DIAMANTE -borrador

prólogo

La humanidad ha cometido los errores más grandes por buscar una salida donde no hay más que un callejón cerrado.
@LauraAndrade9, Sin Alas.

El serpentine Lake, Hyde Park, 8 de junio de 1914 (N de la A: sí, en el libro Lucy se queda embarazada en 1919, pero no tenía sentido. En ese año, Gideon y Gwen tendrían 26 y 24 años, respectivamente (si intentan que el tiempo pase de forma más o menos paralela para los cuatro, lo que imagino) Por tanto, según yo, Lucy se queda embarazada en junio de 1912, más o menos.)

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Una joven pareja yacía sentada entre la hierba alta de la orilla del lago. El hombre le susurró algo a la mujer, que sonrió y se apartó un mechón de pelo pelirrojo de la cara y se llevó una mano al vientre hinchado, acariciándolo con ternura. A un par de metros una niña de no más de dos años correteaba detrás de un gorrión, riendo, sus rizos pelirrojos ondeando al viento y saltando en su espalda.

La situación en Europa pintaba realmente mal, pero a ellos no parecía importarles. Parecían estar metidos dentro de su burbuja de alegría y verano, aunque el parque estuviera más vacío que de costumbre. Faltaban apenas tres meses para el comienzo de la primera guerra mundial.

De repente, otro joven apareció de la nada, aterrizando junto a ellos de un salto. Sus ojos verdes brillaban enfebrecidos, y su piel estaba pálida. La niña dejó de correr y lo miró, los ojos dorados muy abiertos. Había olvidado al gorrión, que batió las alas, asustado, y desapareció entre las ramas de un frondoso roble.

Paul se puso de pie de un salto, mirando a su alrededor para comprobar que nadie había visto al misterioso joven. Lucy le imitó, sacudiéndose la hierba del vestido. Abrió la boca para hablar, pero su marido la interrumpió.

-¿Estás completamente loco? ¿Cómo este ocurre aparecer aquí en medio sin siquiera tener la decencia de cambiarte de ropa?

La niña miró a su padre asustada. ¿Quién era ese hombre con el que hablaba su padre? Se fijó mejor y se dio cuenta de que lo conocía. Pero llevaba ropa rara y había parecido de la nada. Como los brujos de los cuentos de hadas.

-No podía perder tiempo.

Los miró con una expresión torturada. Lucy se llevó ambas manos al vientre, asustada.

-¿Qué ha pasado?-preguntó. Tenía un mal presentimiento.

La expresión de Gideon se tornó en una máscara de derrota. Sus ojos ardían de rabia.

-Es Gwen. Tiene a Gwen.

La niña empezó a llorar.