Las calles estaban frías.
Un aviso de cambio de clima llegó a la ciudad. De repente los días soleados se convirtieron en gotas de lluvia. Aún así, no lo desanimó. JungKook llevaba de la mano a JiMin por distintos lugares de Busán. Al primer lugar que lo llevó, fue a la barbería. Un buen corte era lo que el rubiesito necesitaba.
Dicen que el cabello tiene una gran memoria y guarda los mejores recuerdos.
Y JiMin necesitaba olvidarse poco a poco de ellos. JungKook haría que en su mente hubiesen nuevos recuerdos junto a él. Quería guardar con llave esas memorias de su niñez, pues estaba muy seguro que gran parte del amor de JiMin hacia él, se debía a los recuerdos que tenía de cuando eran niños. JungKook quería que JiMin se enamorase de su nuevo ser. De su adultez y madurez. De su valentía.
Que lo amara por su fvuturo y no por su pasado.
El rubio parecía inmutable al principio, con los ojos apagados. Al pasar las horas esos dulces ojitos fueron brillando poquito a poco. No como JungKook lo hubiese deseado, pero era un avance. La exposición de Van Gogh le había encantado a JiMin, de eso estaba seguro. Pero aún así esa confusión de tristeza aún lo acompañaba.
JiMin recordó cuánto le gustaba Van Gogh a Tae.
—Dicen que tenía epilepsia del lóbulo frontal...
—¿Qué?
—Y que no saben si se suicidó o lo mataron —prosiguió—, tenía depresión.
—Sabes mucho sobre él Minnie.
—Le encantaba el color amarillo —sonrió poco.
—¡Tienes razón! —Le respondió JungKook mirando a todos lados y dándose cuenta de aquel detalle.
—Se fue de este mundo pensando que era un fracaso...
—Te traje a una exposición para que te entretengas y el entretenido soy yo —dijo JungKook como un niño—, cuéntame más JiMinnie.
—Dicen que cada átomo en nuestro cuerpo fue alguna vez parte de una estrella —susurró—. Tal vez no nos vamos de este mundo, si no solo regresamos a casa.
—No estoy entendiendo —hizo un puchero—, mejor cuéntame sobre el color amarillo, realmente lo usaba demasiado.
—Le encantaba el color amarillo porque creía que era el color de la felicidad —respondió mirando directamente a un cuadro—. Fue tanto, pero tanto que amó el color amarillo que al quererlo para todo no se dio cuenta que tenía plomo y que el plomo puede causar depresión.
—Oh.
—Lo que crees que te hace feliz, en realidad puede destruirte...
JungKook sintió las palabras.
Sabía que no era ninguna indirecta ni sarcasmo. JiMin miraba un cuadro de girasoles y parecía que hablaba para sí mismo.
—Pero esa no es la realidad hyung —volteó para hablarle directamente—, En realidad el consumía digitalina para su insuficiencia cardiaca y esta le produjo una alteración ocular.
—Realmente sabes mucho Minnie...
—Es que aunque los molinos ya no estén, el viento sigue... todavía.
—Creo que ya no me gusta mucho este señor, mejor vámonos, ¿si?
—Vamos hyung, Van Gogh decía que tal vez Dios lo hizo pintor para personas que aún no habían nacido... Creo que nosotros aún no nacemos.
JungKook se quedó confundido mirando el cuadro de los girasoles.
Y JiMin caminó hacia la salida mientras una lagrimita se escapaba.
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ʟᴀʙɪᴏꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴅᴏꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]
FanfictionPark JiMin y Park MinJi son dos hermanitos gemelos que se aman mucho. Su amor de hermanos parecía ser un lazo que nunca se rompería, hasta que a sus pequeñas vidas llega Jeon JungKook, un pequeño de cinco años que creará en los hermanos una gran ri...