Jacob
No seguí con Leah para ver la película con ellos, desvíe el camino a mi habitación. Necesitaba un baño con urgencia y eso hice, permití que el agua fría cayera sobre mi cuerpo y no salí hasta que el frío me obligó.
En este momento solo podía pensar en la castaña y el por qué no me había dado una respuesta. Llegando siempre a la misma conclusión: Si le hubiera molestado que la besara me hubiera reclamado en ese momento. Cosa que no hizo en ningún momento.
Eso es buena señal ¿No?
Aunque después de ese beso y que Elena nos interrumpiera, simplemente no quiso hablar del tema. Solo se fue, después de invitarme a unirme con ellos.
Me puse un pantalón de los que usaba como pijama y una camiseta, mientras sobrepensaba todo lo que había pasado. Quedándome solamente con la parte que me daba un mínimo de esperanza de terminar con ese tiempo: La necesidad con la que me devolvió el beso.
Pretendía empacar mis pertenencias —mañana regresamos a New York— pero antes de empezar el proceso Andrew entró a mi habitación.
—Ni pienses que me vas a dejar con esas dos mujeres viendo una película de romance —sentenció, quitando los percheros con la ropa que tenía en mis manos y dejándolos encima de la cama —Prometo ayudarte más tarde, pero por lo que más quieras no me dejes solo.
Empecé a reírme a carcajadas por el tono de súplica con el que me habló.
—No te rías idiota —me golpea con una almohada —A mala hora se me ocurrió proponer pasar el día viendo una maratón de películas.
—Siempre lo hacen, nunca se les ocurre algo mejor que eso.
—Lo dice el que más le gusta ver películas —contraataca.
—No soy yo el que se está quejando ahora —reviro.
Al final de esa tonta conversación abandono la idea de empacar y me uno con ellos en la sala. Andrew se sienta en el piso con Elena que está con todos los cojines en el piso buscando mejor comodidad. Lía está el el sofá grande, casi acostada. Me siento en el mismo sofá en el pequeño espacio que queda, pero me acomodo a la perfección. Cuando en uno de sus movimientos uno de sus pies me roza los recoge un poco más doblando sus rodillas.
—Puedes estirarlo si quieres —propuse, apunto a mi regazo —No me molesta.
Ella sonrió y no espero para estirar sus pies que a penas hicieron contacto con mi cuerpo, por inercia, llevé mis manos a ellos.
Ambos dejamos de vernos casi al mismo tiempo para mirar a la gran pantalla donde se reproducía la película "Agua y fuego", es turca. Esta no es una película de romance, al menos yo no la calificaría así, tiene un final triste como para llamarla así, aunque no todos los finales pueden ser felices. No pasó mucho tiempo cuando Lía se incorporó en el asiento y se abrazó de la almohada que había traído de su habitación.
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Solo somos amigos ¿Verdad?
RomanceDiez años de amistad. Un pasado triste que los une. Jacob y Leah jamás pensaron que podían ser algo más que amigos pero las cosas cambian cuando se van a vivir juntos. Todo empezó con una propuesta y no una de esas en dónde la chica al final termina...