MinJi habia vivido toda su vida bajo la sombra de JiMin.
No importaba cuánto se esforazara, al parecer nunca llegaría a ser como él. O al menos eso le decía su madre, quién se empeño en convertirlo en un hijo prodigio, en una persona totalmente perfecta. Y con el pasar del tiempo, MinJi le tomó gusto a la perfección. Ya no necesitaba los consejos de su madre, ni sus gritos , ni sus estúpidas comparaciones. Sabía vestirse correctamente, era el número uno de todo el colegio, participaba en los clubes y eventos importantes, estaba siendo criado para ser un sucesor. Park MinJi era practicamente el chico más deseado, el mejor en todo, era quien tenía al mundo entero a sus pies.
Lo único que no había logrado era conseguir que JungKook lo amara.
MinJi se preguntó mil y un veces por qué JungKook nunca lo amó. Sabía perfectamente que el pelinegro nunca olvidaría a JiMin, ya se había resignado a ello, pero lo que no entendía era cómo no podía fijarse en él. El era exactamente igual a JiMin, hablando en lo físico, pues en la personalidad, estaba consciente de que eran totalmente distintos. Tal vez esa era la razón por la cual JungKook no volteaba a verlo a pesar de que andaban juntos todos los días.
Su madre le aconsejó entonces cambiar su actitud.
MinJi se volvió frágil y delicado, incapaz de hacer alguna cosa mala, era todo lo que creyó que era JiMin. JungKook vio su cambio y en él, a veces recordó a JiMin. Lo protegió, lo ayudó, se encariñó aún más con él, como si con eso llenara el vacío que el pequeño rubio habia dejado. Y sinceramente, si JungKook no hubiera conocido a los gemelos, hubiese pensado que MinJi era JiMin y él hubiera podido vivir feliz con ello. Le tomó aprecio y afecto, MinJi estuvo ahí cada vez que lloró por JiMin, lo apoyó, lo cuidó y jamás lo dejó de lado como JiMin lo había hecho.
MinJi se convirtió en un amigo sincero.
JungKook sabía que MinJi estaba enamorado de él. Sólo así podía concibir que el ahora castaño le aguantase tantas mierdas de su parte. Muchas relaciones fallidas, alcohol y fiestas hasta el amanecer, descontrol, depresión, decaídas y malos tratos, todo aquellos MinJi lo aceptó sin rechistar y estuvo siempre a su lado. Las temporadas en las que caía en la pena y alcohol debido a JiMin y sus recuerdos, MinJi estuvo ahí para hacerle saber que no estaba solo.
Indiscutiblemente lo llegó a querer.
Pero no era suficiente. Sabía que MinJi quería más y deseaba más, deseaba algo que no podía darle. En su mente cerrada, el recuerdo de JiMin estaba presente y es que, habían sido tantos los momentos inolvidables que pasó junto a él, que se aferraba a sus memorias como si dependiera de ello toda su vida. Era un crío cuando lo conoció, pero el latido que su corazón le dio en aquel momento, le dio a entender que a aquel dulce niño al que llamaba dinopollo, sería alguien muy importante en su vida.
Y lo fue, lo es y lo será siempre.
JungKook se atormentaba la mente imaginando como sería ahora JiMin. Había pasado muchos años ya y aunque sabía que luciría igual que MinJi, había algo en él que le decía que JiMin seguramente brillaba con una luz diferente. Cuando ya la tecnología llegaba con los años, lo buscó por redes sociales, pero nunca lo encontró. Se cansó de ser él quien buscase, quien llamase, quien escribiera cada tonta carta no respondida.
Se olvidaría de JiMin. .
Quiso olvidarse de él con su primera novia, su segundo novio, su tercera, cuarta..., décima pareja. Con ninguno duró tanto, a ninguno quiso y mucho menos amó, con ninguno de ellos sintió placer de llevárselo a la cama, con ninguno disfrutó como quería, ninguno inundó sus pensamientos con el solo hecho de imaginárselo frente a él.
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ʟᴀʙɪᴏꜱ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴅᴏꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]
FanfictionPark JiMin y Park MinJi son dos hermanitos gemelos que se aman mucho. Su amor de hermanos parecía ser un lazo que nunca se rompería, hasta que a sus pequeñas vidas llega Jeon JungKook, un pequeño de cinco años que creará en los hermanos una gran ri...