MinJi caminaba con sonrisa enorme en el rostro.
Aquella mañana había recibido su libreta de notas y nuevamente salía en primer lugar. Llegó a su casa demasiado feliz y subió rápidamente a saludar a su madre quien estaba encerrada en su cuarto.
Y aquello a MinJi no le sorprendía.
Habían pasado cuatro meses desde que JiMin se fue y su madre seguía pareciendo muerta en vida. Obviamente a MinJi le molestaba la situación, pues parecía que a su madre le habían quitado la sonrisa del rostro y las ganas de vivir, todo por culpa de su estúpido hermano. Él había tratado de todo para que su madre riera nuevamente, para que lo tratara como lo hacía antes con JiMin, para que el sea el centro de atención, para que tenga todos los privilegios que deseó, para que si quiera JungKook lo mirara como lo hacía con JiMin, pero nada de eso había pasado. Mas bien, las cosas habían empeorado.
Su madre no le hacía caso, a penas y salía de su habitación, estaba completamente solo, sus compañeros de colegio parecían extrañar demasiado a JiMin y casi ni se juntaban con él, JungKook ya no venía a jugar ni a invitarlo a salir, mucho menos lo recogía y se iban juntos después de clase. La servidumbre completa de la mansión le servía y hacían lo que él pedía o deseara, pero eso no era lo que MinJi necesitaba. Incluso sus tíos Jeon tampoco venían a pasar el día.
Todo estaba tan mal que aquello aumentaba su odio por JiMin.
Pero si de algo estaba seguro, era de que con la libretilla de notas que hoy le presentaría a su madre, todo cambiaría. Por eso, tocó la puerta del cuarto de Ye Na para poder presumir lo que traía en las manos. Su madre quién se encontraba en su cama leyendo un libro demasiado antiguo quizá, le dio permiso de entrar y lo saludó sin emoción.
—Mamá, tengo algo para enseñarte —le dijo MinJi acomodándose en la cama.
—Mi libreta de notas, he salido en primer lugar del salón nuevamente ¡felicítame mamá!
Su madre miró de reojo las notas y luego a él.
Aunque MinJi era gemelo de JiMin, ciertamente no se parecían ni en la personalidad y a la señora Park le parecía que hasta ni en el físico. Es decir, eran dos gotas de agua idénticas, pero había algo en MinJi que le faltaba para ser como JiMin. Era tal vez la calidez, el color azul intenso en sus ojos, el tamaño, el aura angelical, la voz más aguda, Ye Na no lo sabía. No sabía como es que podía ella tener sentimientos diferentes por sus hijos, pero no lo podía evitar. Sabía que Dios la castigaría por hacer distinción sobre ellos, sabía que estaba siendo cruel por sus pensamientos y sabia que estaba pagando al enviar lejos a JiMin por sus pecados.
Ella lo sabía.
—¿Primer puesto?
—Sí mamá, como siempre. De todo el salón de clases —le mencionó entusiasmado, ávido de reconocimiento.
—Sabes MinJi, siempre supe que JiMin era más inteligente y sacaría siempre el primer lugar de todo el colegio —dijo remarcando las tres últimas palabras—, por eso tú siempre serías sólo el primer lugar del salón, pero... ahora JiMin ya no está y sigues siendo sólo un simple primer lugar del salón, siempre siendo el segundón.
—Mamá...
—Pensé que ahora que tu hermano ya no estaría, serías tú quien sería el primer lugar sobre todos, pero veo que me equivoqué —le contestó tirando la libreta de notas a un lado y regresando a leer el libro con suma atención—, te he sobreestimado, ve a seguir jugando MinJi. Es lo único que sabes hacer, porque ya veo que estudiar y ser tan inteligente como JiMin, no vas a poder.
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ʟᴀʙɪᴏꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴅᴏꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]
FanfictionPark JiMin y Park MinJi son dos hermanitos gemelos que se aman mucho. Su amor de hermanos parecía ser un lazo que nunca se rompería, hasta que a sus pequeñas vidas llega Jeon JungKook, un pequeño de cinco años que creará en los hermanos una gran ri...