especil Gideon :)

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Holii! Os dejó un regalito qu escribo...sip, en la cama, muy nerviosa por los exámenes de mañana en los que me juego...mucho, así que no hay forma de dormirse. Pues hala. A escribir algo para vosotras.
Es sobre la infancia de Gideon. No tengo ganas de pensar en algo más complicado.
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Charlotte al teléfono. Charlotte en Temple. Charlotte en el parque. Charlotte en el metro de vuelta a casa. Charlotte. Siempre Charlotte.

Desde que mamá vivía con el franchute y Raphael se había ido con ellos, no había nada que me entretuviera de pasar cada maldito segundo de mi vida que no estaba con los Vigilantes o en el colegio con Charlotte. Y la mayoría del tiempo, en Temple también estaba ella... Así que mi vida se había reducido a un Falk-serio-como-una-estatua-románica y Charlotte-la-perfwcta-pelirroja-que...sí, que está enamorada de mí. Y que no hay quien se quité de encima.

Así que agarré la mochila del colegio y me até bien el nudo de la corbata antes de salir al comedor aparentando estar enfermo, a ver si tenía suerte y me podía quedar en casa.

-Hola Gideon-dijo tío Falk, sin mirarme apenas por encima del periódico de economía. Me saludé con la cabeza. Mi plan tenía bastante poco futuro...-Tienes mala cara-dojo entonces, dejando el periódico.-¿te encuentras bien?

Asentí lentamente con la cabeza, y tío Falk se levantó y me puso una mano en la frente.

-No tienes fiebre ni nada... Sólo estarás cansado. Bueno, hoy en Temple descansas.

Nloooooooooo...

Mi expresión debió de ser la de un alma torturada, por que tío Falk se detuvo en su viaje entre le mesa y la nevera en busca de mi manzana para el recreo.

-¿No quieres ir a Temple?

Me vi dudado. Tenía que contestar sí. Pero era un no. Por muy especial que fuera, por mucho que en cuatro años fuera a ser el penúltimo viajero en el tiempo, no quería Pasa la tarde en Temple.

-Bueno, puedes quedarte con Charlotte y...

Nl estaba muy seguro de qué era peor. Me dejé caer en la silla con expresión cansada.

-A ella me caes muy bien, ¿no te gusta?

-Nl tanto como ella quisiera.

Tío Falk sonrió. ¿Por qué sonreía?

-Así que ya empiezas a tener problemas de de Villiers...

Oh, genial. O sea que ESO venía incluido con la familia. Además de las cantidades increíbles de dinero que no se usaba, de salir en las revistas de cuando en cuando, de ser de esa estúpida logia y...ah, si, lo de viajar en el tiempo también venía en el paquete. Y a mí Me había tocado completito.

-Pero yo no... Nl sé qué hacer. No le quiero hacer daño.

Porque era la única amiga que tenía. Era la única persona que me hablaba, con quien podía hablar de todo. Casi todo. Como Raphael no estaba...

-No le harás daño-dijo Falk riendo. Sólo...divertíos un rato.

Un momento.

-Pero tío Falk...a mi ella no me gusta. No así-dije con una mueca de asco.

Falk siguió sonriedno, con su apariencia de lobo.

-Entiendo... Pero, ¿Sabes? Ahora puedes hacer que haga lo que tú quieras...
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Lo sé. Corto y malo. Pero es algo no? Este finde, si no acabó con mucha resaca el viernes, empiezo maratón*jejeje*
Y, ahora, alsueño de belleza-y esperemos que de inteligencia y memoria también - y felices juegos del hambre mañana...y que la suerte esté siempre de nuestra parte!
Ayyy...voy a morir.
Besos!!! Os quiero!!

DIAMANTE -borradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora