué los tíos siempre intentáis ocultarnos los problemas a las chicas? No hay derecho- dije frunciendo los labios. Me fijé en que una de sus comisuras se levantó un segundo, pero seguía demasiado serio.

-Porque no nos gusta que estéis preocupadas. Le dais demasiadas vueltas a la cabeza por cualquier cosa. Duerme-dijo, y se giró para irse. Antes de darme cuenta, le estaba agarrando. Él se giró para mirarme a los ojos.

-Mi madre.

¿Despierta? No, estaba demasiado triste para que hubiera despertado. Entonces, ¿muerta?

Sin querer me cubrí la boca con la mano, y me arrepentí al instante de haberle retenido. Le solté, deprisa.

-Ya la han estabilizado, pero...me quierobpasar por el hospital, por si acaso...

Despierta. O muere.-completé en mi mente. Me mordí el labio.

-¿Puedo ir contigo?

¿Qué? Las palabras habían salido de mi boca antes de que las pidiera frenar. Quería que él se pudiera apoyar en mí, igual que yo había hecho tantas veces antes, incluso esa misma noche. Quería que esta vez no se fuera dejándome una nota, ninguna explicación y horas de estar nerviosa y no poder hacer nada.

Gideon pareció dudar un instante, y lo aproveché.

-Voy contigo-afirmé, agarré unos vaqueros que había sobre el sofá y me los puse, metí los pies en unas deportivas a toda velocidad y me puse en pie de un salto, vestida con la camiseta de Gideon que me había puesto antes de que llamáramos a Leslie y Raohael. Él me sonrió, y me pasó una sudadera por los hombros.

DIAMANTE -borradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora