Lentamente iba abriendo los ojos poco a poco, entrecerró los ojos al ver una luz blanca que lastimaba mi vista, al obligarme acostumbrarme a ese intenso brillo los abrí completamente, me extrañe al estar en un cuarto de tonos blancos, baje la mirada para verme acostada con una bata blanca puesta, en una camilla bastante cómoda con aparatos conectados y mire por mis lados para ver sillones de cuero, parecían recién comprados, en la pared de enfrente había una tele de plasma colgada, al lado del aparato una ventana con cortinas cerradas bloqueando la vista y de mi lado derecho parecía haber un clóset.Esto parece un hospital, pero entonces...¿Será que algunos policías lograron salvarme de ese hombre?, puse una mano en mi frente cerrando los ojos tratando de recordar lo sucedido, no recuerdo...lo único que puedo lograr recordar es que ese hombre me obligó a oler una extraña sustancia.
Me sobresalte al recordarlo, baje mi mirada sujetándome del cuello de la bata jalándola checando que tuviera mi collar por abajo, pero me espanté al no verla conmigo, ¡El collar de madre, nuestra caja!
Yo trate de levantarme, pero me paralice al escuchar que alguien entró al cuarto. Yo quieta mire a la mujer que cerró la puerta regalándome una dulce sonrisa. Por sus delgados ojos pude notar que podía ser de origen asiático y que era una doctora por su saco blanco.
—Buenos días, Gemma, ¿Cómo te has despertado?, ¿Alguna molestia que me pueda servir para poder ayudarte? —preguntó ella con su acento asiático.
—Mi collar... —dije preocupada cogiéndome el cuello.
—No te preocupes por tus pertenencias las tenemos guardadas con nosotros.
Sacó un suspiro de alivio bajando mi mano en mi pecho.
Ella se sentó a mi lado tomándome la muñeca, se quedó quieta con una mirada perdida, estuvo así por un tiempo sin decir ninguna palabra y yo alcé un poco la ceja, pero después la mujer alargó su sonrisa soltándome.
—Todo se muestra en orden, no hay más signos de escopolamina, pero si tienes un poco de desequilibrio en tus electrolitos, necesitas más sodio, calcio y potasio, Gemma. Por ello mientras que estabas inconsciente he hablado con una nutrióloga que quisiera que te de una dieta especial...
—Espere —le muestro mis palmas de las manos para que me prestara atención y ella guardó silencio— Yo...estoy confundida, ni siquiera sé cómo llegué aquí, ¿Sabe si detuvieron al hombre que trató de raptarme?, ¿En qué hospital estoy?, se ve bastante costoso —dije preocupada mirando el cuarto y mire con pena a la doctora— Yo no tengo el dinero para pagar el tratamiento que me hicieron...
—Tranquila, no tienes que preocuparte por el dinero —dijo ella con una voz serena, de una manera que me quitó toda preocupación por su tono— Fui una completa grosera, no me he presentado y te pido una disculpa —bajó su cabeza muy culpable y volteo a verme extendiendo su mano como modo de saludo— Mi nombre es Yon Pin, pero puedes llamarme doctora Pin. Me gustaría ser yo quien te respondiera tus dudas, pero tengo ordenes de mi superior de no hacerlo, solo puedo darte información sobre tu salud como es mi obligación.
Yo mostré un poco de enfado, ¿Cómo que no puede decirme en qué hospital estoy?
—En ese caso quisiera hablar con su superior —dije cruzándome de brazos mostrándome enfadada.
—Y lo verás Gemma, él espera hablar contigo, solo esperaba que te despertaras. Le daré el aviso que te has despertado para recibir las siguientes instrucciones de él, por mientras puedes ver la televisión para entretenerte o si deseas ir al baño ahí está ubicado —señaló una puerta cerrada.
Yo estaba completamente confundida, ¿Por qué el dueño de este hospital desearía hablar conmigo?, ¿Será por que casi fui raptada y tienen que hacer esto en estos casos?, además ¿Cómo esto me va a salir gratis?, algo no me cuadra en todo esto. Pero si ella me dice que hablaré con él tendré que esperar a obtener respuestas.

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POTESTAD
FantasySe dice que los más afortunados padecen el síndrome de Alejandría, pero Gemma fue una excepción. Unos ojos morados no hicieron que su padre estuviera presente en su vida, ni le apareció dinero para escapar de la pobreza o le dio la cura de la grave...