Capítulo 44

3.4K 300 21
                                    

Leah

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Leah

El gran día al fin había llegado y yo solo era puro nervios. Torpemente pintaba mis labios. Las manos me temblaban sin motivo alguno, pero al final logré pintarlos correctamente. Un rojo intensos adornaba mis labios y un poco de rimel estiraba mis pestañas. Así de sencillo era mi maquillaje.

Mi pelo caía en hondas por mi espalda, mi cuerpo estaba cubierto por un vestido de un tono azul oscuro como mar en tormenta, llega hasta mis muslos y se ajusta a la perfección a mí cuerpo. Mis pies estaban adornados con unos hermosos tacones puntifinos de unos ocho centímetros, en negro.

Me miré una vez más en el espejo, viendo mi reflejo ser más nervios que persona.

Estoy nerviosa y ni siquiera es mi momento.

Los nervios de ahora te servirán para un futuro.

Si estoy así ahora no quiero imaginar cómo estaré cuando a mí me toque.

—Estás hermosa —escucho decir a Jacob unos metros atrás de mí.

—¿Por qué tengo los nervios que deberías tener tú?

Lleva un traje negro de tres piezas, camisa blanca. Se acerca a mí y me entrega una corbata del mismo color de mi vestido para que se la ponga.

—Porque me amas.

Termino de hacer el nudo de su corbata y jalando un poco de ella, hago que su cabeza llegue a la altura de la mía. Dejo un beso casto en sus labios, dejando una pequeña mancha roja en su boca.

—No estoy nervioso porque me preparé para este día —añade —Si dejo que la ansiedad me gane, todo el trabajo que hice preparándome y estudiando para este momento no habrá servido de nada.

Tiene razón, cuando se prepara bien para algo, con trabajo y esfuerzo propio, no deben existir nervios. Todo fluye y las ideas se exponen sin trabajo alguno.

—Me van a dejar sola —hago un puchero —El próximo semestre solo seré yo.

Elena, Andrew, Jacob, incluso Jonathan se gradúan y yo apenas estoy terminando mi primer año de universidad.

—Solo nos separan cuatro horas de distancia en carrera, menos horas en avión. Yo vendría todos los fines de semana y siempre que pueda pasaré más tiempo contigo. Andrew y Elena siguen aquí, no estarán en la universidad pero si en la misma ciudad y te harán compañía.

Viendolo así, no voy a estar tan sola, pero...

—Estar sola en este departamento no será fácil —musito —Me tomara tiempo adaptarme.

—No será lo mismo, pero nos haremos vídeollamadas extensas que te harán un poco de compañía cuando no pueda estar presente.

Asiento.

Solo somos amigos ¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora