ʟᴀʙɪᴏꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴅᴏꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]

CAPÍTULO 13 ( La carta final )

Era febrero del año 2008 cuando JungKook decidió enviar una última carta a JiMin.

Había pasado más de dos años sin respuesta de JiMin y eso le dolía demasiado. ¿Se había olvidado JiMin de él? ¿Acaso ya no lo quería? ¿Había olvidado todos los recuerdos que vivieron juntos? ¿Park JiMin ya no lo extrañaba? Por más que JungKook le enviaba una carta casi a diario, JiMin no contestaba. Y era sólo a él, pues MinJi le decía que a él si le mandaba cartas y hasta lo llamaba regularmente.

Cuando JungKook decidió enviar aquel último escrito, no pudo evitar llorar. Incontables habían sido las veces que había llorado por JiMin, pero esta vez sería la última. Si JiMin se había olvidado de él, tal vez era tiempo que lo dejase ir.

Tenía ya quince años y era momento de que empezara a vivir sin Park JiMin.

Minnie:

Sabes, me dicen que es mejor, mantener la calma. Sé que tu corazón se escapó de mí pero que aún me extraña, más hoy entregaré mis armas con las que luchaba por ti, justo cuando más me haces falta. Dicen también que la fe mueve las montañas, que la tempestad dura lo que el sol tarda en alejarla. Pero hoy estoy aquí, llueve en mi ventana, solo con mis ganas de encontrarte.

Hasta el sol de hoy no te he vuelto a ver, hasta el sol de hoy pues yo no sé mañana ¿y qué puedo hacer JiMin? Se secó mi alma ¿qué puedo hacer? ¿Esperar por ti sin perder la calma? Esperar por ti es lo que puedo hacer y es que mi corazón aún te extraña. Como el sol de las mañanas te deseo pues yo sin ti no sé qué hacer.

Otra vez, estoy hablando solo contra la pared. Aquí, todo sigue normal, veo la gente pasar por mi ventana. Otra vez estoy hablándole al espejo sobre ti, aquí nada pudo cambiar y sabes, veo la luna brillar por mi ventana. Pero no, no me voy a morir, nada va a cambiar sólo porque no estás aquí. No, no me duele no, es sólo que a veces me traiciona el corazón.

Tengo en mi manos tus cartas viejas y sueños rotos, las estrellas y tus ojos. Todo lo que no dijimos y lo que nos prometimos, las canciones que escuchamos y los libros olvidados, todo eso es un recuerdo porque tú te encuentras lejos.

Decir adiós, fue difícil para mí, porque te quise desde que te conocí. Estoy aquí, pensando sólo en ti y tus recuerdos, lo son todo para mí. ¿De qué sirve querer si después vas a fallar? No quise hacer esto, pero lo tengo que aceptar.

Hoy será la última carta que te enviaré.

Tu ausencia ya, puso en llanto mi corazón, con el recuerdo que tuvimos tú y yo. Pasarán los días y tu voz quedará en cada rincón y esos susurros cuando... cuando hablábamos desde tu ventana para que nadie nos escuche. Difícil es pensar que ya nunca volverás, tu alas volarán y en otro cielo se abrirán.

Y la verdad es que me siento solo, pues nunca te podré olvidar. Y la verdad es que me siento libre aunque mis noches sean de soledad. Y la verdad es que te llevo adentro pues ocupaste el más importante lugar y algún día espero que vuelvas, pues tengo tanto que preguntar.

Olvidarte será complicado, me cambiaste la alegría por dolor. Te conozco demasiado y ahora te extraño más que nunca, así soy yo. Incluso cuando no me escribías, regalando esperanzas que a mi me faltaban y mi buzón de correo casi siempre vacío, yo te extrañé. Tratando de engañar a mi alma con falsas promesas, con un falso cariño que sólo me hizo daño, que se fue de aquí dejándome solo. Deja de darme falsas esperanzas.

Minnie, devuélveme todo lo que te di. Lo que guardaba para mí se fue, me lo cambiaste por angustia y dolor. Nunca hubo cariño, nunca hizo falta, sólo hubieran lágrimas y nada, sólo lágrimas y nada me quedó.

Por eso te diré adiós y no puedo negarte que tengo un gran resentimiento en mí, aunque todavía quedan rastros del cariño que te entregué, todavía tengo fotos que en secreto te tomé. A menudo me imagino que no te fuiste, que no te llevaste mi alma, que tenías un gran corazón.