—¿Qué están haciendo?
Tae Hee miraba la escena con desconcierto.
Ambos chicos se habían quedado estupefactos al oír la voz proveniente de la puerta. Sus facciones demostraban lo asustados que se encontraban y aquella reacción no fue pasada desapercibida por Tae Hee, quién suavizó las expresiones de su rostro para tranquilizar a ambos chicos.
—Chicos, les pregunté ¿qué están haciendo?
—Tía. nosotros...
—JiMinnie, acompáñame a mi habitación por favor —le pidió la señora Jeon amablemente.
—Madre, nosotros...
—Tú recoge las cosas en las que estaban trabajando —le dijo a JungKook mirándolo fijamente—, vamos Minnie.
JiMin le dio una última mirada a JungKook y lo trató de tranquilizar, pues el pelinegro estaba con un paso adelante para detenerlo. La estadía hasta la habitación de Tae Hee fue angustiante. Si bien JiMin trataba de mantenerse estable y sin reacción aparente, frente a Jeon Tae Hee a quién quería, apreciaba y la tenía una confianza digna de ser llamada madre, no podía ponerse una máscara de frialdad como con todo el mundo.
—Pasa hijo —le dijo cerrando la puerta tras ella. JiMin se sentó y esperó cualquier cosa, menos lo que acababa de escuchar—. ¿Lo amas mucho verdad?
—¿Eh?
—Él también te ama mucho, siempre lo ha hecho. Desde que te vio por primera vez —sonrió al recordar.
—Tía...
—¿Quieres que te cuente una anécdota? —le preguntó tomándolo de las manos—. Cuando JungKook te vio por primera vez, lloró porque te vio junto a MinJi ¿lo recuerdas?
—Sí —respondió asintiendo.
—Cuando entró a la casa, se limpió las lagrimitas y sorbió por su naricita —contó sonriendo—, era muy gracioso. Lo tranquilicé explicándole qué era tener un hermanito gemelo ¿y sabes qué me dijo? —preguntó haciendo que JiMin negara—. El me dijo: "Pero mami, si los hermanos gemelos son iguales ¿por qué el primer dinopollo era mucho más bonito y brillante?
Tae Hee sonrió mientras contaba aquella historia. También volvió a sonreír cuando vio la carita sonrojada de un JiMin que bajaba la mirada.
—Desde aquel día supe que él te amaría para siempre —lo abrazó—. Y nunca dejó de hacerlo.
—Tía yo...
—Daría lo que sea por verlos felices, incluso si eso causa algún daño porque sé que se aman y de la misma imtensidad —limpió las lágrimas que corrían por las adorables mejillas del rubio—. Pero sé también que han estado lejos muchos años, que hay muchas cosas que han cambiado y que hay mucho temor entre ustedes.
—Sobre eso, yo...
—No digas nada pequeño, llora, tus ojitos están a punto de romper en llanto. Hazlo y ven aquí —le dijo extendiendo sus brazos.
Y así lo hizo.
Lloró. Lloró y se desahogó demasiado. Su corazón acongojado se sintió menos pesado tras cada lágrima que caía. Su tía lo sostenía entre sus brazos y le daba pequeñas caricias en su espalda. Quería decir que toda esa cantidad de lágrimas eran por JungKook y la situación que los envolvía, pero sería mentira.
Lloraba por su padre, por la indiferencia de su madre, por el odio de MinJi. Lloraba por TaeHyung, porque extraña a sus amigos, por la vida que se le arrebató. También por la nueva vida que se le dio y que hoy extrañaba, lloraba porque aunque siempre quiso ser feliz, había en su corazón un recuerdo que no lo dejaba. Lloraba por las cartas que nunca le respondieron, por lo difícil que fue adaptarse en un país que no conocía, por tener que regresar cuando creyó tener todo olvidado.
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ʟᴀʙɪᴏꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴅᴏꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]
FanfictionPark JiMin y Park MinJi son dos hermanitos gemelos que se aman mucho. Su amor de hermanos parecía ser un lazo que nunca se rompería, hasta que a sus pequeñas vidas llega Jeon JungKook, un pequeño de cinco años que creará en los hermanos una gran ri...