Leah
A la mierda todo.
Ninguna de las lágrimas que he derramado han servido de algo, no arreglan nada y solo me hacen sentir más miserable.
Nunca debí estar con Jacob.
Nunca debí engañar a Jonathan.
Pero no me arrepiento de lo que pasó con Jacob.
Me arrepiento de haber vuelto con Jonathan.
—Elige, él o yo —escucho decir al castaño.
Este juego se acaba hoy, pero no así.
Jonathan se va y salgo corriendo detrás de él, por primera vez desde que todo esto empezó voy a tener el valor de darle la cara, sin llorar, sin remordimientos. Afrontar las consecuencias de mis acciones por segunda vez, pero, esta vez de la forma correcta.
Al fin te diste cuenta.
Al parecer necesitaba de esto para caer en la realidad.
—Oye, puedes parar un momento —grito, se detiene.
—Te lastimé, lo siento —se disculpa cuando llego a él —No quería lastimarte, estás sangrando...
—Estoy bien —aclaro cuando detecto desesperación en el tono de su voz —Sé que no lo hiciste adrede, fui yo la que me metí en el medio.
Una de sus manos viaja a la ceja por la que estoy sangrando. Oprimo una mueca de dolor cuando ejerce un poco de presión en la zona.
—Yo... lo que pasó allí no fue mi intención —empiezo —La forma en la que todo esto está pasando y mi estupidez e inmadurez son las culpables de que ahora estemos en esta situación.
—También es mi culpa. Yo solo quise volver para joderlos como mismo ustedes hicieron conmigo —confiesa lo que ya sabía —Cuando lo ví besarte, no sé que pasó por mi cabeza pero solo sentí la necesidad de alejarlos, como si solo darle celos no fuera suficiente. Quería que estuvieran más tiempos separados.
—Lo supuse.
—¿Por qué lo permitiste? —cuestiona.
Suelto una carcajada que lo contagia y cuando ambos dejamos de reír, respondo su pregunta.
—En un principio sentí la necesidad de hacerlo, como si de esa forma pudiera arreglar el daño que te hice. Verte llorar cuando lo descubriste me rompió aunque no lo creas, escucharte confesar que estabas sintiendo algo por mí fue como una daga desgarrando mi corazón, pensé que intentándolo de nuevo podría minimizar mi mal comportamiento. Anoche en un impulso te acepte porque sentía que era algo correcto, algo que me debía, como si ese fuera una especie de karma y tenía que aguantarlo.
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Solo somos amigos ¿Verdad?
RomanceDiez años de amistad. Un pasado triste que los une. Jacob y Leah jamás pensaron que podían ser algo más que amigos pero las cosas cambian cuando se van a vivir juntos. Todo empezó con una propuesta y no una de esas en dónde la chica al final termina...