DIAMANTE -borrador

especial fin de curso

Bueno, ahora mismo estoy en una casa en los Alpes, con mi familia, y es un poco complicado escribir con tante gente de un lado para otro. Pero prometí publicar hoy a las chicas de ST (no quiero que Aroa se sienta traicionada por el intercambio de adelantos que hicimos ayer y que yo no mandé... Glups, no, no me mandéis ardillas...) así que ahí va el especial fin de curso. Y a partir de ahora, lo juró por Gideon, por Jannis y por quien más queráis, publicaré más a menudo.
Este especial va dedicado a @PamelaJaramilloLopez por su idea, y a @ARIALLHORAN en compensación por mi no-adelanto. Y recuerda:cuando estés en Londres, tienes que secuestrar a bastante gente.
AVISO:LA MENTE DE RAPHAEL Y DE LESLIE NO ME HAN SIDO TAN FACILES DE DESCRIBIR COMO GIDEON Y GWEN, QUE SOLO SE ME RESISTEN A VECES...NO ESPERÉIS GTAN COSA :((( PROBABLEMENTE EDITE O REESCRIBA ESTE ESPECIAL PORQUE NO ME GUSTA NADA. SORRY, CHICAS.
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P.O.V Leslie
Cuando la última campana del día sonó por fin, Gwen me dirigió una mirada divertida desde su asiento. Estaba segura de que se las arreglaría para desaparecer y dejarme sola con Raphael en menos de tres minutos.

Efectivamente, enseguida había agarrado el abrigo azul del uniforme, había sacado los auriculares y los había enchufado al móvil y estaba en mi mesa.

-Me tengo que ir, los Vigilantes están hartos de que llegue tarde. Yo les digo que es por que no cogemos el metro, pero no hay manera...-dijo lo suficientemente altonpara que Raohel lo escuchara.

Me dio un beso en la mejilla, susurró "mucha suerte" y desapareció corriendo tras revolverle el pelo a Raphael. Y yo aún no había guardado en la mochila la mitad de los libros que teníamos que llevar a casa para los deberes...

Tragué saliva cuando vi a Raphael acercarse. Era una maniobra cuidadosamente planeada por Gwen y por mí, esa cita con Raphael. Y yo estaba segura de que se lo había contado a Gideon, y vía este, todo estaba planeado al detalle también por parte de Raphael.

-¿Nos vamos?-preguntó él mientras me pasaba el abrigo por los hombros. Vi la mirada desdeñosa de la prima pelirroja de Gwen desde su sitio en primera fila antes de coger su mochila de marca y salir del aula. Me dieron ganas de sacarle la lengua como una niña chica.

Lo que me sorprendió fue que Raphael le hiciera una mueca, en cuanto esta desapareció por el pasillo. Le miré curiosa.

-Me cae mal-dijo simplemente.-Muy mal.

Me dio la risa tonta, asustando a la profesora de Inglés, la sustituta de Mr Whitam, que pasaba por detrás justo en ese momento, y Raphael me dedicó una de sus brillantes sonrisas torcidas.

-¿Vamos?-preguntó, con voz suave y amable.

-Vamos.

P.O.V: Raphael
Less me dirigió una mirada por encima de su taza de chocolate. Sus ojos marrones sonreían, y yo les devolví la sonrisa.

Después de ir al cine la había invitado a merendar, y ya estaba pensando qué llevarla a hacer después. Quería seguir con ella. Quería... no estaba muy seguro. Nunca me había sentido así. No estaba diciendo que me hubiera enamorado ni nada por el estilo, sólo que esa chica me gustaba demasiado, y que con esa manera de evitarme y mantenerme a distancia que tenía y que estaba empezando a desaparecer muy lentamente, me volvía loco.

-¿No bebes?-preguntó, dejando su taza sobre la mesa. Entonces me acordé de la taza de café que había junto a mi mano.

-Quema-dije. No quería hacer el ridículo y decirle que me había olvidado de la taza porque estaba muy concentrado en ella.

Less me miró de soslayo. Agarré el café deprisa y me bebí un trago, antes de que pudiera decir algo más.

P.O.V:Less
Raphael me miraba con los ojos verdes iguales que los de su hermano. Por un momento recordé mis problemas con Raphael al principio, ese no querer acercarme a él para que no me hiciera daño igual que su hermano el cerdo arrogante con Gwen. Luego me di cuenta de que Raphael no se parecía en casi nada a su hermano, y, de todos modos, Gideon había cambiado muchísimo. Aunque ahora mismo no estuviera en Londres y Gwen notara eso mucho más que nadie, y a todo el rollo Romeo y Julieta, Gideon me seguía cayendo bien.