omo un animal salvaje, la verdad es demasiado poderosa para permanecer enjaulada.
Insurgente, de Verónica Roth.Apenas había tráfico, por lo que íbamos atravesando lo todo como una flecha, sin detenernos apenas. Nunca me había montado en una moto por la noche, y me sorprendió lo mucho que me gustó. Serpentear por las calles sin que nada ni nadie nos detuviera, mis manos agarradas a la cintura de Gideon y mi barbilla en su hombro. Y, a nuestro alrededor, la ciudad; un sinfín de colores, ruidos y personas.
Gideon aparco la moto directamente en la puerta de su casa. Realmente, era una casa bonita, ahora que me paraba a mirarla sin estar nerviosa. Típica casa de Chelsea o Notting Hill: estrecha, alta, blanca y luminosa. Gideon sacó las llaves y abrió la puerta, también blanca. Nada más entrar me quitó su cazadora con cuidado y silbó fuerte.
-¿Y eso?-pregunté divertida.
-Es la mejor manera que conozco por el momento para despertar a mi hermano.
¡Pobre chico! A mí me despiertan así y mato a quien haya sido.
-No me mires con esa cara, cuando digo la única me refiero exactamente a eso. He probado cientos. Incluso hacerle cosquillas en la planta de los pies. Se remueve, se queja, y sigue durmiendo. Y si le enciendo la luz o le llamo como a una persona normal, ni se inmuta. Ni siquiera se molesta en poner el despertador... El día que yo me quede dormido, tendremos problemas los dos.
Reí. Desde luego era mejor un silbido que los gritos de tía Glenda. Por suerte, ella no solía subir a mi habitación a despertarme, sólo lo hacía en ocasiones especiales. Cuando mamá estaba mala, o cuando quería echarme la bronca antes del desayuno. O cuando Gideon dormía en mi habitación.
Raphael bajó las escaleras saltando y se plantó junto a nosotros terminando de abrocharse la camisa. Le revolvió el pelo a Gideon, quien puso los ojos en blanco y dejó la chaqueta sobre la primera superficie lisa que encontró.
-¿Qué pasa, hermanito? No te veo desde hace tiempo, ¿eh? ¿Qué tal anoche?
Su voz no dejaba lugar a dudas. Estaba luchando duramente para contener la risa. Esto hizo que Gideon se girara hacia él y le mirara con los ojos entrecerrados.
-Me ha dicho un pajarito que hubo una pequeña fiesta privada después de la cena oficial...
Gideon me miró, curioso. Probablemente se preguntaba si se lo había dicho yo o si había sido Leslie. Yo no sabía dónde meterme. Raphael, siguiendo la mirada de su hermano mayor, me encontró.
-Lo siento, Gwenny, tenía que hacerlo.
Gideon le pegó una colleja, se quitó la corbata y echa a andar hacia la cocina con un suspiro. Yo fulminé con la mirada a Raphael y le seguí. Xemerius me esperaba descansando sobre el frutero. En el cual había un par de frutas que deberían tirar ya, por cierto. Especialmente el plátano, el cual costaba reconocer de lo negro que estaba. Gideon sacó una olla del montón de trastos sucios del fregadero.
-A Leslie y a ti os gustan los espaguetis, supongo, ¿no?
-A todo el mundo le gustan los espaguetis, Gideon.
-Hay gente rara por el mundo.
Se encogió de hombros. Fregó la cacerola y la llenó de agua.
-¿Vas a explicarme ya por qué hemos salido de Temple a toda pastilla dejando al pobre Mr George con tres palmos de narices?
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DIAMANTE -borrador
ФанфикTodos conocemos la preciosa historia de Gideon y Gwendolyn. Pero, ¿Qué pasa después de Esmeralda? ESTA HISTORIA ES UN BORRADOR. LA VERSIÓN FINAL ESTÁ EN MI PERFIL BAJO EL MISMO NOMBRE. CUANDO ACABE DE SUBIRLA PROBABLEMENTE ESTA SEA ELIMINADA PARA EV...