Habían pasado tres días desde que JiMin se quedaba en la casa de los Jeon.
Desde lo que había pasado la última vez en su casa, no había regresado mas que para supervisar algunas cosas de la remodelación. Aquel mismo día que todo ocurrió, cogió su maleta, su bolso y se fue a los Jeon, siendo recibido de la mejor forma. Cuando iba a su casa porque HoSeok necesitaba algo, se encontraba a veces con su madre quien le daba miradas tratando de llamar su atención, mas el sólo pasaba de frente y evitaba verla, pues le hacía daño.
Aún dolía.
A MinJi tampoco lo había visto. Sabía que había buscado a JungKook los últimos dos días, pero este no le había hecho caso, pues estaba muy ocupado enseñándole a él sobre los negocios y demás informes de Asociation's Park. JiMin no sabía porqué aquel rechazo que JungKook le proporcionaba a MinJi, le hacía sentir tan bien. Quería engañarse pensando que se sentía bien debido al ambiente familiar con el que los Jeon lo estaban tratando, pero eso sería mentira. Los Jeon si le hacían sentir demasiado bien, pero su satisfacción mayoritaria radicaba en JungKook.
Y no quería.
No quería sentirse bien al ver que JungKook no veía a MinJi. Ellos eran novios, lo normal sería que se vieran muy seguido, sobretodo si vivían uno al lado del otro. Y tampoco quería sentirse bien por eso porque al mismo tiempo que su corazón saltaba de emoción, se llenaba de culpa.
Culpa por TaeHyung.
El castaño lo había estado llamando a diario y mantenían una conversación larga por las noches. Pero siempre que se despedían, le decía a TaeHyung que iría a dormir cuando no era así. Las últimas tres noches, luego de hablar con el castaño, JiMin y JungKook bajaban al patio trasero y se ponían a conversar bajo la noche estrellada.
Una noche llena de ataraxia y serenidad, donde bajo la luz de la luna, JungKook podía ver el rostro inefable de JiMin y quedar prendido de él, como si estuviese en una cárcel de la cual no quería salir. Y es que el rubio era como un pequeño sol a su lado, sobretodo cuando su sonrisa era tan arrolladora que lo hipnotizaba haciéndolo sentir perdido.
Pero lamentablemente aquellos momentos qur JungKook hubiera querido que sean sempiternos, terminaban y cada uno se despedía parándose en la puerta de sus habitaciones y sonriéndose antes de entrar. Y aquella misma sonrisa que se daban cada noche, desaparecía cuando estaban dentro de sus cuartos. JiMin pensando en una culpabilidad que no tenía sentido pues no estaba haciendo nada malo y JungKook pensando que debido a su decisión no podía tener lo que realmente quería.
¿Por qué será que los amores prohibidos son más intensos que los permitidos?
No lo sabían. Sólo sabían que al día siguiente cuando se levantaban, se sonreían siempre. Sobretodo cuando JungKook parecía haberse tomado en serio lo de enseñarle absolutamente todo. En las mañanas iba a su compañía y regresaba para la hora del almuerzo y después de comer, se encerraban toda la tarde en su estudio tomando los papeles de profesor y alumno. Salían de ahí cuando el sol ya se había puesto y Jeon Tae Hee lo robaba para ir a pasear por ahí.
Se sentía como en un hogar.
JungKook le había explicado todo lo que pasaba en las coorporaciones. Según el pelinegro, los Jeon tenían el 25% de las acciones de Asociation's Park, su familia mantenía el 60% y el 15% lo tenía otros ejecutivos. También, su familia temía un 21% de acciones de Jeon Company por lo que ambas compañías participaban en los consejos ejecutivos. JungKook también le había enseñado la legalidad con la que trabajaba Asociation's Park y la jerarquía que existía en ella.
Hasta hace dos años, su tío Wu Shin, hermano de su madre, estaba a cargo de la compañía, pero lamentablemente había fallecido. JiMin no lo recordaba mucho, pero de todas formas se vio un poco afectado cuando recibió la noticia. Desde aquel entonces MinJi se había emcargado de todo, pero con ayuda de JungKook y de los miembros del consejo, pues recién estaba terminando su carrera profesional.
ESTÁS LEYENDO
ʟᴀʙɪᴏꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴅᴏꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]
FanficPark JiMin y Park MinJi son dos hermanitos gemelos que se aman mucho. Su amor de hermanos parecía ser un lazo que nunca se rompería, hasta que a sus pequeñas vidas llega Jeon JungKook, un pequeño de cinco años que creará en los hermanos una gran ri...