Leah
Ya los días en esta ciudad se estaban acabando. Al menos para Jacob, yo todavía tenía que volver en un par de meses para continuar la universidad.
Hoy sería la graduación de mis amigos y a pesar de que por los últimos acontecimientos yo no quería asistir, Andrew terminó convenciendome.
El pelinegro es de esos que si se te olvida algo te lo recuerda. Obviamente yo si recordaba eso, solo que nunca esperé que fuera usado en mi contra. Pues el susodicho usó las palabras que yo le había dicho un tiempo atrás para convencerme de ir: "La única que puede estar de acompañante en la graduación soy yo".
Ese día es imposible de olvidar, recuerdo que después de eso casi le termino a Jonathan de la peor forma que pudiera hacerlo por la presión que me estaba haciendo Jacob en ese momento. Solo que no esperaba que Andrew lo recordara.
—¿Te gusta ese? —cuestiona Elena con una ceja arqueada.
—¿Qué? —respondo con otra pregunta al reflejo de ambas en el espejo de cuerpo completo.
Ella niega.
—¿Qué si te gusta ese vestido? Llevas más de cinco minutos mirándote en el espejo o más bien el espejo mirándote a ti. Tu mente parece estar en Roma, aunque físicamente estas aquí.
La pelirroja me trajo de compras para escoger los vestidos que usaremos en la graduación y después en la fiesta.
Miro mi reflejo en el espejo y definitivamente este es un vestido que no usaría. Es rosado, de escote cuadrado, sin tirantes, termina un poco más abajo de mis rodillas y está muy ajustado. Casi no me deja respirar y no lo había notado hasta ahora por estar tan metida en mis pensamientos.
—Este no me gusta. Creo que es mejor usar de los que ya tengo en mi armario —hago saber, ella niega —Esto es gastar dinero innecesariamente. Además yo no soy la que me voy a graduar.
—Ese tampoco me gusta —parece que de todo lo que dije eso fue la único que escuchó —Creo que en algún lugar de esta tienda ví uno que te hará justicia.
Se alejó sin darme derecho a replicar. Tengo vestidos hermosos que nunca me he puesto y que puedo estrenar única y exclusivamente para la graduación, pero para Elena hermoso no era suficiente, ella quería algo supuestamente perfecto.
No sé cómo pude aguantar este vestido si me está apretando hasta el alma.
—Disculpa señorita —le hablo a una chica que también se está probando ropa —¿Podrías ayudarme a bajarme la cremallera?
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Solo somos amigos ¿Verdad?
Storie d'amoreDiez años de amistad. Un pasado triste que los une. Jacob y Leah jamás pensaron que podían ser algo más que amigos pero las cosas cambian cuando se van a vivir juntos. Todo empezó con una propuesta y no una de esas en dónde la chica al final termina...