CUMPLEAÑOS DE GIDEON

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ATENCION: NO ES PARTE DE LA HISTORIA PRINCIPAL Y NO ES UN ESPECIAL VIAJANDO AL FUTURO. Sólo un ONE-SHOT del 23 cumpleaños de Gidi, pero completamente aparte. Lo digo para que no os emocionéis demasiado con el final...

Dedicado a Kerstin Gier, por haber creado esos personajes tan geniales (sobre todo el homenajeado...) y esos libros tan maravillosos. Me arrepiento profundamente de habérmelos leído tan rápido que apenas los disfruté... Pero me habían enganchado demasiado.
INFINITAS GRACIAS!
Y FELICIDADES PIEDRECITA...

P.D:lo lamento por el retraso. Ha empezado el curso T.T y he estado muy liada con esto de comprar libros, material ropa y eso. Ya he vuelto del todo a la rutina y podré escribir mientras "estudio". Cualquier asignatura que no sea química xd.
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P.O.V. Gideon
Cuando el despertador sonó, estuve a punto de agarrarlo y tirarlo por la ventana. Mataría a Falk por hacernos ir a elapsar tan pronto en los últimos días de vacaciones.

Solté un gemido nada más apagar la molesta alarma y enterré la cabeza bajo la almohada. De inmediato un pie frío me rozó la pierna, haciéndome dar un respingo.

-Gwenny...tienes que empezar a dormir con calcetines, seriamente...-dije soñoliento, sonriendo ligeramente y asomando parte de la cabeza de entre las sábanas. Sólo un par de quejas ininteligibles me dijeron que me había escuchado. Sonreí un poco más, le di un beso suave en un lado del cuello, lo único que asomaba entre las telas, y salí de nuestro particular paraíso de mantas y almohadas para desaparecer en el baño.

Me estaba terminando de afeitar cuando un par de nudillos golpearon suavemente la puerta blanca del baño.

-Ajá-dije, segundos antes de que una ojerosa y desarreglada pero preciosa Gwen entrara y se dejara caer en la banqueta de madera que había junto a la bañera.

-Te juro que este maldito cada día pesa más...

Le dediqué una sonrisa dulce, que probablemente salió más empalagosa y brillante de lo que pretendía y me terminé de limpiar el cuello de espuma blanca. Me acerqué a ella.

-Normal, Gwenny...-dije agachándome junto a ella y poniendo una mano sobre su vientre hinchado.-Los bebés crecen conforme el tiempo va pasando.

Ella no pareció muy contenta con mi explicación. Simplemente echó la cabeza hacia atrás y la apoyó sobre la pared.

-Pues a ver si al elapsar disminuye un poco de peso, al retroceder en el tiempo debería pasar. O dentro de poco me caeré de boca al levantarme.

Reí bajito, y me incorporé dándole un beso en la frente.

-No te preocupes, ya debe faltar muy poco.

Gwendolyn suspiró sonoramente. Se me escapó otra sonrisa. Una aún más estúpida que la anterior.

-Anda, sé bueno y prepárame un café. Y un plan para degollar a tío Falk, si es posible...

No respondí, simplemente bajé y puse una taza bajo el chorro de la cafetera, sentándome ante la mesa con expresión cansina mientras esperaba al pitido que anunciaba que el café estaba listo.

...

-Eso que te estás bebiendo no será MI café, ¿verdad?

La voz de Gwenny me hizo reaccionar, girándome sobresaltado hacia la puerta. Miré la taza, y luego la miré a ella.

-Uhm...de hecho, sí. Pero no te preocupes, enseguida te hago otro...-añadí rápidamente. Gwenny sólo puso los ojos en blanco y se dejó caer pesadamente en una de las sillas de madera vieja.

DIAMANTE -borradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora