CAPÍTULO 4 ( Perdóname )

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Song Jae les había contado todo a los Jeon. La fiesta infantil se había acabado y los pequeños gemelos seguían jugando en el jardín con JungKook, ajenos a todo, aunque MinJi estaba demasiado retraído y casi no hablaba. Tae Hee al escuchar el relato de Song Jae, sintió rabia y le propinó una cachetada sin medida.

—¡Tae Hee! —exclamó Jae Chan agarrando a su esposa.

—¡Suéltame! ¿Cómo pudiste? ¡¿Por que hiciste eso Song Jae?!

—Lo siento tanto Song, Tae Hee cálmate mujer.

—Déjala —murmuró un arrepentido Song Jae—, tiene razón ¿cómo pude?

Jeon Tae Hee lo miraba con rabia. Eran mejores amigos, por eso se dio la confianza de darle una cachetada al hombre que había engañado a su mejor amiga. Estaba indignada y dolida, el saber que Ye Na estaba sufriendo le afectaba. ¿Y los niños? ¿Qué pasaría ahora con los niños? ¿Qué pasaría ahora con la familia Park?

Park Song Jae les contó como inició todo. Como conoció a su amante, como vivieron una relación por casi medio año, el por qué lo había hecho y demás cosas. Se había aburrido, la monotonía, los gemelos, el nuevo colegio, lo había llevado a serle infiel a su esposa. Finalmente les contó lo que había pasado y como esa mujer había llegado hoy a decir que el hijo que esperaba, era de él.

—¿Monotonía? ¡Dices monotonía!

—Tae Hee por favor, cálmate —habló Jae Chan tratando de calmarla.

—¡No! Dices que te aburriste de la monotonía, del día a día ¿acaso ustedes piensan que esto es culpa nuestra? ¿No piensan que nosotras las mujeres también nos cansamos?

—Tae Hee amor...

—Tiene razón, fui un egoísta, le fallé... ¡Pero la amo! ¡No quiero perder a mi familia!

—Les fallaste, les fallaste Song Jae.

—Terminé con ella, les juro que cuando me di cuenta terminé con ella hace más de seis meses —se excusó.

—Pero dices que llegó hoy a decir que el hijo que espera es tuyo —replicó Jae Chan.

—¡No lo es! ¡Es mentira! Ella no parece tener más de seis meses, lo juro. Estoy seguro que no es mi hijo y si lo fuera... si lo fuera...

—¿Qué si lo fuera?

—Yo me haría cargo, pero no pienso dejar a mi familia por eso.

Cuando Tae Hee estaba dispuesta a refutarle, JungKook y los gemelos aparecieron en el salón.

—Mami, tenemos hambre.

Tae Hee miró a ambos pequeñitos y a su hijo con tristeza ¿qué iba a ocurrir ahora?

—Me llevaré a los niños a mi casa, arregla las cosas con Ye Na —le dijo a Song Jae mientras se paraba para acercarse a los pequeños—. Chicos ¿quieren venir a casa a quedarse unos días con JungKookie?

—¡Wao! ¿En serio? —preguntó un entusiasmado JiMin.

—Sí, vamos a quedarnos unos días y ustedes podrán jugar con JungKookie. ¿Les gusta la idea?

—¡Sí! —exclamó JiMin—. Papi, papi —dijo corriendo hasta Song Jae—. ¿Podemos quedarnos con tía Tae Hee y tío Jae Chan?

—Sí mi amor, vayan a guardar algo de ropa en sus mochilas, tienen mi permiso.

—Iré yo a arreglar a los niños —mencionó la señora Jeon—. JungKookie ¿me ayudas?

El pequeño asintió y siguiendo a su madre subió por las escaleras junto a los gememos. En el salón, ambos padres se habían quedado en completo silencio.

ʟᴀʙɪᴏꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴅᴏꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora