Tenía que admitir que aquello me estaba dando una vergüenza espantosa. Algo realmente horrible.
Gideon estaba metido en mi cama, y yo estaba tumbada en el sofá del vestidor, que estaba justo en la pared opuesta a la cama. No tenía ni idea de si quedarme tumbada mirándole, como estaba, o si darme la vuelta para sentirme más cómoda, pero a riesgo de quedar como una borde o, peor aún, de mostrarle mi incomodidad ante la situación.
Por Dios, qué horror…
-Voy a apagar la luz-dije alzando la mano al interruptor y aprovechando para romper el contacto visual.
-Vale-contestó Gideon. Así por lo menos no me vería. La oscuridad se hizo en el cuarto. Me acomodé, esperado que tal vez el ambiente tenso desapareciera ahora que no nos podíamos ver. Cerré los ojos e intenté dormirme. pero aún así notaba su mirada clavada en mí. Aunque su respiración era pausada desde hacía un rato y yo sabía que estaba profundamente dormido seguía notándola.
-Relájate, tonta-dijo Xemerius.
-Ya. Para ti es fácil decirlo-susurré sin abrir los ojos.
-Pues él se ha dormido de inmediato y es como tú…
Puse los ojos en blanco y me quedé dormida.
...
Me caí por las escaleras de casa, a oscuras, y la luz del descansillo se encendió. Era tía Glenda, que me miraba con expresión reprobatoria.
-Nos has despertado-dijo. Pero la voz no era la suya. Me resultaba familiar, pero no sabía ubicarla correctamente.-Tal vez si hubieras muerto con la caída hubiera valido la pena-añadió, con tono de resignación. De repente, despacio, su cuerpo fue cambiando. Me quedé congelada por el terror, sin poder moverme. donde antes estaba tía Glenda ahora estaba el conde, vestido con ropa moderna y con una pistola en la mano.-Ah, mira, ahí baja tu hermanita-dijo con una sonrisa realmente desagradable.
-¡Gwenny!-dijo Caroline mientras bajaba las escaleras a saltos, sonriendo.
-¡Nooo!-grité, intentando detenerla. A mi espalda sonó un disparo.
...
-¡No! ¡No! ¡No!-grité, levantándome de un brinco. Gideon me sujetó los hombros, empujándome de nuevo al sofá.
-No, shh, shh, shh…-dijo, intentando tranquilizarme mientras me apartaba el pelo sudoroso de la cara.-Tranquila, era sólo una pesadilla-añadió. Estaba arrodillado al lado del sofá, mirándome con expresión preocupada, sus ojos brillantes en la oscuridad.
No pude evitarlo y le eché los brazos al cuello, enterrando la cara en el hueco entre el hombro y el cuello, sollozando sin darme cuenta. Él , sorprendido al principio, comenzó a frotarme la espalda lentamente, susurrándome palabras tranquilizadoras al oído.
-Shh, shh, tranquila Gwen. Ya está todo bien, estoy aquí, no va a pasar nada.
Poco a poco me fui tranquilizando. De todas las pesadillas que había tenido últimamente, aquella había sido la peor sin duda alguna. Sobre todo porque existía la posibilidad de que fuera cierta-menos dramáticamente, pero bueno.
-Mi hermana…-susurré con la voz entrecortada.
-Shh, tu hermana está bien-contestó Gideon, dándome un beso suave en el pelo. -Ven-añadió. Pasó un brazo bajo mis piernas y, sin que yo fuera aún muy consciente de lo que estaba pasando, me levantó en vilo y me llevó a la cama, dejándome sobre el colchón con cuidado. Pero yo no le soltaba, así que se tendió a mi lado, pasándome los brazos por la cintura y acunándome lentamente hasta que recobré la calma del todo.
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DIAMANTE -borrador
FanficTodos conocemos la preciosa historia de Gideon y Gwendolyn. Pero, ¿Qué pasa después de Esmeralda? ESTA HISTORIA ES UN BORRADOR. LA VERSIÓN FINAL ESTÁ EN MI PERFIL BAJO EL MISMO NOMBRE. CUANDO ACABE DE SUBIRLA PROBABLEMENTE ESTA SEA ELIMINADA PARA EV...