Leah
Si me hubieran dicho que estás fiestas son así, definitivamente yo no estaría aquí. Solamente con la música es suficiente para sentirme incómoda, hablan de sexo desde que empiezan hasta que acaban.
Pero lo peor es que a pesar de estar acompañada me siento sola, Jacob está con una rubia que no se le despega desde que llegamos, Elena y Andrew no dejan de besarse y bueno yo, sola con mi soledad.
Observo a mi alrededor y entre el humo de los cigarrillos y universitarios dándose muestras de cariño frente a todos que no parecen conocer lo que es la privacidad, más ganas de irme tengo.
—¿Quieres quitar esa cara? Toma esto que ahora es que la noche empieza y vinimos a divertirnos no a mirar a la gente con asco.
—Elena no le des eso —interviene Jacob arrebatandole el vaso que me ofrece.
—Deja de ser agua fiesta que es solo piña colada —de nuevo agarra el vaso y lo deja frente a mis ojos —Solo tiene unas gotas de alcohol, no va a pasar nada.
—Agua es lo único que va a tomar.
Al escuchar esas palabras de Jacob tratándome como si yo fuera una niña o como si él fuera mi padre fue el motor que necesité para quitarle de las manos el vaso a Elena y llevarlo a mi boca bebiendo todo de una.
—Creo que la niña ya creció —dice Andrew haciéndonos reír a todos menos a Jacob.
¡Error! No desviste tomar de esa forma.
Lo sé, pero no puedo dejar que Jacob decida por mí lo que puedo y no hacer.
Te está cuidando.
Yo me puedo cuidar sola.
Elena me ofrece otro vaso y antes de tomar un solo trago Jacob me toma del brazo alejándome de sus amigos.
Salimos al jardín de la casa, bueno, esto es una mansión. Los padres de alguien están de crucero y dejan a su hijo solo en casa y la brinda para hacer una fiesta y bueno, aquí estamos.
—Deja de tratarme como una niña —le reclamo.
—Deja de comportarte como una.
—Solo me estoy integrando a tus amigos.
—Esa no es la forma, no sabes beber o no recuerdas como te pones. Mírate ahora mismo como estas y eso que solo fue una piña colada que no tenía tanto alcohol —me reclama.
—Estoy bien.
A penas doy un paso para pasar por su lado y entrar a la fiesta me mareo y si no fuera por Jacob que me sostiene por la cintura posiblemente hubiera caído al suelo.
—Se nota lo bien que estás.
—Dejame, puedo caminar sola.
Entro de nuevo encontrándome con los chicos que siguen en los suyo, Jacob se sienta de nuevo al lado de la rubia que le dice algo al oído y antes de irse a no sé dónde pasa por mi lado.
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Solo somos amigos ¿Verdad?
RomanceDiez años de amistad. Un pasado triste que los une. Jacob y Leah jamás pensaron que podían ser algo más que amigos pero las cosas cambian cuando se van a vivir juntos. Todo empezó con una propuesta y no una de esas en dónde la chica al final termina...